9 de junio de 2010

Fundo El Diamante: La historia materna de mi padre.




Crecimos escuchando las maravillosas historias que mi padre nos narraba en viajes o almuerzos, sobre su familia, sus vacaciones cuando niño en el Fundo El Diamante en Buin. Historias que con el tiempo y haciendo uso de la imaginación de cada una de sus hijas y de una que otra foto, me fueron pareciendo cada segundo mas espectaculares.

No sé si a razón que mi padre tenía una gracia infinita para contar historias, describir lugares, personas, mentalidades, escencias, olores, colores. También será porque nos ilustro en base a literatura clásica europea (y vaya, vaya que los chilensis se quieren parecer a los de por allá) y cual si no fuera suficiente, nos invito a adentrarnos al mundo del cine todo el rato.


El tema es que en esos parajes campestres, mi padre ensoño acercarse un poquito más al mundo de su abuelo Don Domingo, un caballero de bigote blanco, pelo algo escaso, siempre de traje elegante, con sombrero de copa, su chal a los hombros, el bastón desde que se cayó del caballo y por sobre todas la cosas, tener acceso, derecho a subir a la biblioteca del abuelo y codearse con los libreros atiborrados de lo más inn de la literatura europea.

En mis recuerdos cinematográficos y guardando todas las distancias posibles, no dejo de pensar ahora, ese mundo de mi padre, con la película de Bernardo Bertolucci: "1900".
Imagino a Bert Lancaster aquel viejo dueño de todas esas tierras italianas, semejado a mi bisabuelo, aunque no creo (quien sabe), que fuera el estilo de inmiscuirse entre faldas aborigenes.

Y desde que regresamos a Chile, las historias de este enigmatico lugar continuaban o se le sumaban otros, como su primer amor Colomba, su prima a quien a los 10 años producto de la muerte de una amiguita del mismo nombre, su madre decide cambiarselo por Raquel.
Los paseos por las acequias, una que otra vez meter un pie en estas, mojarse.
Las comilonas de la familia, seguramente en un comedor largo en el que cupieran los dueños de casa: Don Domingo y Soa Javierita, sus diez hijos y respectivas esposas, maridos, hijos.
Las peras cocidas para cada 30 de noviembre.
La abuela Javierita paseandose con su hija Marta, mi abuela, hacia las gallinitas que tanto amaban, visitarlas, tocarlas, acariciarlas, sacarle los huevos.

Mil historias, tantas como las que la vida nos permite acumular.

Y así es como una vez en Chile, fuimos un par de veces con mi padre a su tan amado Buin, el lugar en el que nada menos, nació un 16 de Febrero de 1926.
Recuerdo que la primera vez que fuimos nos trajimos algunas plantas silvestres que todavía saludan desde nuestro patio.
La segunda vez, la tengo mas presente, íbamos Manu, mi padre, Claudio y yo. El día estaba precioso, paseamos por los alrededores, el primo de mi padre estaba o había dejado recado para que nos abrieran la casa y la visitamos, recorrimos las piezas que cada una contenía tantas historias.... y después para que no dijeran, nos echamos una siesta a coro bajo las sombras picudas de una araucaria paraguaya.

Y ahora, justo cuando se cumplen 2 años y 2 meses de la partida de mi padre, la vida nos reúne una vez más con nuestro querido "Antonito": un hermano por opción y vamos de paseo a visitar una parte fundamental de nuestro querido Andrés.

El día nos toco precioso, la luz se deja ver en cada foto. El caserón con su estrella judía en la que fuera la biblioteca del bisabuelo Don Domingo. La majestuosidad de la que debió ser la casa de campo de la familia, que pese al remezón del terremoto se mantiene ahí más o menos, enpolvada, entierrada, con unos tantos pedazos de techo y muro caídos. Y los árboles milenarios, de raíces gordas, alargadas, arrastrandose por la tierra, de tamaños impresionantes, alturas gigantes, quizás más de 200 años.... gomeros, laurel de la india, araucaria paraguaya, olmos, alamos, palmeras, paltos, tierra de hoja enrojecida, amarillecida, cafesosa. Realmente un lugar hermoso, poético, bucolico pastoril.

