30 de mayo de 2018

Bajo mi almohada estás.


Cuantas más horas transcurren,
descubro que algo pasó,
nos pasó,
me pasó contigo.


¿Naturalizar el vínculo?
¿La espera?
Todavía no logro descubrirlo.....
y sin embargo lo siento en el aire,
como me voy con el aire,
sin esperar me veas ir.


Como te me vas volando en el aire,
sin poder evitarlo,
me queda el aroma,
las nostalgias,
vastas y tantas,
reales, creadas, ensoñadas, oníricas.


Siempre habrá una parte de mí que te amará,
no se puede luchar contra eso,
no quiero hacerlo,
no podría,
no quiero, no podría...


Existe un pero,
que no logro desentrañar,
¿deseo de control?
¿que me controles?
¿controlarte?
No lo sé.


Bajo mi almohada estás,
te busco todas las noches,
algunas te encuentro,
el aire está lleno de ensoñaciones a por ti,
hundiéndome entre las sábanas, vuelves a ser el de antes,
el que quiero para siempre...


Te amo
y podría vivir,
solo con esa certeza y tu recuerdo,
así quiero que sea.


Aquello capaz de extrañarte,
no necesitarte,
como antes,
acostumbrada al de ti,
que vive en mi interior.

28 de mayo de 2018

Lo que cuesta


Cuando apareces, me descentras,
basta que esté a punto de desprenderte
y apareces removiendo mis sutiles certezas.


No entiendes ¿por qué no contesto tus misivas? Es extraña la sensación de no recibir respuestas ¿verdad?


Una parte de mi disfruta vengarse,
la otra, solamente quiere alejarse.
Nunca entenderás,
porque son mis dolores,
mías las expectativas entristecidas,
las desilusiones.


No te intereso, tu a mí sí,
no me quieres, yo sí,
no te importo, tu a mí sí,
pero mi dignidad es más fuerte y en ella, no hay espacio para ti.


No quiero ni pensar en un encuentro,
aunque a veces lo ensoño,
después las voces internas susurran: 
no me quieres, tu no quieres a nadie.


Déjame en paz, 
no me busques, no me escribas, 
alojame en ese olvido,
 en el que me guardaste
y esta vez,
hazlo para siempre.



Ya no sé si fue amor u obsesión,
pero fue grande, intenso, latía con fuerza mi corazón,
mi piel queriendo tocarte,
llenarme de tu aroma y de ti
pero los desprecios y silencios,
terminaron todo.



A lo mejor nunca existí,
no para ti,
a lo mejor nunca me miraste,
no para ti,
a lo mejor nunca me sentiste llegar
y ya,
ya no me verás...



Déjame ir,
hasta ese lugar donde no me piensas,
no me ves,
menos me recuerdas,
quizás nunca fui,
no para ti
y ya no estaré más.



Regresa al lugar aquel,
donde dejé de importarte.