26 de diciembre de 2023

Declaración intensa.


No quiero que se vaya diciembre sin antes decretar, aunque sea intensamente, esta sensación mezclada con vida, que emerge para ser vociferado.
Pensé en esperar al 31 de diciembre, al momento en que estuviera comiendo las 12 guindas y concentrar energía mental a este sentimiento, pero la espera nunca fue mi fuerte.

Necesito/debo, lanzarlo ahora.
Ahora que se siente fulgurante, intenso, como el cálido/caliente verano en Chile. Pensémoslo como un hechizo, que de romperse/quebrarse/abrirse, podría terminar lo malo y abrazar lo bueno. Pero es que lo bueno está sucediendo sucediendo, aquí, ahora, a cada instante, con cada música, canción, cada pensamiento, cada que respiro. Cada que vuelve a mi en forma de pensamiento y sensación.

Late fuerte como mi corazón, 
es una dulce puntada, 
una puñalada al centro de las emociones,
piensas quizás en una señal?
No sé, pero por primera vez, solo me detengo al disfrute de esta sensación cosquilleante que envuelve mi vida. 

Bendigo esa alegría/energía, 
que sé de dónde viene y no quiero que termine nunca.
Nunca te apagues,
que nada disminuya,
Soñemos viviendo y vivamos soñando.
Escucho/canto/tarareo, también hay que bailar, saltar, caminar.

Declaro, impongo, decreto,
quiero todo eso y más, 
toda, todas, las intensidades, los sentimientos, las canciones, tonalidades, colores.

Toda intensidad es bienvenida,
todas las intensidades son bienvenidas. 

2 de diciembre de 2023

Arturo Suárez/Arduro Suaves!!!


Hablar del escritor, poeta y periquetero, mexicano, Arturo Suárez, implica repasar los años que vivimos en Guadalajara Jalisco, mi familia y yo. Arturito, como le conocimos, estudiaba filosofía, en la U. de Guadalajara y seguramente, le tocó en el plan común, clases con mi papá, historiador, en la Facultad de Filosofía y Letras.

Arturito, como le decíamos, si lo pienso en todas las imágenes de mis recuerdos, aparece como en la fotografía. Siempre de chaqueta y con los calores! sus lentes de marco grueso en color negro y ese bigote. Como dando la apariencia de alguien muy serio y formal. Y al menos en el contexto social donde me tocó convivir con él, era la persona más encantadora, dulce y amorosa. Arturito, el poeta, el que silbaba música clásica, en las reuniones sociales en casa de amigos/colegas/compañeros/académicos, de mi padre. 

Arturito/Arturo, de los jóvenes de ese tiempo, era con quien más sintonizábamos (además de nuestro hermanito mexicano, Antonio). Y además, estábamos absolutamente enamoradas de él. En comparaciones electras, hay que decir que se parecía en muchos aspectos a nuestro papá, como los marcos de los lentes, el usar chamarra. Sumado al vínculo estrecho que forjamos, como para invitarnos a su matrimonio con Maguie. Margarita Magui Salazar, es la responsable número uno de este escrito. Porque a través de su enorme generosidad (propia de lxs mexicanxs), permitió conocer ese lado que no conocimos de Arturito, el del "Periquetero". Además de poder leer alguno de sus libros de poesía. Me he demorado en escribir sobre Arturito, porque al leerlo, removió nostalgias y emociones, que retuvieron mis palabras. Más todavía al pensar en la tristeza que Arturito, no esté entre nosotros.







Los libros de Arturito.
La literatura creada por Arturito/Arturo/Arduro Suárez, consiste en poesía y periquetes. La poesía es de esa que no rima sino que relata un algo, con descripciones/metáforas/ideas, que hacen volar/imaginar/sentir, al lectore. Una poesía comprometida. Comprometida con sus ideas/ideología. Más que mal, los tiempos que nos tocó conocernos (1975 - 1987) fueron tiempos convulsos en toda nuestra América Latina. Mis padres y él coincidían en su admiración a la URSS y qué decir por Cuba. Tan rojo como mis PáMás, otro factor que nos unía.

Mientras que "Los Periquetes", que los escribió con el seudónimo de Ardurito Suaves, son: "frase que se hace en un brevísimo espacio de tiempo; suele ser amplias pero de amplias significaciones". Escritos con una creatividad, malicia y humor, divinos. Son literalmente, para leer unos dos o tres, al día, modo salmos pero con sentido y gracia:

"Humanoloquia: el arte de vivir en equilibrio y autoenseñarse".

