26 de febrero de 2019

IX años!!!!

Mi querido Gogo,
Nueve años ya, sumados parecen tan pocos y vividos una eternidad. Una eternidad es el tiempo que parece pasó desde ese 26 de febrero del 2010, en el que te fuiste. Un tiempo interminable, un espacio que quedó vació, un tiempo que quedó quieto.

El lugar que ocupabas en mi vida, nada, ni nadie, nunca más lo llenará. Eras mi todo, mi compañero fiel, mi amigo, mi confidente, el que dormía conmigo, el que despertaba, a quien más quería, por quien hubiera dado todo. Todo empezando la vida, mi querido Gogo ¿por qué la vida nos separó?

Tiempo, años, nueve años y siento como si sucedió hace décadas de décadas, tantas como el tiempo que llevo en este país, tanto tiempo como el que me ha costado nunca acostumbrarme, jamás olvidar a México aunque ya no seamos los mismos. Eras mi pedazo de México, aquello otro más querido, la alegría, el sol, la noche más fresca, el verano más sabroso, los días felices de una vida que suena tan lejana, pero nunca olvidada.

Se te extraña verás.
El espacio tuyo quedó en la nebulosa de una memoria vigente.
Tu, mi querido compañero, mi flaquito, mi guerito, mi Gogo.

Te quiero siempre!!!

18 de febrero de 2019

16 y 18 de febrero.


Preferiría que fuera azul / lo sé y sin embargo / cierra los ojos y déjate llevar / internándote hasta las profundidades de las selvas de azules, celestes / follajes azules casi morados, azul oscuro, azul rey.



 Tu, mi Acuario / te quiero / la vida la he hecho impresa en tu azul / la memoria, nuestra historia, mi total admiración / te voy a querer siempre.

 Bosques de origen blue / frondosas hojas terciopelo azul / troncos robustos, sólidos en azul metal. 

13 de febrero de 2019

De origen "Azulado".


No repetir los pasos,
que nada evoque ayer,
días tristes,
aquello que quedó marcado, que nada lo borrará,
pero que todo impida se vuelvan a repetir.

Otra vez febrero,
queremos continuar por una larga eternidad.
Estos días han sido tan largos,
de noches frescas, brisas también,
sin poderlas disfrutar.

Pensar demasiado,
sentimientos repletos de ganas de llorar,
sujetándolos con los dientes,
no sé por cuanto tiempo,
no quiero congelarlos,
simplemente detenerlos...

Sigo pensando,
ideas de pasado, de ahora,
algunas de futuros distantes, míos, tuyos, nuestros.

Rebuscando mis poderes infantiles,
aquellos de tan solo arrodillarme mirando en dirección a la estrella más luminosa:
por favor, por favorcito, que no sufra, no lo abandones. 
Él, que entrega alegrías no le permitas apagar su luz.

La casa impregnada de su esencia,
hoy está triste, cómo vivir así, cómo se hace tal cosa.... 
Y pienso en los días sucediéndose después de la Quetzi,
después de Gregorio, del Cuchi, aquella mañana sin Atila, sin Facundo, aquel octubre sin Escobita y el día que me quedé sin mi Gremling.

Sé que la vida continúa 
y será la edad, el tiempo transcurrido, el también sufrido,
pero esa certeza cala, duele, 
rosa como cuchillo afilado en la piel junto al corazón.

Quisiera tener certezas optimistas
quiero pedirte que lo protejas,
que no sufra de más,
que siga siendo el más lindo, 
aquel que todos quieren, 
el que conquista a ciegos, tontos y hermosos,
el que se queda con el amor de los corazones,
el más lindo, el más grande, enorme, de cabeza gigante, nariz colorada.
Al que le dicen gordo pero es pochón. 
A él nuestra luz, nuestro amor, la energía de nuestra vida. 
Estamos intentando soltarlo, 
que brille con su luz, 
que salga adelante con su energía, 
con esa su luz hermosa, cálida, cariñosa, amorosa, que por tantos años nos ha guiado la vida. Que la use toda para sí,
pero no lo dejes sufrir, por favor, por favorcito...

Es nuestro mollollo, moyuli, pachoncito, bebé, toto !!!