12 de diciembre de 2017

Incansable a la tristeza.


Dije que tomaría bajo mi responsabilidad la debilidad que me produces,
volver a verte, estar contigo,
a costa de lo que fuere,
porque es más fuerte las ganas de estar contigo, 
que ninguna otra cosa.


Pero cuando las horas transcurrieron,
y estabas ahí junto a mí,
cuando estábamos pasándola bien,
relajados, 
olvidé lo que auto prometí
y comencé con las expectativas.


A veces siento que me hará bien tu lejanía,
después pienso que no estarás cerca 
y se me aprieta el pecho,
supongo que te quiero mucho,
sé que me gustas también,
pero fundamentalmente,
estás dentro de mi vida, más de lo que imaginé.


Y se mezcla todo,
nuestra amistad,
mi gusto por ti,
los momentos juntos,
la cercanía a la que puedo acceder.

Y se mezcla todo,
quisiera más
y estás ahí junto a mi, 
quisiera me abrazaras,
solamente me abrazaras
y justamente es tanto lo que pido.


Porque si reaccionaras con un gesto,
como te dije ayer
¿dónde lo acomodo?
¿en el del amigo?
¿o en el lugar del hombre que me gusta tanto?


La cordura dice mejor no al gesto
pero ¿qué hago con la necesidad de piel?
y es que está el pero aquel que eres mi amigo
o al menos,
lo único que puedes darme.


Tendré que acostumbrarme a esa idea,
en el azote de la intensidad,
aprovecharé la lejanía geográfica,
para acostumbrar al mundo sin ti,
nuevamente,
sin la energía de momentos juntos,
peleados, discutidos, entretenidos, sonrientes,
pero siempre tan, tan energético.


Inevitablemente antes de tu partida,
ya te estoy echando de menos,
adelantándome al tiempo,
al momento,
quizás, acostumbrando a mi corazón, a no verte cuando quiera,
a tan solo hablarnos.


No te negaré que me alivió escuchar que no será así,
que vendrás mucho,
que no tienes tantos amigos en los cuales dosificarte,
que podré tenerte muchas horas,
que nos veremos harto,
pese a que todo será distinto.

Y vuelta con lo mismo,
claro que todo será distinto,
no existirá tu casa,
sí los cafés,
sí mi casa
y la certeza, porque tu lo dijiste, que nos veremos.


Y en lo que intento no ser la "es que así soy yo"
e intento comenzar a "ser la que seré",
en la espera de esos días en los que vendrás,
te voy a echar de menos....

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