"No es lo mismo plática sobre sexualidad que sexualidad sin plática".

!!! 💘❤️💕 Gracias vida por dejarnos conocer a Arturo/Arduro/Ardurito Suárez/Suaves. 🎼💘🐞❣️💕❤️💘 !!!

30 de noviembre de 2023

Los Andrés de mi vida!

Otro 30 de noviembre, día de San Andrés. En mi vida cuento con varios Andrés, pero solo hay dos que me roban el corazón.

Mi padre, mi amado primo. Ninguno de los dos está conmigo hoy, a ninguno le puedo abrazar en su santo.



A mi primo querido que decidió marcharse un día como hoy hace ya 24 años. Primito de mi corazón, mi príncipe amado, el joven de manos largas, de abrazos cálidos, de sonrisa sonriente, de hermosura inolvidable. Estarás siempre en mi vida, en los momentos que logramos compartir juntos, en el viaje a Argentina, en las conversas, en el placer por tomar coca cola y eructar largo y tendido. Siempre te voy a extrañar, siempre me harás falta, siempre pensaré en todo lo que debí haber hecho y no hice, en todo el espacio que dejaste en este mundo. Siempre pienso cuando ocurren cosas importantes ¿qué habrías pensado, hecho? Primito querido, mi amado Andrés.





Papito, a ti al menos, logramos en vida, celebrarte todas las veces que quisiste y pudimos tu santo. Continuando la tradición de tu querida Tolita, después mi mamá y nosotras también. San Andrés peras cocidas, por siempre.

Los quiero a los dos, me hacen falta siempre, los dos!!

24 de noviembre de 2023

Dejémonos ir!!


Me gustaba más cuando no te conocía. El destello con el que llenaste mis ojos aquella noche, no lo volví a encontrar.

Eres, pero no más el de aquel momento. Tendría que haberme quedado solo con esa primera sensación, el deleite por lo que en mi interior crecía y no tener que extrañarte.

Colmada de ti, debí vivir la fascinación, el elixir que provoca descubrir tanta vida alojada en una mirada. Tanto placer, tanta belleza. Aprise el paso ansiosa, obtener más y más, sin reservarme para el disfrute eterno. Quise y quiero. Quise llenaras mi cuerpo con el tuyo, tu piel con la mía, tu lengua y la mía, tus besos en mi boca. Tu mano en mi mano apretadas y suaves. Pero nada de lo que fuiste, volvió a ser.

Tu, destello azul de luz mágica, entraste en mi, despertando libidos dormidos, emociones escondidas, sensaciones nuevas. Te agradezco, pero tengo que dejarte ir.

El aire lleno de aromas dice que tu y yo no seremos.
Tengo que dejarte ir y quizás entonces.... no  lo sé.

Tengo que dejarte ir, disculpa la irrupción cual vendaval, también pido disculpas para mi, por estos días sin sueño, agitados, intensos, e interrumpidos. 

Dejémonos ir!!!

19 de octubre de 2023

Cumpleaños Blanquita!!!

Feliz cumpleaños Blanquita, mamita de mi corazón!!!

No imaginas cuánto quisieras estuvieras conmigo o estar yo contigo, no importa el dónde. La vida está canija, no quiero quejarme y menos, en el día de tu cumple, pero la vida está canija. Pero le echo pa delante. No sé qué pasará, no tengo ninguna claridad, estoy bastante sola, pero le hago frente, echo pa delante y bueno, siempre existe la opción de descontinuarse, sabes que es una alternativa que nunca he desechado.

Mamita, mamita, tantas cosas que han sucedido en el mundo, estamos con una guerra producida por los mierdas de los israelitas atacando/apoderándose del territorio Palestino. Está la guerra en Ucrania/gas y el imperialismo yanqui queriendo apoderarse de él y quitarselo a Rusia. Para colmo el planeta tierra se está derritiendo, ojalá que los humanos nos descontinuemos y no volvamos aparecer en parte alguna. Como verás el panorama no es alentador. A eso súmale el gobierno del Chancho mentiroso, falso, socialdemócrata facho y la que se nos vendrá en el 2026. De pronto, la vida se transformó en un tormento.

