26 de enero de 2021

A Rita.

Y como cuando las emociones quedan  contenidas, más no en suspenso, apago el sonido del mundo, para tan solo quedarme con tu voz, contigo. Las sensaciones/emociones/nostalgias, Rita mi querida Rita, tu fuerza sigue presente, fuerte como el sol, tu energía nos/me conecta nuevamente, invitando a viajar hasta los recuerdos, a mis nostalgias.

Acabo de terminar de ver el documental donde hablan tan lindo de ti. Me pasaron tatas cosas, se me enchino la piel tantas veces, senti que eras tu la que me contabas con detalle, tu vida y experiencias, tantas, tantísimas, cuando decides marcharte de Guadalajara y comienzas tu vida en el teatro, hasta terminar en Santa. Entonces pongo pausa y ejerzo el play de la memoria que nos vuelve a reunir, surgen los tiempos del EZLN y toda tu lucha firme y consecuente a por ellxs. Me emociono, llega tan hondo, supongo porque mezclo mis tiempos con los tuyos. Acelero la memoria y recuerdo una y otra vez esas pocas tardes en Gregorio Dávila cuando sacabas la guitarra y cantabas tan bonito a Silvio, siempre con tu risa de sonrisas, esa carita de Betty Boop, ese cuerpito menudo y hermoso, luminoso por tu sonrisa, recuerdo tu rostro blanco contrastando con el rojo cereza de tu boca, nos, me tenías embelesada, eras tan simpática, tan cercana aunque fueras mayor que nosotras. 


Entonces viajo a 1993, cuando vuelvo nuevamente a México, después de 5 años de ausencia, reencontrarnos de casualidad. La casualidad es una constante en m vida, los sucesos más marcadores llegaron de esa manera. Y tu siempre tan generosa, me invitas a quedarme unos días en tu depto. Aquel que estaba cerca de los Estudios Churrubuscos, al lado de esa autopista. En aquella vecindad, donde habitabas el segundo piso, que asomanddose desde la sala/comedor mirabamos esa avenida tan sin árboles, con tanto cemento y autos. 

Con ese reencuentro y otros sucesos que no vienen al caso, es que en 1997 decido regresar a vivir a México, -definitivamente-, según yo. Gracias a tus consejos y generosidades, vuelves a recibirme durante varios meses, en el departamento de Márquez Esterling, aquel edificio antiguo sin ascensor y tu viviendo en el último piso. El edificio en cuestión quedaba casi esquina con Avenida Balderas, cerca del metro del mismo nombre, que Rockdrigo González, hiciera tan famoso. Aquel barrio que era mejor no caminarlo a profundidad de noche, pero sí detenerse en el puesto de quecas, en el de los elotes, arrendar en el videoclub, pasear por La Ciudadela, cuando todavía no se convertía en tianguis.  Tantos recuerdos, memoria de imágenes viajan hasta mi. Como los puestos de tacos de la Avenida Articulo 123, que me regañaste por probarlos y asombraste porque no morí de indigestión. Sigo agarrada a esos recuerdos que me trae el documental y como si la proyección atravesara mi memoria, veo retazos de mi historia en Ciudad de México, hilvanandose con la tuya.

Esos meses en tu depto de Avenida Balderas, fue la oportunidad para conocerte, aunque me miraras eternamete como una niña, conversabas conmigo ,de tu vida, tus dolores y amores. Mientras te miraba admirada, admirándote ya no solo como actriz de teatro, sino que ahora además como la vocalista de una banda que comenzaba a pisaba el acelerador escribiedo una gran historia.  Rita, mi querida Rita, siempre calidad, atenta, la chicoca preocupada de la gigantona, tan dulce, directa y sincera. Soy de lxs que piensa que Santa Sabina, no existiría a no ser por tu energía, fuerza, coraje. Santa Sabina, eras tu, la voz, la ideologa, la creadora, la que no dejaba un detalle sin checar, todos esos adjetivos calificativos, eran peros para esa bola de pelotudos, irresponsables, con voluntad para fumar mota y hacer relajo, incapaces de darse cuenta que cuando SS desapareció, se los llevo a ellos, no pudieron retomar con fuerza ningún proyecto musical, hasta hoy, porque faltaba la dadora de energía: Rita. Si bien me enojó escuchar a Valero y a Patricio, esta bien que quede constancia de sus ingratitudes, quién los conoce como México adoró a Rita, nadie.

Y sin embargo no puedo dejar de enojarme al recordar el blabla de PValero, mala gente, nada sorprende pero no por ello molesta menos y PatoI basura, que tu boca se haga chicharron ya que la nariz la dejaste inutilizada, mala gente, mal agradecido, culpar a Rita de tus adicciones, hay que tener bien poca ¿eh?


