26 de julio de 2016

... ¡¡¡ Tres años ¡¡¡ ...

Querida mamita,
Esta madrugada tuve algunos malos sueños, recuerdos de situaciones en la que no estuve a la altura de las circunstancias, contigo, pero aunque no sirva de consuelo, quiero que sepas, que desde que te fuiste, mi vida se partió en dos. Me quedé sin ningún afecto que haga latir fuerte a mi corazón, como final de cuentas lo hacías tú y mi papá. 
Ya no existen esos miles de amigos  con los cuales llenar una mesa larga, bien larga para mis cumpleaños, ahora en su mayoría, todos no son más que espejismos.
Comprendí posterior a tu partida, que no tengo a nadie incondicional como lo eras tú. Y supongo que tampoco nadie, nadie, que me quiera como lo hacías tu.

Porque eras mi mamá y solo las de tu rango, nos quieren para siempre e incondicionalmente a pesar de todos nuestros defectos y ahí es donde uno se confunde y cree que los amigos, las personas que se dicen cercanas, son una continuación del cariño que tu nos dabas, pero...

Tu muerte produjo un corte radical en mi vida, 
que al mirar para todos lados,
descubrí que jamás de los nuncas encontraría en la vida, en la tierra, quizás sí en el aire, entre las nubes, alojado entre las flores, alguien como tú. 
Con tu incondicionalidad, 
tu generosidad,
amistad, compañía.
Yo sé que me quisiste y te agradezco y a la vida también, por haberte tenido de mamá, 
a mi lado todo el tiempo que pudimos estar 
y que siempre, siempre será así,
aunque con gusto a poco sienta que pudo haber sido por más tiempo.

Te quiero eternamente mamita,
siempre estás en mis pensamientos,
en el corazón,
en los pasos que doy por esta ciudad que siento tan ajena,
que a veces en algunos rincones recuerdo situaciones vividas con ustedes,
de ti o de mi papá,
entre ustedes,
recuerdos de antes de nosotras
y por un instante un hilo conductor me une a ello
y después vuelta a la realidad.

Pero ahora sé que ya no es solo un tema de lejanía con este país,
si no que también con cualquier lugar a donde mis pasos me lleven,
porque sé que al volver,
no los encontraré a ustedes,
no podré contarles lo que vi,
lo que sentí,
conversé con otros
y es entonces que la intensidad de todo, pierde color, tono y sentido.

No quiero consagrar la vida a tu muerte,
preferiría hacerlo a tu vida,
a buscar retazos de tu niñez, juventud,
pasajes donde la vida salga por tus ojos,
por tu sonrisa linda,
por el remolino de tu pelo,
mi querida mamita linda.
¿Tu qué dices?
Besos miles de mi corazón para ti!!!

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