1 de enero de 2013

Claudio y el asesino.


Mucho antes de que llegara el momento de conocerlo ocurrió esta historia.
En esa época yo tendría unos 17 o 18 años, trabajaba de investigadora privada para Scotland Yard, quienes me habían contratado para resolver una serie de asesinatos, que ocurrían en cierta ciudad de cierto país sudamericano. 

Por suerte tenía un compañero de colegio que rentaba un departamento en dicha ciudad y le pedí alojamiento, lo que no me advirtió, fue sobre el rumier que vivía con él.

La mañana que llegué a instalarme a la ciudad, justo estrenaba mis zapatos de tacón de 20 centímetros, de tiritas de cuero color camel, los cuales combinaban a la perfección con mis pitillos de mezclilla color azul. Con cierta práctica en el mundo de las alturas de calzados, confieso que por esas alturas y los baches impresionantes que tenían las calles de dicha ciudad, tras saltar, correr entre hoyos, sinuosidades cementeras, terminé con tremendas ampollas en los pies. Logrando un equilibrio nunca antes imaginado, sin caer en algún agujero insalubre, llegué a Lexington Avenue 476 dpto 509.

La puerta estaba entreabierta, entré lanzando maleta y cartera, mientras bajaba de los tacones y entraba al hogar. Propuesta a sentarme en el único y no precisamente mullido sillón de futón que adornaba el living del departemento, apareció de alguna parte un hombre con chanclas rojas, calcetas negras largas, bermuda azul marino y polera roja con dibujo al centro, quien se paseaba de un lado al otro de la habitación denominada "living" sin darse cuenta de la intromisión al lugar, ya que ocupaba su atención en resolver un crucigramas que llevaba en una mano, mientras con la otra se rascaba la cabeza con un lápiz de mina. Lo saludé:
- Hola mi nombre es..
Primera pasada de largo sin mirarme
- Hola soy Colomba, amiga de..
Segunda pasada de largo sin mirarme
- DISCULPA HOLA SOY¡¡¡
Al fin logré su atención
- Ah que ¿quién eres?
- la amiga de José
- Ah tu eres
- Si, mucho gusto..
Me paré del sillón alargándole la mano que él despreció y siguió camino hacia una de las cuatro habitaciones que salían al hall o living del departamento.



Descansé del cansancio y la rotería unos minutos, para buscar en las habitaciones a mi amigo. La primera puerta era el baño, la que seguía, mi dormitorio, la contigua la de mi amigo, donde no había ni luces de él y por último ya sabemos quién la habitaba. Fui a mi cuarto, ordené mis cosas, me cambié de ropa y partí a comenzar mi trabajo.
Cuando llegué a la noche a casa, con un litro de leche descremada y un manojo de plátanos, mi amigo todavía no aparecía, el individuo estaba sentado en el futón del living mirando la TV que estaba frente a él. Pasé de largo sin perder el tiempo en saludar, hasta la cocina para prepararme una leche con plátano cuando el individuo hablo:
- ¿tendrás suficiente leche para convidarme?
Plop
- claro
Le entregue su vaso y me metí a mi pieza.

A la mañana siguiente, cuando me marchaba el individuo me volvió hablar:
- Buenos día, mi nombre es Claudio
- Hola, yo bueno, mi nombre es Colomba
- Oye cuando vuelvas trae más leche para que prepares con plátano.
Y entró al baño.

A la noche llegué con dos litros de leche descremada y un poco más de plátanos, estaba preparandolo cuando Claudio salió de su habitación, se sentó en el futón y resolviendo un crucigrama me dijo:
- Estoy seguro que el asesino es el reportero de chaqueta gris, que estaba en la puerta fotografiando el cádaver.
- ¿que?
- si, estuve mirando detenidamente la escena del crimen y el fotografo tenía una actitud sospechosa de morbo más que de sorpresa.

Una semana después, una vez solucionado el asesinato en serie, que efectivamente ejecutaba el supuesto reportero de la chaqueta gris, que no era otra cosa que un enfermo mental que mataba mujeres de una edad determinada, la de su madre cuando lo abandono y a quienes les tomaba fotos, para empapelar las murallas de su casa, pasé a despedirme de Claudio y contarle los hallazgos de su fina observación, al fin estaba mi amigo el que me dijo:
- Hola Colomba, asi que has resuelto un nuevo caso ¿eh?, bien por tí. Oye asi que Claudio te ayudo ¿eh?, está bueno eso porque debes saber que en unos 20 años más él conocerá a tu hermana menor y vivirán su amor durante varios años. Bueno, espero nos veamos pronto oye y que bien haces la leche con plátano, no te conocía ese plus.
FIN.

No hay comentarios.: