24 de enero de 2025

38 años y Leontina!!


Amanecí pensando que enero es un mes funesto jajaja. Después intenté darle otra oportunidad (apareció el cumpleaños de un compañero de curso chileno que nació este mismo día, y  ni así lo puede alegrar). Buscar días con su fecha, que fueran mas alentadoras y apareció el día que murió Leontina, un 21 de enero. Entonces tendría que decir que la semana del 21 al 24 de enero, es funesta.

Este año mi papá cumple 17 años de su muerte y mi mamá 12 años.

Sin contar los muchísimos más desde la muerte de mi abuela Marta y mi abuelo Titin.

Hoy 24 de enero, se cumplen 38 años desde que llegamos a Chile.

Este 2025 se cumplen 50 años desde que nos fuimos a vivir a México.


Sumemos que el 3 de enero es el aniversario de la muerte de la Quetzi.


Es decir, enero es un mes funesto, porque se cumple tanto tiempo en este país, en el que no soy feliz, y ya no tengo la compañía de las personas y animalitos, que le daban sentido a estar. Optimismo a la vena jajaja. Espero no estar viva o no estar en este país, para cuando lleguen los 50 años viviendo aquí. Es que la vida así sin ellos, sin mi familia, sin los animalitos de la vida y el amor: Quetzi, Gregorio, Leontina, Cuchi, Gremnlin, Atila, Facundo, es muy vacía. Y ahora que Tope está enfermo, que no sabemos si salga, es como que a veces me pregunto si no será momento de levantar el ala.

Quizás tendría que haber escrito algo más sentido, pero qué más sentido que saberse viviendo hace 38 años en un lugar donde no eres feliz? No lo sé, díganme ustedes. Mientras tanto, espero que el tiempo se detenga y se acabe la vida.

3 de enero de 2025

Quetzi!!


Mi querida Quetzi,

Tres décadas y cuatro años, cumples hoy alojada bajo tierra de nuestro patio. 34 años sin ti, sin tu carita, tus pelitos, tu compañía. Hace todo ese tiempo fue un jueves, hoy un viernes, si esta fecha fuera como hace tanto tiempo y le sumáramos que mi cumple caerá en martes, quizás podría suceder algo determinante, como un choque de planetas y fuegos fugaces y volver a encontrarnos. Volver a vernos. Se te extraña siempre. Todavía atesoro la pintura que te hice, la foto. Aquella foto que tomó el Mauro/Roma en el Cerro San Cristóbal, es como si fuera la única fotografía que tuviéramos de ti y no es así. A ver si un día me armo de valor y husmeo en los archivos fotográficos de la familia. Me cuesta hacer eso, porque pertenecen a un tiempo remoto, en el que éramos felices. Ahhhh pero buena noticia, encontré esta fotografía que pongo, que es de nosotros, aunque no salga yo, juntitas en mi pieza ¿te acuerdas? en mi pieza de Rosal. Te quiero colmillitos.

En fin, te quiero mi perrita compañera, colmilluda, preciosa, querida, querida, querida. Siempre estarás en mi corazón, lo sabes ¿verdad?