26 de febrero de 2014

Siete...

Mi querida mamita,
Siete, siete, largos y extraños meses que siguen sumándose. Por alguna razón lo siento tan lejano, tan lejano el día aquel en que te perdimos, que te fuiste, te dejamos ir y sin embargo la memoria y capacidad de tenerte cerca todos los días, acompañándonos en todas circunstancias, te hace cercana, como si todavía estuvieras aquí, como si nada de lo ocurrido hubiese pasado.
Hoy te invoque con cariño, con pena, con la misma culpa que continuo cargando, estaba con Bety aquí en su casita y conversábamos de ti, de nosotras, nuestra vida, la vida después de mi papá, del vínculo hermoso que formamos, lo distintas que éramos y lo bien que logramos congeniar, acomodarnos...... y es ahora que ya no estás que daría todo, todo, por volver a esa vida tan tranquila, apacible  y contigo.
Bety dice que es porque el duelo no pasa, estamos en proceso, pero cada que hablo de ti, que rememoro no puedo evitar llorar, tengo que apretarme, peñiscarme, para controlar la pena, las ganas de ponerme inevitablemente a llorar. Te quiero y te extraño tanto, me haces tanta falta, en tu ausencia maldita sea, he comprendido lo maravillosa persona que fuiste, lo buena madre, aquello que llamábamos "sometimiento" era amor, extraño, sometido pero amor en final de cuentas y eso siempre es destacable, porque ya casi nadie ama por sobre todo sin mirar si recibes algo a cambio.
Y tenía tantas ganas, tanta necesidad de hablar de ti y qué mejor cosa que hacerlo hoy en tu séptimo mes de partida..... y desde nuestro amado México y en compañía de la linda y querida Beatriz que tanto te quería y le gustabas y sintonizaba con mi papá y contigo tan bien....
Te quiero mamita, apareceteme en los sueños por favor, háblame, mírame para sentirme más cerquita tuyo ¿ya?
Besos miles!!!

No hay comentarios.: