30 de noviembre de 2011

San Andrés Peras Cocidas: un año más.

Querido primito,
latiendo fuerte continúa este tú extraño día, más fuerte casi que el de tu cumpleaños,
marcado en la memoria y el corazón, no tanto ya como un día de festejo,
ya sin tí y sin mí papá, mucho para festejar no hay.
Mi querido larguirucho,
Andrés, Andrés, Andrés,
amigo y compañero,
siempre de los todos los días, extrañaré no encontrarnos en el metro,
caminando por el barrio,
comernos un helado de chocolate,
tomar coca cola...... ahora existe light y zero, pero los dos sabemos que como la original no hay ¿verdad?

Memoria, memoria, memoria,
Nostalgia por volver a ver tu figura espigada y blanca acercándose a mí,
abrazarme con tus brazos delgados y eternos, de manos de pianista diría Titin,
un príncipe hermoso, de mirada tristona, soñadora, nostálgica, perdida en algún momento particular de su vida.

Tantas conversaciones que nos quedaron pendientes,
tanto por vivir y gozar,
tanto que me hubiera gustado decirte, abrazarte, contarte, compartir, reír, llorar, acurrucarme en tus abrazos, en tu cálidez, en el cariño inmenso, espontáneo, maravilloso que nació entre los dos.

Siempre de los cada instante por distantes que sean, seguirás haciendo falta,
tu ausencia marcando un espacio.
Te quiero, te quiero, te quiero, siempre, siempre, siempre.

25 de noviembre de 2011

Si pudiera borrarme estos viejos recuerdos.

Hace dos días puntuales que cargo nuevamente el dolor en el alma,
esa molestia, dolor, apachurramiento existencial que pese a caminar, escuchar música, admirar la altura de los árboles sus copas lejanas, amplias y hermosas, no te permite admirar nada o casi nada, de forma absoluta.
Estoy aburrida de sentir esto,
de cargar el dolor, este dolor en particular,
este peso en el alma de pensar y repensar todo lo que no tengo, lo que no alcanzo, lo que no logro.

Si pudiera borrarme esos viejos recuerdos,
de momentos, esencias que pasaron en el mismo instante en el que se dieron.
Estoy demasiado triste,
de no ver más allá, de no poder sentir, oler, gustar más allá,
no puede ser que la adicción sea tan fuerte.

El probelma en realidad no es la adicción más o menos fuerte que provocas en mí,
sino más bien la soledad, la ausencia del otro a mi lado,
lo que hace extrañar aquello que tuve por segundos y que ahora extraño por eterninades.
Conocer y probar todo aquel dulzor delicioso por tantos años privado y
del que ahora sólo queda una ilusión para recordar.
Si pudiera borrarme esos viejos recuerdos.
Más falta poco ya.

Y ese miedo tremendo a por la distancia absoluta,
sin reconocer que la he estado viviendo todo este tiempo y que ahora,
se materializa.
Siento realmente que será una bendición de los Dioses Ocultos, protegiendome de toda tu maldad, alejandome de ella para siempre,
o al menos en un siempre, el que yo decida.
Si sobreviví al dolor de dejar México,
a la lejanía de todo cuanto amo,
a la muerte de mi papá,
a la de mi Gogo,
obviamente que tu recuerdo se evaporará con mayor facilidad, porque has provocado tanto mal más que buenos recuerdos, que son los que suelen permanecer en la retina de la memoria.

Lograré ventilar mi alma y mente de tí para volver a soñar, gozar, amar, ser feliz.
Por supuesto que en mi acelerada existencia,
de pronto siento la necesidad imperiosa de apurar los tiempos, ritmos, momentos y quizás Desaparecer antes que el cronómetro lo permita.
Pero..... evitando malas desiciones, esperaré hasta que la sentencia sea vociferada.

13 de noviembre de 2011

Revueltas mentales.

Cometí un error grave, que cegó la razón. En boca de mi querida amiga, me cerré a vivir los buenos momentos de la vida, deshechar los otros, aquellos que te dejan desplomada en el suelo, pensando en oscuridades profundas y nada alentadoras.
Y por otra parte, pese a todos los peros del universo, lo vivido y para mi bien, recontra bien vivido, no me lo sacará nadie.

