Gogo de mi corazón,
Ayer, antes que terminara febrero, me corté el pelo como lo he hecho durante estos 15 largos y tristes años, desde que partiste. El miércoles que caía tu aniversario, no quise hacer el rito porque no estaba en Santiago. Mi Gogo amor, mi peludito, mi amarillito peludo, mi ojitos amarillos, mi bebé. La wawita que dormía metido en mi estómago, como queriendo hacerte nacer. Sentir tu calorcito fue de las situaciones más hermosas de la vida.
Quince años, mi Mollollo hermoso, una década y cinco años, tanto tiempo, de ese que transcurre y sigue sumando y una sintiendo que fue hace una eternidad y no por ello, la ausencia se ha extinguido. Estás en todas partes, en los rincones del patio, entre la hiedra, arriba de la estufa aunque ahora sean otras, en la pieza nuestra pieza. Amorcito mío siempre.
Te quiero siempre, estás en mi memoria, en el corazón.
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