Querido Papito,Hoy en la mañana me desperté pensando en hoy tu día,
que nuevamente es jueves como la primera vez,
también pensé que para hoy no tenía nada demasiado importante o interesante que contarte
y eso obviamente,
me amargaba,
o al menos, entristecia,
ya que mi deseo de recordarte,
es a través de la memoria de todos los que te queremos y extrañamos tanto.
Pero la vida a veces, es hermosa
y también justa
o por lo menos en materias de Andrés "el mas guapo".
Te contaré:
El martes fui a, ICEI, la facultad de la Claudia Lagos una amiga linda,
a buscar un audio a transcribir
y quizás me quedaría al "coloquio" sobre el mercurio.
Pues el tema es que me quedé
y la Claudia en un momento equis,
me presento a los panelistas SUPER TOP
y cuando llegué a la casa le conté a mi maire y tal
y me dijo: "Ah pero si Claudio Durán era un hiper amigo nuestro de los tiempos antes del golpe". Entonces le escribi rauda a la Claudia, para que le enviara los saludos pertinentes a Durán.
Y pues aconteció que hoy, un no cualquier día, sino que un TRES
encuentro en mi mail una carta, que sólo patentan una vez mas:
"que el que conoció a Andrés Orrego Matte, no podrá olvidarlo jamás".
Echále un ojo a esto papito de mi corazón:
"Ciertamente, Claudia, este es un mundo pequeñísimo. Ayer me presentaste a Colomba, pero dijiste, creo, que su nombre era Colombina: ¿no?
Tal vez si hubiese escuchado Colomba (un nombre poco frecuente, al menos en los tiempos de ella y mi hija) hubiera reaccionado y preguntado si era por casualidad Orrego.
Bueno, el asunto es que me emocionó mucho leer tu mail.
Recordé, de pronto y casi como en un relámpago, esos años en que Francisca, nuestra hija, era una íntima amiga de Pascuala y Colomba. Manuela una chiquita todavía. Marcela y yo muy amiga/o de Andrés y Blanca. Recuerdo, y lo recuerdo siempre, como si estuviera estampado en mi memoria, ese domingo 9 de septiembre: fuimos a ver a la familia Orrego Sánchez, vivían en Lastarria esquina de Rosal, era un día de sol, cielo azul y templado en temperatura. Aprovechando esa condición climática, decidimos caminar entre Rosal y Alameda por Lastarria. Andrés y yo hablamos del momento político. Andrés me decía que el golpe parecía inevitable. Yo, por mi parte, traté de convencerlo que no. El me recordaría en una larga carta que me escribió desde México, algunos años más tarde, que yo había producido un discurso, de más o menos veinte minutos, en que concluía que no iba a haber golpe de estado. Algo pasó entonces: al llegar a la Alameda, en uno de los tantos paseos, pasó en auto Enrique París quien nos hizo un afectuoso saludo con su brazo en alto.
No necesito decir que pasó dos días más tarde. Claudia, te pediría que envíes este mail a Colomba. Adjunto un pasaje de mi poema "autobiografía" en que aparcen Andrés y Blanca. Cuando nos veamos la próxima vez, te daré una copia del libro, además de enviar otro para Colomba.
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( pasaje final del poema “ AUTOBIOGRAFIA”)
ah, andrés cuánto amabas tu santiago
cuánto me dices en 10 páginas
que me hicieron temblar los dedos
el humo del cigarillo se disuelve
no hay continuidad entre lo que siento
y lo que quiero
quién me devolverá la sal de mi playa?
o el humo blanco de las montañas?
no puede triunfar la injusticia
aunque freud haya sido pesimista
el mundo tiene que seguir rodando
judíos y árabes no pueden seguir rodando
en las arcas y tuberías de la standard oil
ni en el watergate de nixon
tiene que haber justicia al fin
los que como yo pueden sentarse
y escribir sobre sus vidas
llevan sangre en el corazón
y si es cierto que el corazón
tiene muchas razones inefables
la justicia es un pan de harina azul
tanto como blanca
me acuerdo de ti amiga blanca
tan buena y firme entregando tus manos
en la repartición de los peces
carlos se quedó a combatir con sus ideas
para que el hombre beba el pan
que dios le prometió en el paraíso
qué lógica oculta
transita entre el paraíso
y la muerte en cadena y programada?
gracias salvador por tu ejemplo
tus lágrimas me explican
por qué he vivido desde que hitler invadió polonia
hasta hoy día.
Así me gusta que se den tus días memoriables.
1 comentario:
Gracias colito por compartir esto con nosotros.
Me contaste que a mi padre le hubiera gustado que siguieras sus pasos historiadores, pues eso es lo que ha pasado, obstinada y porfiada nos traes las memorias de nuestra familia, igual como lo hiciera él.
te quiero mija, y a mi padre ni te cuento.
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