No tengo amigos, estoy como creo siempre estuve solo que me mentía o engañaba la existencia, con las personas interesadas en todo lo que yo ofrecía, rodeándome y diciendo que son "mis amigos". Pero sé que no lo son, tampoco me desespera, de hecho, me he transformado en una ermitaña, detesto a las personas, no veo casi a nadie y cuando lo hago quedo extenuada. Creo que soy totalmente mi padre jajaja. Pero atesoro tu encanto, en algún recóndito lugar de mi ser.

Ay  mamita de mi corazón! Que vida canija, que lata tener que vivirla. Si pudiera tener libertad de viajar, de ir y venir, quizás sería más entretenida. Pero está el Tope y tu hija menor que se aprovecha de la situación para mantenerme encerrada. Creo que estoy pagando, con creces, cualquier falta que tenga contigo. Pero en algún momento explotaré y tengo dos vías: marcharme del verbo "empacar el bistec" y después, lejos en un lugar muy, muy lejano, descontinuarme. Es mi placebo.



Mamita, mamita. Ayer se cumplieron 4 años de aquel sueño maravilloso que duró como tres o cuatro meses y que se llamó EVADIR, ESTALLAR, REVUELTA POPULAR, DIGNIDAD. Tanta impunidad, tantas violaciones a los derechos humanos. La vida no tiene horizontes buenos para les chilenes y eso es muy asfixiante. Evado pensarlo, pero la realidad gatilla no poder dejar de saberlo. Es la primavera, los días están hermosos, la luz, el cielo, los pajaritos que cantan, las flores, los verdes, mis amados árboles y sin embargo, la vida no es buena, la gente menos que nada. Perdona la falta de optimismo, pero pese a todo y hasta que el cordón alcance, estaré echando pa delante.

Te quiero siempre, te extraño todos los días, me haces tanta falta, la vida no era vivible sin ti, la vida no es habitable sin ti, mi vida no es vivible, menos habitable, sin ti!!!

14 de agosto de 2023

Leyendo a Jeanette Winterson!!

 


En el año 2011, asistí al último taller que prometí tomar por el resto de mi vida. Este no es un escrito póstumo, pero mi variada mala experiencia en ellos, hizo tomar la decisión de no repetirlo más y hasta la fecha, no me he arrepentido. 

Asunto es que hace 12 años atrás participe de un taller literario, impartido por Pablo Torch (PT), de quien guardo gran simpatía y respeto. El taller trataba sobre literatura inglesa, abarcando los períodos del siglo XIX hasta la actualidad que el onceavo año del siglo XXI podía ofrecer.

El taller, como experiencia de apertura al conocimiento, a un mundo que conocía pero no en su versión contemporánea, fue maravilloso. La aversión, no es al taller en si mismo, sino a la dinámica nefasta que suele ocurrir y que a veces, como en esta última ocasión, ni siquiera el tutor del taller, puede controlar. Pero lo relevante e inolvidable de ese tiempo, que duró tres meses, fue la oportunidad de conocer autores y autoras diversas, en estilos y épocas. De las autoras y los autores, que más me gustaron, intenté comprar la mayor cantidad de libros posibles, pero pasaron un sin fin de situaciones en mi vida y todos esos los libros comprados y adquiridos, quedaron arropados bajo el manto del tiempo y la tierra de los libreros de mi pieza. Hasta el inicio de este 2023, en el que encontrándome sin trabajo, opté, en vez de matarme o deprimirme, leer no solo aquellos sino que también, todos los libros que hay en mi pieza. El orden que establecí para leerlos, fue ordenarlos/categorizarlos en los que tuvieran "más tierra primero" y así sucesivamente. No saben que maravilloso ha sido este año y como no soy una lectora veloz, durante los meses de junio, julio y en lo que vamos de agosto, tocó turno a Jeanette Winterson.



Tengo fresca en la memoria, como si fuera hoy, el momento en que PT, decidió sumar como literatura contemporánea inglesa a Jeanette Winterson (1959). Me acuerdo que percibí cierta actitud "malévola", de parte de PT, al presentarnos a esta eximia escritora y todavía más, cuando dijo que sería con "Fruta prohibida" con que trabajaríamos a Winterson. Y ni bien las primeras páginas de aquel libro comenzaron a sumarse, la intención de PT, cobró efecto. Sucede que el porcentaje mayor de asistencia al taller, estaba compuesto por mujeres, entre 30 y 35 años (yo era la única en la década de los 40), de clase alta, casi todas tituladas en lengua inglesa en la UC, a excepción de una que venía de la UAustral. Eso debería haber sido un plus, pero significó una de las grescas más absurdas y lateras, que me ha tocado presenciar. Porque sucedió que escandalizadas con la autora en estudio, solicitaron a PT, que buscara otro titulo para leer "uno menos subido de tono". ¿por qué tanto rollo? Porque Jeanette Winterson, es una escritora que no oculta su orientación sexual y de hecho sus letras siempre tienen como elemento secundario o principal, el lesbianismo y las relaciones entre mujeres. En lo personal, considero que soy una persona que respeta lo que cada quien haga con su sexualidad y en materia de historias literarias o películas, a mi me gusta leer y ver sobre el amor. Por lo tanto, si en una película o libro, las emociones, situaciones amorosas, amor, amore, están bien desarrolladas, narradas, actuadas, me da lo mismo que el amor surja crece y desarrolle, entre parejas del mismo sexo o heterosexuales. A mi me interesa saber, conocer, de esas historias de amor y sentirlo y puedo perfectamente identificarme con el amor en una relación lésbica, gay o heterosexual, sin serlo. El amor, amarse, es lo que debe trascender y eso sucede en una buena escritura libro o de guión película. Como me sucedió con Fruta Prohibida, Powerbook y ¿Para qué ser feliz cuando puedes ser normal? O con "llámame por tu nombre" película que contaba el despertar sexual de dos hombres. 

Pero PT, por suerte, mantuvo firmeza en sus decisiones y el taller prosiguió, adentrándonos, para quienes quisieran quedarse, sobre la vida y la obra de Jeanette. Cosa que agradezco de sobremanera.
Lo que me sorprendió y alguna vez comenté con PT, es que ninguna de mis compañeras estudiantes de letras inglesas la conociera, así de retrograda será la PUC y en el mismo cajón entra la UAustral. 

Mis lecturas de Jeanette Winterson.
El libro "Fruta prohibida", es una muestra de la esencia literaria que identifica a la autora. En lo personal, simplemente puedo decir que lo que a mi me provocó ese escrito, fue querer leer más y más de esta increíble mujer, con una narrativa prodigiosa, de los que no quieres dejar de leer y leer. Es que la verdad, soy una creyente que las cosas pasan cuando tienen que ocurrir. En el 2011 leí Fruta Prohibida, compré Powerbook y ¿Para qué ser feliz cuando puedes ser normal? Y no los leí, los guardé, atesoré, durante todo este tiempo, donde fueron cobijados por el polvo de los libreros y junto a sus otros compañeros. Y cuando llegó el momento, fue, ha sido, una gran, gran experiencia. Debo contar igual, que propio de mi intensidad característica, me he obsesionado un mucho con Winterson. De esa sensación que tras leerla, siento que recobro una amiga que perdí no sé en qué momento. Me encanta ella, su apariencia, lo poco y nada que he podido encontrar sobre su vida y desde que comencé ¿Para que ser feliz? simplemente, siento que mi vida marca un hito de aquellos del "antes y el después".

La admiro, me encanta su pluma, sus historias, la forma que tiene para narrar, mezclando tiempos, sucesos y con la capacidad maravillosa de no aburrir, ni desconcertar al lectore. Admiro los miles de libros leídos en sus 64 años de vida, que la han convertido, en una máxima de la lengua inglesa, de la lingüística y qué decir de su vasto conocimiento de literatura y poesía. 


Después de leer Fruta Prohibida, el taller había concluido y yo había quedado turbada y emocionada por tanto conocimiento y tantos autores y tantas autoras nuevas, nuevos, para buscar y leer. Dejando muy atrás las malas experiencias con las compañeras de taller, saqué como resultado dos cosas, uno, no volver a participar de otro taller y dos, que quedé eternamente agradecida de PT, por la cantidad de conocimientos que dejó volando en mi cabeza. 

De PowerBook, puedo decir que es un libro diferente a todo lo que he leído y no lo digo porque la autora sea mujer, ni porque sea inglesa, ni porque sea lesbiana, que es una constante en sus historias. Lo digo porque es un libro diferente. Diferente en la manera de contar/narrar, una historia, cuando sigues avanzando descubres que es un relato lineal y sin embargo, hay otros relatos, que en un primer momento pueden desconcertarte, que suceden en otras épocas, pero siempre volvemos al meollo del asunto, por así decirlo y sientes que, todo suma, todo lo  leído suma. Me encantó tanto tantísimo, que desoyendo mis principios básicos de "no prestar, no regalar", se lo di como regalo de cumpleaños a mi hermana mayor, que sé lo amará.




