7 de noviembre de 2016

La Madurez.

Anoche, antes de dormir me puse a conversar con mi voz interna,
aquella que es a la vez conciencia,
que susurra en tu oído cuando haces bien y cuando haces mal,
que te reprende y felicita,
aquella mi voz interna-conciencia.
Y haciendo una suerte de resumen de actividades,
me decía:
- tanto que llevo de conocerte y no logro entender tu comportamiento ¿eres la esencia de  una mula? ¿o qué?
le contesté,
que si bien tenía motivos de sobra para pegarme un balazo,
no sentía que mi actuar fuera el de una mula,
si no el de una persona, 
que pese a todo, 
no es que crea en la humanidad, 
pero sí en algunos de los seres, que cuando están en masa, conforman esa palabra, en esta tierra.

Y esas palabras, reflexiones iban y venían,
arrullaron mi sueño hasta quedarme dormida,
para soñar aquello tan esclarecedor que se apoderó de mi inconsciente.
Creo que hoy entendí como nunca antes,
que existen dos formas de analizar y comprender un sueño: 
la literal y en la que ahondas en cada fragmento de éste.
El mío era más claro imposible,
literal y esclarecedor,
porque llevaba en su esencia,
el resumen de todo lo sentido.

Aquello que de tanto en tanto sucede,
cuando sientes que unas puertas se cierran tras de ti
y dentro de esa casa, queda la negrura misma
y entonces,
aparece una ventana, 
de cortinas blancas, luminosa, hermosa, de cristales limpios,
que te invita a entrar.
Ingresar a lo nuevo,
donde quieran conocerte,
aceptarte tal cual eres,
saber de ti y tu de ell@s,
mezclarse con calidez y respeto.

Y con los esclarecimientos en la palma de la mano,
comenzar a hilvanar otras historias,
donde lo bueno de mi se mantenga,
aprender a dosificar,
de esencia es intensa, 
si amo es con todo,
si soy amiga es para siempre,
si estoy es ahí
y así antes era con la misma magnitud el odio, la venganza y el rencor.

Pero en tiempos de madurez, 
de crecer y aprender,
de buenas y malas, 
lo hacemos sin odio, sin vengarme, menos atesorar rencor.
No luchamos contra natura,
pero de estar presente absolutamente,
ahora desaparecer totalmente,
aquello tan mío: la radicalidad inquebrantable.

Bien sé,  que si no soy yo la que me quiero, valoro y aprecio
¿quién lo hará?
que quienes eran ciegos proseguirán así,
soy como soy y no todo de mi, quiero modificar
cuando lo he intentado, 
solo enmierdar mi alma he alcanzado.

Mentalizada estoy,
alejo todo lo malo,
a los que no me ven,
que no me sienten,
me ignoran,
a esta mi persona-lidad enorme,
intensa, extrovertida,
no gasten energías apagándome,
invisibilizándome,
les ahorro el trabajo,
desapareciendo sin chistar,
solo a la vista de quienes me quieran ver.

Lejos de mi,
apártense ya,
abro todas las ventanas,
de cortinas o suaves tules blancos, 
por donde entrar,
invitada a pasar,
para todo el que quiera ver, sentir, querer, devolveré lo mismo en mayor cantidad.

Gracias universo,
gracias por las fuerzas,
las que permiten levantarme,
continuar sin mirar atrás,
sin venganza, ni rencor,
para seguir caminando por la vida, vivida, para vivir, vida.

No hay comentarios.: