10 de noviembre de 2013

Te soñé.

Sueño que estamos arreglando y limpiando la casa. Estamos la Manu y yo pasando paño para sacar tierra de la pieza de su escritorio. Es una habitación completamente distinta a la nuestra, tiene un ventanal de forma curvada como bowindo sin serlo, de maderas nuevas recién talladas y de color café muy claro. Hay unos muebles abajo de ésta y un perchero donde cuelga tu bata morada, de pronto la miro y encuentro raro que esté ahi. La muevo y de abajo apareces tu. Vestida con el delantal vestido negro de motitas blancas que te regaló la Martita, con los anteojos colgando de tu cuello, con cara de pícarona. Todos sabemos que estás muerta, de hecho parte de los arreglos son para arreglar un poco la casa tras tu partida, cosas que ibamos hacer contigo y que ya no. Sales de ahi y me lanzo a tus brazos llorando, abrazándote, diciendote "mamita, mamita linda" con muchas lágrimas, muy emocionada, con mucha pena y al mismo tiempo alegría por volver a verte. Te abrazo y abrazo mil veces, caminamos unos pasos, quedamos las dos frente a este ventanal curvo, yo sigo abrazándote, llorando, diciendote "mamita, mamita, mamita". Yo sé que estás muerta y sin embargo tenerte ahí es tan vivo, tan real. No dejo de abrazarte. Tu estás bien, se te ve bien, coqueta como siempre, sin respirador, como picarona, como si te hubiera encontrado bajo la bata tras jugar a las escondidas.

No hay comentarios.: