26 de abril de 2016

Memoria para los dos.

Con esto de la memoria que hacemos en la ausencia de nuestros seres queridos, pensé que no tenía tantas fotos de mis papás juntos. Así como tampoco de mí con ellos, en todas las etapas que la vida nos permitió pasar.
Y con gran placer buscando, buscando, encuentro todas estas fotos. Momentos de mis papitos juntos. Fotos de los dos o fotos fotoshopeadas para que quedaran nuevamente juntos por siempre jamás.
En este nuevo 26 que suma tiempo ausente de mi mamita linda, creo que ya es tiempo de rememorarlos a los dos, más allá si es la fecha de uno o de otro. Los dos ya no están y esa ausencia se clava intensamente en mi corazón. Y no me queda otro recurso que buscar entre las imágenes, los momentos de amor, momentos vividos por los cinco, ellos dos, yo con ellos, con cada uno de ellos.
Ese error que me demuestra a cada paso lo estúpido del género humano, porque no aprendemos de nuestros desaciertos. Quizás ahora que soy consciente no repita el mal con la que me queda cerca, ojalá, ojalá lo pido de verdad. Porque la existencia da tantas vueltas que en el vaivén del mareo, uno olvida sentimientos y la desmemoria colorida en distintos tonos, nublan los pensamientos, los juramentos, solicitudes infantiles hechas para morir primero que ellos y que la permanencia de unos con otra, para siempre jamás, finalmente se transformó en una meta no alcanzada.
Mi  corazón se remece en desazón, ausencia, culpa, remordimientos miles de culpas más. Porque no actúe de la forma correcta, la manera por tanto tiempo perjurada que sería. Pero años son los que me quedan por vivir, arrepentirme, sufrir, pagar mis culpas, mis remordimientos y  malos actos. Malos actos de una hija que ahora en ausencia de sus padres, siente que no fue tan buena, que los procesos sociales enturbiaron la senda.
Pero en este 26 tan solo quiero recordarlos, juntitos, mis queridos padres, mi querido Andrés, mi querida Blanca. 
Vida, vida que te los llevaste, sola me dejaste, con la certeza que después de eso, todo aquello por lo qué pensé comenzaría una nueva vida, una mejor, no fue tal, no fue nada tal, los amigos desaparecieron, el amor nunca llegó. Tarde entendí que lo que había era más de lo que tenía, era mi vida, mi linda vida al lado de las únicas personas que me han querido por siempre jamás, tal cual soy, incondicionalmente.
Y en el dramatismo que la vida me confiere, mientras el corazón lata y la respiración aguante, continuaré la senda vital sabiendo mis errores, mis pecados, mis malos actos y latigazos de ausencia de todo cuanto amé, de todo cuanto no valoré, sentiré rozando mi piel, el corazón, clavados en las ausencias para siempre jamás.
Tan solo y nada menos que memoria para recordarlos, para amarlos y esperar cuando tenga que llegar, el día en que juntos volvamos a estar. 

16 de abril de 2016

Titin y Marta.

Mis abuelitos amados,
inolvidables los tiempos que vivimos juntos,
en la memoria por siempre jamás.
Los amo!!!

3 de abril de 2016

.... 8 años ....

... ¡¡¡¡ 8 años y a veces parece una eternidad, en otras un hoy, desde lejos, tan latente. Presente sigues a mi lado todos los días, en todas las cosas tuyas que rodean la casa, la vida, mi vida, los recortes, los pegotes en la pared, las palabras, los escritos en los libros. En mis rabietas y locuras, que otros tildan de malas y me enorgullece tanto compartir parecidas a ti.
Piénsote en este domingo gris y frío comparándolo con aquel jueves en la noche, hace tanto tiempo ya, en que desde México nos enteramos Betty, Antonito y yo, de tan mala noticia, tan triste noticia. Y de ahí en más la sensación que ya nada, nada, nada, nada, tenía sentido.
Y seguimos continuando y en el paso del tiempo, ocho años y en el paso de los ocho años, sumandote a la memoria del cariño, de escoger y atesorar lo lindo, lo medianito, lo amargo, lo buenísimo, la vida misma, la vida misma maravillosa, tornasolada que tuve a tu lado. Porque pese a todos los peros del universo, siempre, siempre, eternamente siempre, hasta más allá del más allá, te voy amar, admirar con nuestros rojos intensos, grises amargos.
Te abrazo y te mando mil besitos papito amado, de aquí para tu allá ¡¡¡¡ ....