El otro día veíamos TV en tu pieza, que momentáneamente es de Manu y me pasaron cosas fuertes.
Recostada en tu cama, la Manucita sentada en tu sillón, viendo la tele y comiendo....... el tiempo me agarró y trasladó hasta los tiempos de mismas circunstancias, pero donde éramos solo tu y yo, de la manito, comiendo cositas ricas y viendo la televisión.
De esos instantes que uno congela en la memoria para siempre jamás.
Por suerte, tengo esos recuerdos de nosotras dos juntitas, pegaditas, de la mano. Por suerte para mi, para mis días de mala conciencia, de sentirme la peor de las hijas. Para llenar las nostalgias y las penas y las ausencias y el dolor por no tenerte. Para cuando sufra mucho, mucho y piense que no fui tan buena hija como debería........ y entonces remontarme a esos momentos en los que tu sí que fuiste la mejor mamá desde el primer día hasta el último.
Te amo mucho Blanquita, Abuelita de Batman, me haces tanta falta, extraño tanto tu presencia, aunque vuelas leve por toda la casa, me hace falta tu presencia a la cual abrazar y decirte al oído cuanto te quiero.
Un día como hoy, pero hace muchos años atrás,
partió mi amado Goyito, Gregorio Orrego Sánchez.
Era mi amado gatito, al fin un gatito para mí.
La mascota, compañero que más había querido tener,
y que en casa de perrunos, no lo había logrado alcanzar,
hasta que llegaste tú, mi amarillito y lindo minino.
Y mientras estuvimos juntos, fuimos los más felices ¿verdad Goyito?
domir juntitos en mi cama,
acurrucaditos los dos,
esas comidas selectas que te dabámos,
y pese a todas las adversidades que acompañaron tu existencia,
nos hiciste muy feliz.
Es por ello que hoy, como siempre,
te traigo hasta mi,
para volver abrazarte y reiterarte lo mucho, muchisimo,
que TE AMO y te extraño.
Te quedaste congelado en esta foto,
en la cada de Guadalajara,
con las alegrías, los momentos maravillosos que compartimos en esa casa,
esa ciudad, ese país,
todo lo bueno, lo mejor, se quedó allá.
Te quiero, te quiero, te quiero,
no te olvido, no te olvido, no te olvido.
Besos, besitos, besos.
He descubierto que las únicas personas capaces de ser amigos, en las buenas y en las malas, son los hombres. Jamás pensé que viviría para decir esto, tanto detestarlos por sentirlos tan inferiores (a mi), tan tarados, pero en cambio son con quienes primero socializo (será porque me gustan?) y ahora además descubro que son los únicos capaces de dejar todo, absolutamente todo, por sus queridos amigos, además de dar la vida, la billetera, la casa, el sofá y la cama.
Los únicos que si la novia no le gustan tus amigos,
la novia es la que se va de la casa,
que si la novia, pareja, mujer, esposa, dice algo contra los amigos,
a la que enjucian es a ella.
Los únicos que si de verdad estás que te lleva la fregada,
te sientes solo, triste, dejado, apaliado,
tus amigos,
tus verdaderos amigos,
dejan todo lo que estén haciendo (hasta y empezando por aquello),
por ir acompañarte,
apoyarte, apañarte,
en las buenas y en las malas.
En mi caso,
la historia de los novios de mis amigas,
los esposos, pololos, compañeros, amantes,
es que ellos valdrán mucho más y yo seré el recambio para los días de soledad,
cero valorar a la persona que soy,
pueden prescindir de los amigos,
jamás de la supuesta media naranja,
personas limitadas, limitrofes,
que tan solo ven la vida en pareja amorosa
y no en pareja de amigos,
o sea no valoran el único lazo real, serio y profundo que son los amigos,
el único además de los hermanos,
que es realmente para siempre.
Hubo un tiempo que pensé que éste defecto era de los chilenos,
en las y los amigos chilenos que la vida puso en mi camino,
que eran ellos los egoístas,
quienes a la primera oportunidad de tener pareja,
se alejaban de mi,
dejándome en el más absoluto olvido,
recordables tan solo, si a la pareja les caíamos bien
o hasta que volvieran a quedar "solas",
ese temor innentendible a la soledad,
a estar sola,
a que aquel agujero tapado a punta de parejas,
volviera a abrirse,
entonces buenos eran los amigos para ocultarlo,
tapar el eterno vacio,
del cual ansiaban alejarse.
Pero después viajé el 2014 a México
y para mi muy hondo pesar,
descubrí que aquellos que se decían "mis amigos",
lo eran única y exclusivamente en mi incosciente
o quizás lo fueron mientras todos fuimos niños
y la exigencia de la pareja no importaba,
que sino se repetía la maniobra: si no existía nadie ocupando sus días,
si estaban solteros o sus relaciones de pareja eran muy aburridas, monotonas,
entonces eran súper oportunos los amigos.
Y pienso,
que quizás uno como verdadero amigo,
en respeto al vínculo "amistad",
cuando estos que se creen tus amigos, vuelven,
no abrirles la puerta del corazón menos de tu casa,
continuar la vida como hasta entonces, sin ellos, lo más bien,
tranquila y lo más bien,
no en un espíritu del ojo por ojo,
simplemente en honor a la justicia.......
donde se nivelen las cosas: que el otro o la otra, sienta ojalá, en carne propia, el mismo desprecio y rechazo que provocó.
¿Será?
Mientras tanto,
el único consuelo posible,
para mi al menos,
es admirar y envidar a los que realmente alimentan y florecen verdaderas y sinceras relaciones de amistad,
como lo verbaliza mi querido Pinocho,
vocalista de Estramboticos en el tema "Mis amigos".
