24 de febrero de 2014

Irse.


Me dolió cuando me fui de Ciudad de México hace dos semanas, dejar la casa de mi querida amiga Beatriz, su barrio, las cotideanidades del hogar, los perritos, la gatita, de Laurita. Me dolió durante todo el viaje. Sentia el pecho oprimido, tenía tantas ganas de llorar. Supongo que así ocurre cuando uno crea lazos sólidos que se mantienen en el tiempo, pese a que uno no se vea todos los días.

Y ahora me vuelve a ocurrir.
Regresé de Guadalajara porque yo quise, porque ya era hora, porque quería dejar un poco tranquilo a mi corazón, a ese huracán de emociones, encuentros, reencuentros, perdidas, desencuentros, realmente fueron días intensos, hermosos e intensos y quería volver un poco a esta normalidad que no está tan cargada de nostalgias, en una ciudad enorme como Ciudad de México  y que pese a ello, logro ubicarme, conocer los barrios, las calles, mucho, muchísimo más que en mi amada Guadalajara. Estoy convencida que las emociones cargadas de tanto sentimiento, nostalgia, recuerdos, a veces cuando uno anda con el corazón abierto, te hacen perder el rumbo, el norte, deambular como en un sueño, en un espacio seudo desconocido o quizás quieres no recordar tanto, no hacerte cargo tanto del tiempo transcurrido, de lo cambiado del entorno, de ti misma, de tu forma de mirar el mundo que tanto amaste, que amas, mejor entonces es cerrarse y nortearse.

Y me fui y me dio pena, mucha pena, tristeza, nuevamente quise estar en un espacio reducido y sola, absolutamente sola para poder con toda calma, llorar, llorar honda y profundamente.... y basto que el avión tomara vuelo, que a través de la ventana, dejara a mi amada Guadalajara convertida en unas manchas lejanas, verdes, grises y el corazón se me estremeció. Una parte de mi quería irse, necesitaba respirar un aire que no estuviera tan cargado de nostalgias, de lo que más quiero, de lo que quisiera hacer, de pensar tanto qué es lo que quiero hacer, de tomar decisiones, de pensar, pensar. Quería dejar de sentir tanto, de sentir por Conchita, por Ricardo, Mario, Guillermo.... que los sentimientos decanten, pero no se estanquen, que crezcan como siento que van haciéndolo en mi corazón, en mis pensamientos... pero necesitaba un poco de distancia, tiempo, lejanía ficticia porque los llevo tatuados, son parte de mi vida...

Y me fui, me subí al avión, éste despegó dejando atrás a mi dulce, cambiada y amada Guadalajara y en esas manchas lejanas verdes y grises, quedaron por instantes todo lo vivido, sentido, tanto, tanto, tanto.... y la pena sigue presente, extraño, extraño las cotideanidades, las palabras cualquiera sean me evocan Guadalajara, lugares, calles, aromas, tengo marcado en mi piel tantos, tantos detalles... extraño a Mario, a Guillermo a mi Conchita, a mi queridisimo Ricardo, quisiera juntarme con los cuatro, con los tres, con solo dos, con solo ella y saber que todos los días o cualquier día puedo encontrarlos, llamarlos, conversar de todo, de tonteras, de nada, saber que están ahí, que esperan mis cartas, mis llamadas, mis historias, que están.

Eso es lo más lindo de todo, que están, que existen, que aparecieron, que la casualidad me dejó encontrarlos y están...... como hoy cuando llamé a Mario y hablamos de nada, de la vida, quería tanto hablar con él antes de irme, volver a escuchar su voz, las cosas que me cuenta, de su trabajo.... no podía no llamarlo y perder la oportunidad de volver a escuchar su voz, quería llamar a Guillermo pero no está en el país, quería escuchar y atesorar una vez más la voz de mis queridos y recuperados amigos....... y me fui y estoy triste, con mucha pena, un vacío. Pero espero que sea para tomar acciones concretas que cambien el curso de mi vida, para ir en busca de una buena vida, de la vida junto a lo que me produce tristeza cuando me voy.

Creo que esa es la fórmula, el secreto, el milagrito, lo que te produce tristeza, pena, al marcharte, es lo que realmente vale la pena. Aquello que te hace llorar, estremecer el alma, doler el corazón, que sientes que los necesitas y que al mismo tiempo requieres distancia porque los sentimientos, las emociones te están matando........ Irse, volver, encontrar, reencontrarse.

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