1 de junio de 2012

Pérdidas.

Ayer me jaquearon del verbo mi correo yahoo.
Fue realmente un hecho más que lamentable, de violencia inaudita.
Sentí que mi privacidad era invadida.
Que el mundo que construí durante muchos años, me era arrebatado (todavía no puedo entrar) y en la mira de un pinche hijo de puta o hija, vaya uno a saber.

Me sentí altamente violentada, violada.
La intromisión del espacio propio, de forma tan desaforada provoca un apretuje estomacal, una sensación de pequeñez, soledad, terrible.

Anoche pensaba mientras intentaba conciliar el sueño, en la historia de mi correo. Como soy hija de historiador tengo la manía de pensar que todo, todo, todo, tiene una historia para guardar, recordar o ser contada.
La de mi correo yahoo es particular y antigua como lo es todo lo bueno.


ERASE UNA VEZ.
Todo comenzó hace añales ya, creo que principios de los 90 cuando mi amado hermano Antonio, estaba de paso por Santiago de Chile, casualmente visitando a su querida familia chilena. Él que es un hombre ocupado, que viaja por el mundo, que actualmente va con computadora Mac y con Blackberry, ahí donde uno lo ve tan cabeza de Tolteca, es la neta del planeta en materias tecnologizadas. Pues bien, con este querido señor salimos un día cualquiera a pasear por la ciudad y de paso a buscar un computador, un ciber café, un donde mi hermano pudiera enviar una serie de temas "urgentes" que lo tenían con el pidulle entre las nalgas.

Los pasos nos llevaron hasta el Paseo Ahumada, que para aquellos mosos años 90 la onda del ciber café, que ahora hay que sacarselos de encima, NO EXISTIAN, estabamos como siempre, lo más de lo más alejados de la modernidad. Pues bien nos echamos el Paseo Ahumada de norte a sur y vice versa, con mi hermano que disimulada y mexicamente ya le salían humos por las orejas, cuando de pronto, bajando muchos escalones y quedando literalmente más allá de tres metros bajo suelo, encontramos un algo extraño que parecía una papeleria, que podía ser una "Casa de masajes" que por estar donde estaba, todo los puede ligaban con el momento, pero además contaba "exclusivamente" con dos computadores para uso del publico, previa paga obviamente.

Ante lo cual, mi sisterno Antonio, se lanzó sobre el computador que estaba desocupado e hizo de sus menesteres un placer, casi chisporroteaba de tanta felicidad, nos echaba piropos por lo eficientes, tiernas, maravillosas que éramos al haberlo acompañado y encontrado ese maravilloso lugar que lo sacaría de todos sus apuros. Después que mandó mails y avisos, petitorios, cartas, sugerencias y otros a todos los "pendientes" que tenía, además de agradecer el gesto invitándonos a comer a algún portentoso y exitante lugar, tuvo a bien consultarnos cuales eran nuestros mails para dejarlos en su lista de contactos ¿Que? ¿con que se comen?

El par de nacas de sus sisternas adoradas: Manuela y Colomba, carecían de correo electronico. ¿Como podía ser esto?, pues porque la modernidad no había llegado a Chile todavía, solo para elite (como siempre) y como buenas hijas de un comunista, la elite nos la metíamos por el culo todos los días. Mi sisterna Manucita que es rebelde en toda la extensión de la palabra y sobre todo desconfiada, dijo que ella no necesitaba un correo y que estaba muy bien así, que no tenía -fuera de él-, a nadie a quien escribirle y se sabía por hechos históricos que Antonio no se caracterizaba por ser muy bueno en esto de responder las cartas, asi que con todo respeto pasaba del acontecimiento.
Pero la Colombita ensoñada, que ama por sobre todas las cosas del mundo a su hermanito-sisterno Antonio, que siempre cuando está de buen humor, trata de consentirlo en lo más que se puede, se entrego absoluta y totalmente a esta invitación que el Tolteca hacia.
Acto seguido, lamentablemente y ahí me falla los requerimientos históricos, no guardo la fecha exacta de ese momento magno en el que mi hermano me hizo el correo electrónico de colombarra@yahoo.com

Él quería que fuera colombachalamariacha@yahoo.com pero lo encontraba un poco largo además de estruendoso y aunque muchos no lo crean, yo soy  una chica que le gusta pasar desapercibida, que con mi encanto, belleza y simpatía no lo consiga, es otra cosa mariposa.
El punto es que desde ese día, perdido allá por la década de los 90 me estrené en sociedad, de la mano de mi por siempre amado hermano mexicano Antonio, con mi correo yahoo.
Hartos meses por no decir un añito al menos, tuvo que pasar para que viniera a echarle en vistas y usarlo, pero ahí estaba fiel a mi esperando ese magno día.
De ahí al menos le podriamos sumar siendo generosos, unos 10 años junto al mismo correo, porque me caracterizo por sobre todas las cosas, de ser alguien muy fiel a mis causas y así mismo cuando me traicionan, agarrense porque como buena mexicana por adopción soy peligrosa en materias de revanchas, revenge o venganzas.
                                                  
                                                              THE END.

Y esa fue la historia de este maravilloso correo electrónico, desde donde hice amigos, retome contacto con más amigos, armé las bases fundamentales de mi pequeña PYME de transcripciones y solo una vez tuve que cambiar la clave porque, bueno porque soy un poco monguenga y me vi obligada a hacerlo.
Sé que mi padre entendería mejor que nadie este dolor materialista "espacial" que siento. Porque solo un pegado con la historia como él, le daría el respeto y valor a esa dirección de correo que me abrio tantas puertas, tantos mundos diversos, tantas noticias buenas, malas, maravillosas que di, que recibí.

Quizás como siempre me estoy ahogando en mi propio vaso de agua, juro que me gustaria pensar que así es, pero por si las moscas y por si aquello de que no logro nunca jamás de los nuncas, recuperar mi correo y todas las cosas, cartas, mensajes, datos, fechas, fotos, que atesoraba en su interior, quería al menos, darle un HONOR Y GLORIA por estos chorrocientos años en los que vivimos juntos tantas, tantisimas cosas.
Saludos miles!!

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