25 de enero de 2023

36 años.


Este día sigue latiendo en mi memoria, es verdad. Y lo pensé la semana pasada, que caía martes, mi martes, no como hace 36 años que fue un  viernes. Lo tenía presente y sin embargo, hoy, al mirar el calendario,  caí en certera cuenta que el día había llegado. 

Qué decir? Sigue siendo una fecha con diversidad de matices. Antenoche pensaba en Antonio, en quien se convirtió, en quien era y fue para mí, en aquel día cuando comenzamos el viaje a Chile y estando en el aeropuerto de Ciudad de México, no pude abrazarlo otra vez, así como tampoco pude recoger aquella hoja de árbol tirada en el suelo. Con esas sensaciones tomé el avión junto a mis padres y M, hasta llegar a Chile, un 24 de enero de 1987, para pisar el suelo de un país todavía en dictadura.

Anoche 24 de enero del 2023, pensaba en Antonio, en la vida, mi vida, en nosotros los cinco, en los abuelos Titin y Marta, en la infancia y adolescencia vivida en México. Hoy que escribo, pienso que de alguna forma nada tiene sentido ya que ni mis padres, menos mis abuelos están más. Y eran mis padres quienes querían volver, nosotras éramos "sus" hijas y por tal, no teníamos voz ni voto. M fue más aguda y presagio lo que vendría, yo obediente e ingenua pensé que quizás sería súper y tampoco había por donde elegir, práctica le llaman.

Sigo escribiendo y pensando/viendo, mi vida pasar como en una película. Me traslado hasta Guadalajara, recorro sus días, meses, años, momentos con amigas, compañeras y compañeros de la primaria, compañeras de la secundaria, lxs compañerxs de la prepa. Los amores, decepciones varias, los enamoramientos miles.... mil imágenes cruzan a través de mis ojos, situaciones,  momentos buenos y malos. Tampoco puedo dejar de pensar en las personas, personas queridas que he conocido en estos 36 años viviendo en Santiago de Chile, como  Cecilia y Lucho Biervich, Andrés Santelices, Bobe, mis mellizas Acuña, la Vivi, Rosita, Anita Campillo. Tanto vivir y sin embargo, el deseo a morir continúa vigente, o quizás precisamente por tanta vida, ya es hora de morir.

Pero mientras tanto, aquí conmemorando otro 24 de enero, en estos 36 años de vida.

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