Y llegó el día,
finalmente llegó
¿será también mi día?
O la canción de San Pascualito
Rey, ¿me perseguirá por siempre jamás?
Anoche perdí a las
cartas,
¿servirá de augurio?
Existe intensidad en los hechos,
en los venideros,
e inevitablemente otro
algo,
no sé si más fuerte
o más poderoso,
no lo sé,
tengo la calma sobre
mis hombros.
Será calma, tranquilidad o
desconfianza,
no lo sé,
adentrémonos a lo que
tenga que ser,
en espera que sea lo mejor posible,
que "mi Dios
personal" esté de mi lado,
eso es lo que pido,
de mi lado,
hoy más que nunca.
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