Erase una vez una niña que se lo tomaba todo demasiado, demasiado a pecho.
Erase una vez que esta niña creció sintiendo, oliendo, escuchando, cantando, con una intensidad impresionante.
Erase una vez que esta niña se ponía meláncolica cuando veía perritos y gatitos callejeros, cuando salía a pasear y veía gente: viejitos o niños en la calle pidiendo limosna.
Y también sufría con la discriminación que sus padres le hacían sentir, ella sabía que aquella discriminación existía, que al papá se le caía la baba por sus hermanas mayor y menor y que la mamá adoraba a la menor también y ella sabía que esto era así y le decía a su mamá:
- "¿Por qué quieres mas a mi hermana chica que a mi?"
y la mamá respondía:
- "Ah tu siempre tan intensa y exagerada".
Y un día le dijo la niña a su mamá:
- "¿Por qué mi papá quiere mas a mi hermana mayor?",
ante lo cual la madre esta vez no pudo mentir mas y dijo:
- "No lo sé, pero es verdad, tu papá no sólo quiere mas a tu hermana mayor sino que también a la menor".
Eso fue duro para la niña, pero también fue bueno porque por primera vez en la vida sus seguridades tenían suelo.
Ese día la niña maduro mucho mas que ninguna otra chica de su edad.
El tiempo pasaba y la niña iba creciendo,
ahora era mas bien tirando para adolescente y por tal, sus pasiones eran mas intensas que cuando niña.
Se enamoraba día por medio y tuvo dos novios a los que amo mucho, pese a su corta edad. Uno la engaño con otra y lo mandó a paseo, nunca mas le hablo y el pobre chico desapareció de la pena. Con el otro fue distinto y fue lindo y fue hermoso y dicen por ahí que "todavía no lo olvida del todo".
Él fue su primer amor, del tipo de amor que ella quería, del tipo de amor por el que ella hubiera dado la vida. Hubo un solo beso y fue el mejor, él la tomaba de la mano y la chica adolescente se derretia, el le hablaba y ella no entraba en su felicidad.
Ellos salieron de la primaria y ya no se veían tanto. Él pasaba algunas veces en su bici a verla, ella se asomaba -cual julieta-, desde la azotea de la casa y se miraban, un par de veces bajo hasta la puerta de calle y salió a verlo, a verse, pero no a conversarse. Pero el tiempo comenzó a pasar y el chico de la bici no volvió más, pero la chica adolescente nunca lo olvido. Todavía tiene marcado el día de su cumpleaños en la agenda...
Después entraría a la prepa y junto a ella, las hormonas, o por lo menos los deseos de que las hormonas estuvieran con ella, en ella y le ayudaran a entender esas ganas inmensas de que "un alguien" la abrazara, la besara, le dijera que la quería.
De ahí en más la lista de los amores "no correspondidos" se convirtió en algo asi como "pan de cada día".
Pero la chica de la prepa tenía un admirador, un compañero de la prepa mayor que ella, pero ella era un tanto monga y dicen, que tenia mal gusto, porque no atinaba a ver las cosas buenas de la vida. Y fue así como no se percato de la presencia de este chico alto, moreno, de pelo negro, que derrapaba por ella y hasta un poema le escribió.
A la chica de la prepa, le daba como "cosa" saber que este chico estaba locamente enamorado de ella, siendo que era un buen chico y seguramente habría sido el mejor novio. Era lo que en ese entonces se conocía como un chico fresa, tenía buenas intensiones para con ella, era respetuoso, le abría la puerta, le sacaba la silla ( y ella iba a dar al piso, porque el Manual de Carreño nunca fue leído en su casa).
Después en cambio, cuando tuvo un triste encuentro con un mal chico que la hizo sufrir mucho y que en efecto, no la quería, la chica de la prepa tuvo que admitir que el chico fresa, alto y moreno habría sido el mejor novio y entonces se acordó del poema que le escribió, lo busco y ahí lo tiene guardado en su diario de vida.
Entre medio y durante todo el rato, la chica de la prepa, vagaría por su ciudada sola o acompañada de su mejor amiga (de nombre de crustaceo marino) y juntas admirarían la belleza del mundo, los colores de las flores, sus aromas, pasarían a tomarse un cevichito en la esquina de su prepa, caminarían mucho por las calles, sonarían historias de amor en cada puerta hermosa, en cada balcón, en cada azotea. Se contarían todos sus secretos, llorarían penas de amor y de incomprensión familiar.
Hasta que un día la vida las separaría y pese a que buenas son las cartas que llegan hasta la puerta de cada una, las cosas no volverían a ser como antes y cada una por su lado, lamentaría este fin tan abrupto para esa amistad tan linda e intensa.
Entonces la chica de la prepa, viajaría hasta un nuevo país donde no volvería a encontrarse con una amiga tan fiel como la que dejo atrás. Se aferraría fuertemente a los recuerdos y casi se podría decir que viviría de ellos. Un día conocería a un chico en el loquero y entablarían una amistad, que el chico querría llevar hasta el colchón pero la chica viajadora no querría, porque ella tendría un concepto mas romántico del amor. Ese chico se perdería en el olvido de ambos.
Hasta que se encontrara con el chico de la montaña, que de pronto la vio y se le acerco y se hicieron los mejores amigos y conversaban horas y horas y se les olvidaba estudiar de tan bien que la pasaban juntos.
Se veía a la legua que el uno estaba enamorado de la otra y viceversa, pero ambos eran muy timidos y no se animaban a dar el paso siguiente.
Él le proponía hacer competencias de tomarse la coca cola hasta el fondo y el que perdía "debía besar a la o el ganador".
Ella siempre perdía porque se atoraba con el gas de la coca cola y el chico montañés esperaba su besito con la trompita parada y los ojos cerrados...... pero ella era el colmo de ranchera y no se animaba.
Entonces el chico montañes tuvo que armarse de valor, tomar el toro por las astas, dejar atrás su record para tomar bebida sin chistar y así ser él quien besara a la chica.
Y el besito fue a penas de "rose de labios" y dicen que fue el mejor de esta nueva vida para la chica viajera, a ambos se les pusieron las mejillas coloradas y entonces siguieron conversando como si nada...... a sabiendas que después de ese beso "ya eran novios".
Pero nuevamente la suerte de la chica viajera cambió y el chico montañés se fue a estudiar la universidad fuera de la ciudad y la separación fue tal, que nunca mas en la vida volvieron a ser el uno para el otro. Pero la chica universitaria, no lo olvido y le escribía cartas que él nunca contestaba. Después lella supo que el montañes se habia titulado y vivia en el norte del pais y hasta allá fueron a dar sus cartas, las que tampoco contesto.
Hasta que un día hubo una llamada, casi de despedida con la que la chica universitaria fue la mas contenta del universo. El chico volvió a irse y desaparecer, esta vez hasta un país muy, muy lejano. Pero la chica tenía una alegría enorme producto de aquella llamada.
Y fue con esa alegría que alimento la espera sin saber muy bien qué esperaba.... Y fue que un día muuuuchos años después, ella recibio un mail de su chico montañes con fotos incluidas, donde le contaba de las cosas que estaba haciendo y donde además, le decía que siempre, siempre, siempre la chica universitaria iba a tener un lugar en su corazón. Pero que él era un chico montañes solitario y así se quedaría.
Como verán la chica romántica tenía mas mala suerte en el amor que otro poco, pero era mas dura que una mula y como no creía en dios ni en religion ninguna como para entrar a un convento y olvidarse del mundo. Por tal siguio, permanecio, insistio hasta el día de hoy en "encontrar al amor de su vida".
El problema dicen, es que la chica romántica, tiene por ley que el chico en cuestión tiene que ser tan diferente, hermoso, especial, maravilloso como "un principe azul" y entonces pues la vara es alta y los humanos son humanos.
Entonces ella se la ha vivido sumando decepciones, desiluciones, desengaños, penas, tristezas, ilusiones, caídas, tantas, tantas, tantas que ya estamos bordeando la cuesta final de los 30 y la susodicha sigue sola mas no abandonada, porque tiene algunos amigos "pocos" pero así son los mejores y tiene dos gatitos y además tiene un mundo personal y propio con el cual se alimenta y alimenta las energías para seguir en este mundo.
Pero a veces a la chica romántica le dan como unos "teleles" existenciales y no sabe muy bien para dónde "mierdas" va la vida, qué se hace en una situación como esta en la que todos los amores que amó están mas bien del otro lado del charco, tres metros bajo tierra o se manifiestan ermitaños. Entonces ella quisiera ser también un poco como cada uno de todos los amores que amó y que aún mantiene en el recuerdo y quizás, vivir pero no tanto, o no tanto en esta dimensión y si todo el rato en el otro lado, en ese mundo personal y propio y paralelo y hermoso donde las cosas de la vida son tanto mas fáciles y mas simples y donde no importa tanto que la chica romántica no sea 90, 60, 90 ni tampoco la ilustrada en movimiento. Donde sólo cuenta que es una buena chica, una chica demasiado intensa, demasiado romantica pero que finalmente "solo se hace daño asi misma".
Y ahí esta, de hecho esta mañana me la encontré en la fila del supermercado y me contó que estaba hiperventilada porque le ha ido bien en el trabajo, que gana y gana dinero y que cree que es porque ya que la vida o el destino o quien chuchas maneje los hilos de su existencia, le estaba llenando los bolsillos de dinero a falta de tooooodo el amor que le debía con intereses, entonces que de pronto con una parte de su familia enferma de materialista, temía caer en las fauces de ese mal y teminar vistiendo en ZARA y paseandose por los mall que tanto odia.
Y yo le dije "pero galla tomatelo con andina" y ella me dijo, pero o sea ¿no entendiste nada?, yo no sé tomarmela con andina porque........
Erase una vez una niña, niña, adolescente, viajera, universitaria y romántica que se ponía meláncolica con los perritos y gatitos callejeros, con los viejitos y niños que pedían limosna en la calle, con las intensidades del amor........
