20 de enero de 2013

Frustraciones...

 
Miro el mundo y todos han cambiado,
alcanzado las metas más anheladas,
y el primer pensamiento que llega a mi mente es que yo no,
sentimientos de frustración nublan la mente,
desazón, sin sentido, sin razón, sin posibilidades de ir más allá,
saber que se ha dado tanto, quizás no todo, pero tanto y sin embargo las verdaderas metas, objetivos, sueños no se logran alcanzar, 
pero para otros si, para otros pareciera ser todo más simple, sencillo, fácil,
no para mi.

Otros que en realidad no me interesan,
no pueden estar más lejanos de mi,
del cariño, de la vida,
y sin embargo me duele pensar que ellos si y yo no,
o yo no tanto,
no tanto lo que quiero,
no tanto lo que yo quiero alcanzar, conseguir,
y siempre con las ideas fijas, con los objetivos claros,
y sin embargo la posibilidad de alcanzarlos se diluye,
tardan en lograrse, tanto, tanto, siempre tiempo, tiempo por esperar, por trabajar, por lograr.

Frustración,
crece, sube, se apodera de las ideas, de los sentimientos, nubla, crece, frustra,
sentimientos oscuros,
deseos de lanzarme por el Olimpo sin pensarlo dos veces,
sin pensarlo,
terminar con las esperanzas,
sueños que tardan tanto en llegar, dejar de luchar, de cansarse, sumar frustraciones más que alegrías menos.

La frustración sigue en aumento,
la mirada se enegrece,
nada importa, ni los sonidos, menos los aromas, los colores, negro, negro, frustración, dolor, rabia, impotencia, deseos de gritar, gritar tan fuerte que con el sonido de mi voz me parta en mil pedazos, irreconocible, inarreglable, fin, terminar, adiós.

Y de pronto la calma,
ese optimismo casi malsano que se apodera de mi vida,
de los latidos, orientaciones,
que recuerda los muchos viajes por hacer,
el más importante,
por el que va la última lucha,  la vida misma,
los sueños y sin ellos o con ellos, nos vamos todos a la mierda, al abismo o a la gloria misma.
Quizás la espera sirva de consuelo, sumar todas las esperanzas en ese lugar, ese viaje, ese lugar sagrado, las esperanzas, sueños, metas, alegrías concentradas, 
en ese lugar, mi lugar más amado,
y si no,
será entonces, momento de decir adiós y para siempre.

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