2 de agosto de 2018

Sucedáneo todavía.

Intenté escribir todavía,
deletrearla, pensarla,
comprendí que ya no.

Ya no es tal.

Por un instante me pudo,
un algo corrió veloz,
diseñando imágenes,
enchinando pieles,
cerrar los ojos y volar.

Ya no hay imágenes.

Llegar a ese instante,
en el que más que todavía,
estabas.

Ya no es tal,
no hay imágenes.

Sucedáneo de todavía,
intentar recordar,
recuperar el hálito de nostalgia,
a la que no se vuelve.

De la mente,
hasta el vaho al que no se vuelve, 
por la nostalgia de sentimiento,
que quedó sin ruta.

Ya no es,
no hay imágenes.

Simplemente,
no es malo,
pero tampoco bueno,
simplemente.

Ya no es tal,
no hay imágenes,
ya no es.

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