28 de enero de 2019

Por siempre.

Todo es parte de la ilusión,
temblaré, al pensarte,
volarás, con el aire.

Tú, siempre tu, sigues presente, 
no sé si por enamoramiento u obsesión, 
más tu presencia-ausente, pesa hondo en mi.

Leer a Puig y pensarte,
¿existirá algo más absurdo? Sentir, creer, que mientras leo, me acerco a ti
o que existe ¿una conexión entre los dos? 

Y no hay nada, no sé si más bien fue solo ese instante... 
de imperceptible cercanía, rosarse apenas, 
envuelta en tu seguridad, el perfume de tu piel...al evocarlo me enchinas. 

La pulsación de ese momento,
impide apagar por completo tu recuerdo. 
Por más que intento alejarme,
cada tanto vuelves... perturbando mi espacio,
volando en ese hálito de certezas fantasiosas.

Volarás, con el aire, 
temblaré, al pensarte, 
todo es parte de la ilusión.

3 de enero de 2019

Aquel jueves 3 de enero.


Cuando lo pienso, creo que no sé cuándo sucedió,
que la fecha está tan lejana, el año, todo,
es un olvido voluntario, una especie de alergia a por la fecha, a constatar el tiempo transcurrido, pero sabes tú, también yo, que imposible es obviar la memoria, la memoria por nuestros seres más queridos.

Y tu eres una de ellos,
la Quetzi, que vino de México,
que nos acompañó en esta aventura que ha durado tanto tiempo,
primero fuiste tu la que se fue, después los abuelos, mis papás,
hoy es tu día, el triste día en el que dejaste de estar
y sin embargo no puedo evitar mezclarte con la historia de aquellos viejos tiempos, recién llegados, un poco apesadumbrados y otro poco esperanzados. Tiempos, tiempos, años, de los que no quedan más que sombras, nostalgias, recuerdos, porque los fundamentales, los que nos embarcaron a todas, ya no están.

Y nuevamente un jueves,
uno como ese que primero dije no recordar el ¿cuándo? Una mañana de jueves 3 de enero de 1991, recién llegados a la casa, mi papá querido y nunca olvidado más loco que nunca, mi mamá trabajando seguramente y tu, en medio de todo. Y bueno, conoces más que bien la historia. Volver, llegar ese día jueves 3 de enero y encontrar la tremenda tragedia, lo pienso y se me aprieta el estómago.... nuestra querida Quetzi, compañera fiel de paseos, caminatas, viajes, aventuras y hasta travesías en avión. Tu, siempre tu Quetzi, Quetzalcoatl, la perrita más linda del universo. Con su colmillo salido, el placer por roer los tobillos de tus paisanos los ingleses o norteamericanos. Quetzi, Quetzi, querida, adorada, amada. La vida sigue trayéndote cada hoy, cada 3 de enero, en el que por esas jugarretas del destino, 28 años después y seguramente muchas otras veces, vuelve a repetirse el día.

Te quiero y nunca te olvido !!!!

Despedida.


Más que molestar, en realidad, me dolió la actitud. Pero por algo pasan las cosas, como cuando la mala conciencia, echa al agua a los cobardes y quien no debía, termina sabiéndolo todo. Por eso este silencio, que espero siga sumándose por años. 

Fue muy triste aceptar lo evidente, aquello que saltaba a la vista: no hay amistad verdadera. Porque la real, incluye cariño y respeto. Pero están los que anteponen sus planes y  proyectos por sobre el resto.

Y pensar que perdí tiempo pensando en los ¿Por qué? Hasta recordar que existen aquelles que creen que el universo comienza y termina en su ombligo, sus necesidades y conveniencias. Sumado a que las personas no somos más que conocidos, a quienes sacarles algún provecho.  La equivocada fue una, que creyó en lisonjeros discursos, vacuos.

Pero a excepción de la muerte, todo el resto tiene solución, como el deseo sincero de iniciar el 2019, junto a los que sí sean amigues, te quieran y respeten. Quizás no existan, igual pegaré el salto y me arriesgaré, no le temo a la soledad,
no soy de acomodarme por temor,
ni de callarme para quedar bien,
para no ser tildada de loca,
loca aquella que dice las cosas por su nombre.
A ojos cerrados elijo mil veces a la soledad, como compañera, antes de estar como describe el refrán.

Espero que sepan guardar silencio, si no tienen tema, callen. Ya me encargaré de aclarar que no somos más amigos. Aunque implique  –a modo de final de historia-, la dicha malévola de algunes. Será el costo, -regalo de despedida-, que dejan mientras entonan el himno sin amistad, cariño y respeto, se vive mucho mejor.

Colomba r.a.
Diciembre 2018.