24 de enero de 2024

37 años en Chile y 26 sin Leontina.

Hoy hace 37 años volvimos a Chile, un hoy como éste hace tres décadas y siete años, cayó en jueves, lo recuerdo. Otros lo deben haber olvidado pero yo, hasta lo malo, bueno, pésimo, agradable, horrendo, lo recuerdo. Llámemoslo buena memoria nada más.

Asunto es que hace 37 años, volvimos, todavía no está claro para qué, por qué, era necesario, nos hizo bien? Tantas interrogantes, tantas y tantas más que se han ido sumando en este largo tiempo, quizás tanta reflexión, pensamiento, exceso de memoria, podría responder que en realidad no fue tan bueno volver.

O no fue nada bueno hacerlo, pero como sabrán bien, no se puede volver el tiempo atrás, ya estamos aquí.





Bueno, de hecho no estamos todos, mis padres murieron (2008 y 2013) y esa ausencia, en lo personal, me ha hecho pensar mucho en la permanencia no solo en este país, sino que en el mundo. Alguna vez, hace muchos, muchos, muchos años, cuando me enteré del significado de la muerte, le pedí a mi dios particular, que no me dejara vivir la vida sin ellos. No me escucho. Pero creo que vivir la ausencia de ellos, en este país, sin ellos, que fueron ellos los que querían volver, es una bofetada, un infortunio, algo que no sé explicar pero que me duele mucho.

Asunto es que es una fecha luctuosa como tantas otras que voy sumando en este blog, la muerte de mis mascotas, de mi amado Andrés SA, de mis padres, abuelos, amigos, tantas personas queridas que ya no están. Quizás ese es otro mensaje subliminal, tanta persona querida que ya no está, no será que la que no entiende la invitación, de forma explícita soy yo? No lo sé.

Y dentro de las ausencias, muertes, está la de Leontina, nuestra amada, ensoñada primera gatita que tuvimos en Santiago de Chile. Llegó hacernos feliz con su pelito narajo atigrado, muy peludo, con su carita pequeña, con sus modos tiernos. Era la dueña de nuestro corazón, de Manu y el mío. Y cuando partí a México en el 97, al año siguiente, un 21 de enero, Manu me llamó para contarme que Leontina había muerto. Los infortunios andan cerca. El 3 de enero murió la Quetzi, el 21 Leontina, el 24 volvimos a Chile. Con lo que me gusta el verano y sin embargo, enero es un mes infortunio. Sumemos que me caí y estoy con este problemita a la rodilla.

Pero no bajemos la guardia, aunque este sin mi Leontina, sin la Quetzi, sin mis padres, abuelos, Andrés SA, amigos, amigas, sin México. No bajemos la guardia, no la bajo todavía pero llegará el día que lo haga y espero realmente espero, encontrarme con todos ustedes.

Les amo, les extraño!!!

No hay comentarios.: