1 de octubre de 2013

Rememoranzas.

Tengo por suerte a mi querida hermana Manucita, que me eleva los pensamientos con sus frases coherentes sobre "dejar ir a los muertos sin quedarnos tristes", porque la dejamos ir, porque aunque su muerte nos duele, nos pone terriblemente tristes, no hay que pensarla en triste, no hay que recordarla en lamentos, porque los vivos que se nos van muertos, deben ser recordados, nostalgiados, rememorados alegremente aunque nos duela su partida.

El tema católico de la culpa, la que arrastramos y que hace de nuestros muertos mas bien llagas que seres preciosos, con los que compartimos la vida. Mejor sería tenerlos, sin lugar a dudas, pero si la muerte, la partida, fue buena, sin dolor, innevitable, buena, sin dolor, con todos sus hijos cerca, con los seres queridos también, entonces aunque el espacio vacío que dejan, que dejaste, es para siempre, tendriamos que rememorarlos lo más felices posible y sin excesiva pena (aunque tengamos mucha).

Pues me cuesta, encuentro lógico todo lo que me dice mi hermana, lo entiendo, lo analizo y encuentro que así es, pero vivirlo, practicarlo y experimentarlo, son cosas diferentes. Siento que a la hora de los quiubos, pienso, pienso mucho, con un apretón de estómago, de pena, honda y profunda pena, por todo lo que no hice, dije, cuando estaba ella aqui, en vez también de pensar en lo que si hice, estando juntas.
Esa sensación-acción, de azote en el que es más fácil, normal, común, pensar que uno es una persona mala por todo lo que le falto hacer, en vez de valorar lo que si pasó, los buenos momentos que fueron muchos, es algo que me persigue por muy lógicas y coherentes sean las palabras de mi hermanita Manucita.

Siempre lo primero que traigo hasta mi mente cuando pienso en ella, es en los momentos no tan esplendidos de nuestra vida......... ¿por qué? Tengo que hacer un esfuerzo de aquellos para evocar también lo bueno, las demostraciones de mi amor, la preocupación, los detalles, los pequeños momentos, que eran los mejores. También es cierto que será porque me haces una falta de aquellas, que hay tardes en las que quisiera ir a meterme a tu pieza, recostarme en tu cama, mientras tu desde el sillón me hablas, tomar tu mano, contarnos cosas simples, importantes, estar otra vez juntitas, tomaditas de la mano, mirar tu carita, lanzarte besitos. Te quiero tanto mamita, te extraño tanto, me haces muchisima falta....

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