Dejo atrás a los necios y mejor continúo viajando hasta mis dias con meses junto a Rita, todo lo que aprendí con y de ella, la gente que cononcí a través suyo, sus historias, la ciudad, sus parajes y parejas. No puedo quedarme en la idea que no volvimos a sabernos y sin embargo no recuerdo por qué dejamos de escribirnos, por qué no supe que nació Claudio, que te emparejaste con Aldo Max. No puedo cargar esa interrogante que se transforma en una angustia innecesaria, y aunque no estuve  cuando partiste, al igual que Adri, siento que esa parte de mi se quedó a tu lado cuando nos dejaste. 



Iluminaste mi vida cuando te conoci en Guadalajara a mediados de los 80 y además, abriste mi cabeza en 1993 y en 1998. Gracias a ti y al mundo que compartiste conmigo, conocí a un buen amigo que a veces va y otras viene, pero sé que está. También me advertiste de no caer con PatoI, pero no te escuché y así lo pagué. Todavía recuerdo la receta de jugo de nopal para bajar de peso, era asqueroso, pero me lo tomé tantas veces lo preparaste. El aroma de canela evoca a tu cocina, los tallos largos abrazados con un cordel, esperando los tomaras con agua hervida pero no hirviendo, tips para cuidar la garganta y la voz. Este documental ha reavivado esas imágenes y momentos que estaban un poco atesorados/dormidos, nunca olvidados...

Nunca te voy a olvidar, no lo hice antes, menos ahora que las nostalgias ebullicionan queriendo salir del baúl, con mayor razón atesoraré los conocimientos y lecturas de vampiros, las tardes de Lovecraff, tu, Adri y yo leyendo diarios, recostadas en tu cama, la de los encajes aleja mosquitos, dónde estará Fabiola, por qué no la entrevistaron, ni a Rodrigo Garibay.


Siento que un pelín nos parecíamos, porque también tengo un credo/dios particular, una espiritualidad, un estado de contemplación que crece cuando devociono por los árboles, la tuya es más humana por eso lo del EZLN, los campesinos, la gente pobre, los niños de la calle. Me quedé sin conocer a Sergio Hernández, Rita, pensé que lo vería en el docu, pero partió antes que tu. Tu que buscabas la paz sobre el mal. 

Rita mi querida Rita, eterna gratitud, eres sol, fuente de energía, consecuencia, te quiero y te admiro. Me quedo con tu sonrisa de risa, tu carita linda, tu sencillez, humanidad, Rita, mi querida Rita, formas parte de la escasa felicidad que he tenido, estás dentro de la burbuja de cristal donde atesoro/guardo/acaricio, los recuerdos de esos 12 años, de mis días luminosos de horizontes y esperanzas, a los que sumo los meses, quizás un año, que pasé contigo. 

Gracias, infinitas gracias!!!

24 de enero de 2021

" 34 años "


Tengo una cantidad inconmensurable de sentimientos asociados a este 24 de enero, que hace 34 años, un viernes de 1987, volvíamos a Chile y comenzábamos, comenzaba a dejar de ser feliz. Atesoro para siempre jamás mis 12 felices años de vida en México. Cargo como un manto pesado sobre mis espaldas este resto de tiempo que sumado, da los años de vida que llevo en el mundo y que tantas, tantas veces he querido dejar de sumar. 

No están mis padres a mi lado, que fueron los de la idea de volver, no están mis abuelos, quienes nos recibieron, no esta mi abuelo Titin con quien tuve y mantuve las mejores conversaciones de vida, no está la Quetzi, el Gregorio, Cuchi, Escobita, Gremnlin, tengo más ausencias que presencias. Hoy en la primera década y un día del siglo XXI puedo decir con toda libertad que no soy feliz. No lo soy, no sé si  lo seré, siento que la felicidad, el horizonte, soñar con él, tener esperanzas, quedaron en la juventud en México, en la niñez también, en mi inocencia, en la confianza en lxs otrxs. Nada de eso tengo, pocas posibilidades, razones, para ser feliz. No soy feliz.


Y sin embargo este año es 21 y un atisbo pequeño de lucecita se prende en mi interior y pienso, sueño, añoro, que a lo mejor las cosas puedan cambiar para mejor de mi. No lo sé.

Este hoy 24 de enero, como lo ha sido en estos ya 34 años años, no es una fecha feliz, si para recalcar, si para recordar, patentar lo que no se tiene, todo lo que se perdio y que una vez, alguna vez hubo también un verano para mi, un verano de 12 años, donde conoci la felicidad y la disfrute a plenitud, junto a mis papás y hermanas, cuando éramos "los cinco".