16 de septiembre de 2013

Tu ausencia en septiembre...

Después de tanto esperar la primavera, el calorcito, que la bugambilia floreciera, que el aroma de las flores entrara por todas partes, abrir las ventanas y puertas de la galería para calentar naturalmente el ambiente, para que tu, mamita linda, vieras enverdecer y rojizar la bugambilia desde tu camita, desde la galería, nada, nada y pese a que todo está por estallar, el sol, las flores, los aromas, la primavera a mil, nada, nada, todo, todo, deja de tener sentido.

Supongo que será el efecto septiembre con su conmemoración de 40 años, el peso de la historia, aquella historia que construiste con mi papá, juntitos, felices, alegres, creyendo a mil en la Unidad Popular. También será que se acercan los dos meses desde que te fuiste, que la casa comienza a gritar lo evidente QUE NO ESTAS, NI VOLVERAS A ESTAR, que ya no te apareces en mis sueños, que por más que pienso y lloro por tí, no apareces para calmar mi pena, mi honda pena mamita querida. Tu ausencia comienza a pegar fuerte. Fuerte en mi corazón, en la casa, en la belleza con que cada día se tiñe el aire, el cielo, las flores que  nacen coloridas, hermosas, la bugambilia que comienza a llenarse de brotes, el limón de frutos, el jardín entero de verdor. Y no puedo dejar de lamentar que no estés para admirar, para olorosear los dulces aromas de las flores, de la flor de la naranja que se cuela por el aire...

Me consuela poquito saber que apareces en los sueños de la Emi, en compañía de mi papá, los dos igualitos a como nos dejaron, que estés junto a él, que vuelvas  a ver a tus queridos hermanos, a tus papás, a la gente querida que toda, toda, se ha ido. Pero tampoco me alcanza tanto porque en tu alegría y ausencia, se marca la presencia que no estás, que por más que toda tú marcas un espacio en la casa, no estás, no estás para tomarte la mano, para abrazarte, decirte una pesadez, pero sobre todo abrazarte y ser lo tierna y cariñosa que siento que no fui, lo amorosa y cariñosa que siento que no fui, que quisiera ahora que no te tengo, hacer mucho de lo que no cuando si estabas. Eso que le dicen "culpas" internas, externas, vivas, en carne propia, latentes, dolosas, porque maldita sea soy tan común y corriente, que al igual que las ovejas del montón descubro, que todo cuanto debí haber hecho en vida, ahora tan solo puedo marcarlo en faltas, en ausencias, en carencias, en ganas de abrazarte, decirte que te quiero con todo mi corazón, que me encantaba ser tu amiga, tu compañera de casa, de ver todas esas noches juntitas en tu pieza, las series de TV, las malas, las entretenidas, las obvias, todas y cada una, como diría la masa "LAS VERIA NUEVAMENTE SI ESTUVIERAS ACA CONMIGO".

Esos placeres siniestros que nos deja el ser tan humanos, tan tontos, tan creídos de no aprender de las experiencias vividas por otros, igual de tarados que una, y que ahora sumarme a la masa no me sirve ni de consuelo ni de nada, porque lo que más quisiera, lo unico que quisiera es TENERTE A MI  LADO.

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