19 de octubre de 2014

Feliz cumple

".... estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, 
a las muchachas bonitas, 
se las cantamos así. 
Despierta Blanquita despierta, 
mira que ya amaneció, 
ya los pajaritos cantan, 
la luna ya se metió....."

Feliz no día,
espero que  lo disfrutes,
con todos los que acá ya no están.
Te quiero y extraño mucho mamita.

11 de octubre de 2014

Adiós al comunismo chileno.

Desde hace rato que vengo echando puyas y serpientes contra los comunistas,
pero contra los comunistas actuales,
situación que sin pasarlo por el cedazo, me duele profundamente,
ya que la bandera roji-amarilla, la hoz, el martillo y a veces también la estrella amarilla y luminosa, son símbolos que han formado parte de mi vida, desde que en ella, tengo uso de razón.

Porque fue el color, ideología, bandera, posters, afiches,
que convirtieron a mis padres en determinadas personas,
que los hicieron ser las personas hermosas, generosas, que nos delegaron, heredaron todo lo bueno que tenemos, que somos, que espero sigamos siendo.
Como hicieron ser, sin militancia, la persona generosa, solidaria, que fue mi abuelo, quien pudiendo lucrar con la medicina, como tantos otros, prefirió trabajar para construir un Hospital del Tórax público, para que las personas de escasos recursos, también pudieran tratarse de los pulmones.

Ese color, martillo, hoz, que hizo que todos los que se sentían protegidos bajo su manto,
llevaran a cabo vidas sencillas, consecuentes, solidarias, generosas,
en pos de los derechos de sus iguales, los más necesitados, los siempre desposeídos.
Todas aquellas personas, que en Chile se embarcaron en un sueño posible y luchar por él.
Hasta que los milicos de mierda (aquí puedo decirlo tranquilamente, porque es mí blog), aniquilaron el sueño de ellos, de muchos, de mis papás, de mi abuelo, de amigos de mis papás como Fernando Ortiz, Don César Godoy Urrutia, de Salvador Allende
y con esos sueños destruídos, los símbolos, nostalgias, colores, banderas,
muchos, entre ellos mis padres junto a nosotros, formamos una familia, un hogar, una vida durante 12 años lejos del país de origen.

Y muchas, muchisimas cosas pasaron en nuestros 12 años y en los 17 de dictadura en Chile, hasta que llegó la democracia y al partido de mis papás, el Partido Comunista Chileno, después de darse por entero en la lucha contra la dictadura,
al arribar los que no estuvieron, ni lucharon,
ávidos de poder y asegurados por excelencia,
se quedaron con los puestos políticos, sin devolverle su legímitidad de partido polítco al PCCH, convenientemente dejándolo de lado.
Y los viejos comunistas,
aquellos como mi papá, los más mayores aún,
continuaron fieles a sus símbolos, a su bandera, a sus causas, luchas,
el tiempo continuo transcurriendo, algunos de estos ilustres, inteligentes, hermosos, valiosos, viejos comunistas, murieron y los otros, fueron marginados por los oportunistas, los mediocres, que en la sombra fueron fraguando lentamente este camino para regresar a la luz, al lado de los gobiernos de la Concertación a como diera lugar.

Como bien dice mi hermana Manuela, el asunto radical que marca una línea límite entre el comunismo que aún admiro, que quiero, por el que siento respeto y el que actualmente logró llegar al poder - a costa de lo que fuera-, bajo la protección de los socialistas, está en justamente en eso "en llegar a costa de lo que sea".
Los que a costa de todo llegaron al poder, les queda enorme el título de comunistas y debieran renombrarse como socialistas (siempre atrasados en la modernidad de los tiempos) y a sus amigos socialistas asumieran que hace años son socialdemócratas. 
Y en cambio, para los que han tenido una consecuencia de vida, historia, actos, existencia, pensamiento, símbolos, banderas, pudiéramos seguir siendo comunistas, sentirnos orgullosos de esta distinción.
Sé que en la historia del comunismo chileno, éstos fueron más bien conciliadores y que sólo en circunstancias especiales, como las de la dictadura, tomaron las armas como forma de defensa y lucha, a través del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, pero que no está en su esencia. En la mía tampoco, no soy una comunista revolucionaria que crea que para llegar al poder hay que hacerlo tomando el fusil, en eso somos diferentes muy diferentes a Fídel Castro, que de todos modos amamos y admiramos por la revolución que los llevó hasta donde están. Los míos, mis comunistas, mis viejos comunistas, yo, somos marxistas Leninistas y creemos en el dialogo para solucionar los problemas, no tenemos ansias de poder, ni intención de lograr nuestros sueños a costa de nada  y tratamos de trabajar junto a los más necesitados que usualmente son los que no están junto al poder, sino más bien pisoteados por ellos.

El Partido Comunista Chileno, así como también el Partido Comunista Mexicano, fueron creados por personas en las mismas circunstancias, unos mejores oradores, pensadores, que otros pero todos unidos para defender los derechos de los desposeídos, obreros, mineros, campesinos, la gente humilde, pobladores, estudiantes.
Es por eso que me gustaría tanto, tanto, tantísimo, que los que se dicen comunistas y están actualmente en el poder junto a la Concertación, dejaran de usar el adjetivo "comunistas" para que de ahora en más, no tenga que referirme a ellos con desprecio, como si fuera una facha de mierda, como las viejas fachas de los años 70 que salían con sus anteojos de sol tipo mujer mosca y su cacerola para reclamar contra Allende. No quiero parecer fascista, porque realmente estoy demasiado lejos de serlo, por más que odie a estos que se dicen comunistas, jamás votaría pro el adversario de la derecha.
Quiero que a mis amados viejos, nostálgicos, ideologos, mi papá, mi mamá, los amigos de ellos, comunistas, como yo, como mi corazón siente que soy, los que estamos en la IZQUIERDA COMUNISTA, seamos los únicos, que podamos sentirnos orgullosos de amar a Cuba, Fidel Castro, Chávez, Evo Morales, a la URSS a Lenin y no tener que atrincar a estos sapos amarillentos socialistas, socialdemócratas descoloridos, insultándolos como "comunistas del asco".
¿Será mucho pedir?