De pronto y en forma de ráfaga, uno entiende toda la escencia de mi padre, su mirada perdida en esos confines tan hermosos, verdes, enormes, donde se podía ir de paseo a pie, a caballo. Ir a recoger frutas, a lanzarlas al aire, subirse a los árboles uno más alto que el otro, mas robusto. De ahí la ensoñación por este Chile que no lograba entender, no era la city, no eran necesariamente la gente, si no más bien el pasado, el pasado que tanto nos gusta, que nos deja marcados y marcando ocupado y para siempre atrapados.
Con este viaje, mi querido padre, te entiendo más que antes, te comprendo más que nunca y de pronto las semejanzas se hacen tan obvias....
Gracias por haber compartido todas tus historias con nosotras, para que ahora pudieramos ir con Antonio y llenarnos de ellas, para seguir no olvidandote nunca jamás.

4 de junio de 2010

2 años y 2 meses

Querido Papito,
Culpo rotundamente al alcohol y a Ibarra del olvido...... nunca jamás en la vida pensé que se pasaría tu aniversario, es que antier me puse una peda con Ibarra y Manucita, que ayer amanecí con una cruda que no sólo se daba vuelta el mundo, si no que mi estomago....... y tu sabrás lo terrible que es eso.

Pero malo sería que este recordatorio -tardío-, apareciera un mes después, tan solo han sido horas, porque la memoria funciona a diario aunque la peda quiera impedirlo.
Y así como ves, estamos con Ibarra que nuevamente cruzo la cordillera para visitarnos. De hecho mi estimado, si todo sale bien, mañana partimos a Buin para rememorarte a todo pulmón. Y el domingo, iremos a verte. Porque no estarás para saberlo, pero gustoza te lo cuento, que el día de la borrachera en cuestión, todos, todos en momentos propios, lanzamos nuestra declaración de amor a tu persona y hay que decir que las de Ibarra fueron LAS QUE MAS SE SINTIERON.......... ciertas lágrimas muy sentidas, qué decir de las palabras, dejaron de manifiesto que no siempre es necesario ser HIJO de sangre, menos HERMANO, ya que el mejor ejemplo es este vinculo umbilical sin serlo, que nos une y unirá for ever and ever con Chocolates Ibarra.
Y todo gracias a ti!!
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Lo otro tremendamente importante y que tenía para comentar en "ayer" tu día, es que la constatación de orgullo que se ha producido cada día más y más de mi parte y del de los que nos rodean, sobre lo muuucho que nos parecemos, algunos los mas mal hablados dicen que en la locura es donde mas calzamos, pero bien sé que es purita y santa envidia, porque todos los demas items en los que coincidimos son tan valiosos como la "locura" aquella que ademas de bipolaridad habla de sinceridad, nadita de pelos en la lengua y otras extravagancias que para el populo, le es mas facil tildar de "locura". Pero haciendo lista podemos decir que en materia de flatos y peos, somos iguales. Qué decir en decir barbaridades o "pasadas" como las llama Rorro, en ser extrovertidos, simpáticos, "modestos", vivaces, chispeantes y queridos por miles y odiados and envidiados por toda la zartada de mediocres que nunca faltan en el mundo.
Lo mejor de todo, es que redescubrir y asumir sin tapujos que soy tan parecida a ti, me llena de orgullo, de hecho he pensado que quizás todos nuestros "impases", "round" y formas de no llegar a acuerdo "nunca", eran porque las gotas de agua nos hacian los mandados y éramos aún más parecidos que ellas.
Y para mi, querido padre, eso es "bien padre", me encanta, me encanta ver la cara de horror, temor, espanto que produzco en algunos que creen que lo más probable, es que cuando abra la boca me mandare una barbaridad mas terrible que la anterior....... jajajaja nada mas entrete que esa situacion.
Y pues nos podriamos amanecer enlistando los parecidos......
En fin pues, entonces no queda mas que decir que "hasta lueguito" y aquó el TRIO MARAVILLA te saluda y te quiere!!