Y entre julio y agosto del año en curso, tocó, está tocando, sigue sucediendo porque soy lenta para leer o no quiero terminarlo jamás: "¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?".

¿Para qué ser feliz cuando puedes ser normal? es una suerte de autobiografía, la misma autora lo catalogó así de alguna manera: "estaba cansada de escribir ficción y sentía tener una deuda pendiente con los temas constantes en mi literatura y mi vida. Entonces surgió este libro". Con Winterson, me pasó que siento que tenemos una conexión de siglos, que nos conocemos, entendemos de siempre. Que su vida y la mía, ella con sus 64 años y yo con mis 54, transitan una ruta, con un cierto margen de cercanía, tipo cordón umbilical, sin que ninguna de las dos haya tenido hijos jamás, ni seamos parientes. Pero es un cordón común: la constante de la intensidad y los problemas para relacionarnos con les otres.

A través de esta novela, Winterson, nos abre, me abre, su corazón, cabeza, vida, contando cómo se convirtió en la gran escritora que es actualmente. Desde que leí "Fruta Prohibida" y qué decir "Powerbook", tenía mil preguntas e inquietudes sobre la autora, quería saber más y más. Busqué referencias, entrevistas, reseñas sobre ella y siempre quedaban preguntas sin contestar. Hasta que llegó este libro. Lo curioso es que había olvidado que lo tenía, bueno, lo compré hace 12 años. 

Recordaba bien Powerbook, seguramente porque la tapa es de las antiguas, gruesa y el diseño bien llamativo. En cambio éste, y una tarde acomodando la pila de nuevos títulos para leer, apareció de entre mi estante de literatura inglesa y pues, los demás libros tuvieron que esperar su turno jajaja. Porque desde que lo tomé, desempolvé y decidí que sería el siguiente a leer, no he podido separarme de él, lo leo, lo pienso, lo leo y lo pienso, lo pienso y quiero leerlo y así también boicoteo la posibilidad de llegar al fin del libro y después ¿qué haré?
 Leer ¿Para qué ser feliz cuando puedes ser normal? Fue una absoluta revelación. No creo en el dios de los católicos, tengo uno propio con el que hablo desde muy niña y a quien le pido cosas. Y tampoco soy de bota y calcetín, pienso y le hablo a ese ser sin forma que vuela y me acompaña a todas partes y que me ha hecho creer en las casualidades, sí, creo en ellas, como creo que todo ocurre por algo. Y en ese "ocurre por algo", apareció Winterson y lo he devorado.

En ¿Para qué ser feliz cuando puedes ser normal? la autora, cuenta que leyó, devoró, los libros de la biblioteca publica de su natal Manchester, en Lancashire, cuando vivía con sus padres adoptivos en el barrio de Accrigton. Desde los 12 hasta los 17 años, no dejó un día de acudir a la biblioteca y devorar todos los libros que ahí había. Era su vía de escape, además que le gustaba, ya que su madre, la señora Coni Winterson, una mujer dominante, por no decir loca, oveja perteneciente a la religión de Elim, una confesión de tipo evangélico, le prohibía leer en casa, hacer amistades y demostrar cariño. Jeanette, creció como una niña sin amor, necesitaba sentir amor, caricias y solo lo encontró en los libros, que leía a hurtadillas en casa y con felicidad en la biblioteca. Eso forjó la vasta cultura literaria que le señalaría a la U. de Oxford, como siguiente parada para alcanzar sueños y una buena vida. Porque pensando en sus orígenes modestos, donde el único que trabajaba era el padre, viviendo en una de esas casas de dos pisos "arriba y abajo", como los llamaba Jeanette, que no tuvo baño durante muchos años, nadie podría pensar que alguien pudiera salir de ese mundo y cambiar en 360º. Eso es lo que sucede cuando acercas los libros a las personas, sus mundos pueden ampliarse, cambiar. 

Con cada libro/historia, Winterson, fue aprendiendo y viajando hacia parajes que desconocía su existencia, memorizando los poemas. Esa es una costumbre de gente mayor, al menos mi abuelo paterno, la practicó en su juventud y ya mayor, en cada uno de los períodos de nietes que fue teniendo, nos recitaba aquellos párrafos de sus autores preferidos. Quizás si caigo rendida, como Winterson, por algún poema de T. S. Eliot, también lo aprenda de memoria. Me sé a penas un párrafo de un poema de Amado Nervo: "era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quién la vio no  la pudo jamás olvidar! dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar, y cadencias arcanas mi poesía".

