31 de enero de 2014

Viaje a México: Barrio de San Jerónimo Lidice.




A estos barrios fui a llegar en mi primer día de arribo a la Ciudad de México. Alojándome en casa de mi hermano.

San Jerónimo Lídice (porque existen otros varios barrios San Jerónimo Magdalena, etc.,) me recuerda al otro hermoso que estaba al interior del barrio Coyoacán. Aquel de casas enormes, de la gente de la "alta sociedad" y así mismo con muros elevados para que nadie desde fuera pueda enterarse del confort con el que viven. Muros enormes de piedras rojas, creo que de cantera, de aquellas porosas como la piedra pome, pero en rojo o en amarillo. Murallones por donde crece la hierba silvestre, ramificándose por todo lo ancho y largo. Algunas edificaciones se logran vislumbrar más arriba de sus muros de protección. Algunas de estilo inglés con buhardillas, techos de teja, ventanillas encantadoras, árboles protectores. Otras de fachadas mas modernas, quizás con muros no tan altos  y en vez con rejas de diseños varios. Entre medio y mezclándose democráticamente, aunque digan lo contrario con casitas de menor grandeza y esplendor, negocios de barrio, farmacias, puestos de tacos, la frutería y verdulería, el señor de las aguas frescas, de los jugos de pomelo o naranja, el carrito de las semillitas y cacahuates diversos. Calles pavimentadas en la colonia, nunca más tocadas o modificadas y por tal el suelo es de piedras, que al rozar con las ruedas del automóvil se siente una sensación particular. Veredas angostas, pocas personas paseándose por ellas, muchos negocios, mucha vida, colorido, olores maravillosos que atraviesan y viajan por el aire hasta llegar a uno.

Ayer en la tarde escuche a un vendedor ambulante gritando algo y en el final de su pregón decía "tamales de Oaxaca". Después me contó mi hermano que es porque el domingo 2 de Febrero se conmemora el Día de La Candelaria y para esa ocasión, buenos son los tamales del sureste.

Y como todo en México "mágico" es maravilloso, además de las bellezas arquitectónicas, este singular barrio cuenta con una iglesia antiquísima, la iglesia del Convento de San Jerónimo (perteneció a las Monjas Jerónimas de la Orden de San Jerónimo de la Ciudad de mexico en la Nueva España y donde destaca la poetisa novohispana Sor Juana Inés de la Cruz). Esas hermosas particularidades de las cuales está compuesto este hermoso país. Ahí les dejo alguna fotos, no tomadas lamentablemente por mi, pero ya lo haré tanto del barrio de San Jerónimo, como de su iglesia. Y un poco de historia que mal no nos viene...

EL CONVENTO DE SAN JERONIMO:

Tiene una arquitectura que obedece al estilo "barroco herreriano". Posee una planta de cruz que consta de una torre y campanario, una cúpula semiesférica y dos coros. Por otro lado sus puertas dirigen la nave con el convento que tiene dos portadas hacia la calle.

Fue inaugurado en 1623 bajo el maestro Alonso Martinez Lopez. Cuenta con un claustro grande, varias ruinas de las celdas de las monjas, restos de fuentes, etc., Fue trazado en base a un modelo heptagonal y cuenta con seis patios: Patio del Gran Claustro, Patrio de los Gatos, Patio de las Confesiones, Patio de las Novicias, Patio de la Fundacion y Patio de los Cipreses. El nombre original del Convento de San Jerónimo, fue Convento de Nuestra Señora de la Expectacion, de la Orden de Nuestro Padre San Jerónimo de Ciudad de Mexico. Después de mucha historia de abandono y construcción en él de vecindades, un estacionamiento y locales comerciales, pero en los periodos de Echeverria y Lopez Portillo, fue expropiado en 1971 y en 1975 hasta que en 1979 se iniciaron las restauraciones declarándolo oficialmente Patrimonio Nacional (bajo la protección de las leyes del Instituto Nacional de Antropologia e Historia, INHA y mas tarde por UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad.  

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