Caminando por las calles de Santiago, barrios arbolados, reencontrarse con amigos muchos, conocidos lejanos, reírse e ironizar al mundo, olvidé los sentimientos pesados y tristes que cargaba, la sensación de pesar depresivo que atormentaba el alma y ensombrecía mi corazón. En medio del pasto, el cariño de los amigos, el amor que nos profesamos, vaciaron el contenido oscuro del pensamiento dándo paso a mirar todo desde otra perspectiva.

Antenoche te odié casi más de lo que quise quererte. Encontré que eras la persona más abyecta del universo estelar. Te pasé por el cedazo más veces de las que nunca imaginé.
Enceguecida sin entender los por qué preferir la simpleza y obviedad, si podrías tenerme a mí que ego a parte, vengo siendo el resultado perfecto de una Princesa Caballero. En frío, sospecho lastimeramente que se deba a que en mi ILUSION OPTICA, eres un hermoso Moro de azulada mirada y blanca sonrisa............ del cual desconozco el interior, la esencia, lo que finalmente mueve tus pasos y acciones y que creo calza con alguien opuesto a ser interesante, inteligente, sensible, delicada.
Lamentablemente tenías razón, no eres ni mi Principe azul, menos el grisáceo.

Igual fue lindo todo lo vivido.
Así como la ilusión y el pecho agrandado ante las certezas en boca de otros que "fuimos por  instantes una hermosa pareja".
Desearía tan intensa como es mi esencia y tan cargosa como puedo llegar a ser, no volver a verte nunca más. Si querías romperme el corazón una vez más creo que hiciste lo correcto.......

12 de noviembre de 2011

ENFULGUECIMIENTO.

- Estimada amiga, esto no me lo va a creer, el otro día apareció la noticia de una editorial que lanzara un libro que coincide con sus últimas y enfulguecidas actividades, y no pude sino ¡acordarme de usted!

- Mire usted mi estimado caballero lo que son las cosas, por no decir que el mundo o Chile, es lo más parecido a un pañuelo. Quizás el autor del libro en cuestión y yo, sin saberlo ni conocernos, coincidamos en la senda Fulgurante..... vaya uno a saber....

- Por favor no me diga eso, mire que me hace poner medio celoso, aunque a mi edad suene ridículo andarse poniendo uno medio celoso. Es que le confieso que me da un poco de envidia este señor, el autor, aunque le alabo su calidad de escritor, pero la forma que convoca a las mujeres me intriga de sobremanera. Sucede que el otro día lo divisamos en un restorán con una mujer muy atractiva y mi señora la emprendió con lo buenmozo que es y como guinda de la torta el mozo se invitó solo al baile y metió su cuchara y comentó que siempre venía con la muchacha a cenar, que eran novios o algo así.
Y ahora usted, una chiquilla a todas luces espléndida, me habla de sendas fulgurantes. Ay, no hay salud. jejeje.

- Jajajjaja estimado amigo, pues mire nomás las cosas que me cuenta, lo que sí es que debería dar el dato del restorant para no ir nunca, porque vaya, vaya, la poca confidencialidad del mesero........ si más parece vieja verdulera..... imagínese si la chica en cuestión fuera la hermana, la hija o simplemente una amiga y éste armando tremendo borlote.Se lo digo con fé de causa, en mi experiencia de mesera universitaria (de eso añales ya), jamás hice un comentario tan desubicado y eso que si yo hablara sobre la gente que iba y las cosas que hacían......La Cuarta y Las Ultimas Noticias me hacen los mandados. Y pensar que todo partió por un síntoma palpitante....

- Jejeje, pues mejor no entraré en detalles para que no me acuse a mí de verdulero (que de viejos ya estamos) con el perdón de las verduleras.

4 de noviembre de 2011

Pretender y hacer.

Una ráfaga de claridad,
tan certera que me dió miedo.
La imposibilidad de alcanzarte,
y pese a todo el alma estaba calma, escuchando atenta como si el corazón no existiera y los sentimientos congelados.

Certeza,
no estarás nunca cerca mío,
inalcanzable para mí,
deseos irrealizables conmigo,
olerme, tocarme,
tus pensamientos a años luz de mí.

Destello de claridad,
sin la pena de otros momentos,
estaré ¿adelantando hechos?
¿protegiendome antes que ocurran?
¿por qué no cruzas la línea y te enteras que existo?