En resumen, me siento realmente dichosa que la vida me hiciera topar, primero con el último taller de mi vida, en manos de PT y así poder conocer/ilustrarme con la vida y obra de esta maravillosa escritora, persona, mujer.

Los libros de Jeanette Winterson:
- Fruta Prohibida, 1985.
- La pasión, 1986.
- Espejismos, 1990.
- Escrito en el cuerpo, 1992.
- El mundo y otros lugares, 1998.
- Simetrías viscerales, 1999.
- El Powerbook, 2000.
- La niña del faro, 2004.
- ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, 2012.
- La mujer púrpura, 2013.
- El hueco del tiempo, 2016.
- Frankisstein, 2019.
- 12 bytes. Cómo vivir y amar en el futuro, 2022.

6 de agosto de 2023

!!!! H !!¡¡¡

 


Amiguito de mi corazón y de la vida, 

En este nuevo aniversario, te recuerdo. Bueno, estás siempre presente, no necesitamos simplemente hoy y mañana, nosotros somos y estamos todos los días de la vida.


Aquí una demostración de cómo el vínculo se ha mantenido firme. Creo que siempre lo digo, porque sigue sucediendo, tu H, RJ, R, A - R y yo, somos la muestra más fiel, sincera, que uno puede mantenerse juntos, sin estarlo físicamente. Desde diversos ámbitos, espacios, mundos, funcionando, viviendo, desarrollándonos, pero el centro, el universo, la amistad más linda y más sincera, esa está intacta, firme.



Es nuestro centro. Así como en esta foto/dibujo, tu con tu H inmensa y hermosa, eres el centro de lo infinito, de la amistad, del vínculo maravilloso.



Simbolizas a la CA, nuestros colores rojo y amarillo. Aquí con gaviotas, con el ocho, 8, infinito de nuestro todo, las hojas, las estrellas y sobre todo las fugaces. Somos CRA.

Amiguito de mi corazón y de la vida, ya no sé cuántos años cumplimos, perdí la cuenta y mientras lo escribo y pensé cuando lo escribía, recuerdo exacto el día, los dos días, porque en realidad lo nuestro fue en 6 y 7, ahí nos conocimos, el siete consolidamos nuestra amistad y el resto, es la historia que desde esos dos días hemos sumado. Que si necesitas exactitudes suman a lo menos 37 años. Un número, con edad, que supera a la que los dos teníamos cuando todo sucedió. Una edad, un número, una emoción, un verano, tu y yo, que supera la edad que ambos, todos, los CRA, tenemos actualmente. Pero, el tiempo en nosotros da lo mismo, porque seguimos juntos. Los amo, te amo, los recuerdo, los llevo conmigo siempre, son mis mejores y únicos amigos. Te amo, te recuerdo, te llevo conmigo siempre, eres uno de mis mejores amigos.

Feliz día para nosotros todos los de CRA, hoy y mañana.

26 de julio de 2023

Diez años sin mamita!



Querida mamita,

Hoy, le escribo a tus -lamentablemente-, 10 años de ausencia. Suena a la vez algo muy añoso y ni bien lo vuelvo a decir, suena poco tiempo transcurrido, comparado con la sensación a una eternidad sin ti. Entonces miro para atrás hasta ese jueves 26 de julio del 2013, en el Hospital del Tórax y es como si las imágenes hablaran de una historia tan remota, casi como de un tiempo en el que no estuve. Y vaya que estaba.

Y de pronto, ese mismo recuerdo, de aquella tarde en que el cielo lloraba lluvia tupida y nosotras tus tres hijas, más otros miembros de la familia, rodeábamos tu cuerpo en la cama en la UTI (cobijada bajo el manto del hospital que Titin fundara), acompañarte/rodearte/acariciarte, mientras ibas apagandote. Como de literatura decimonónica, de Dickens o Tolstoi y no, era tu vida. Tu vida que se nos esfumaba. Tengo esa imagen/escena, bordada en la mente, escrita con tristeza en mi corazón.

En esa escena cinematográfica/literaria, en donde los tenues rayos de un sol pálido, en un Atarde de jueves, cuando el cielo llovía/lloraba a cántaros, esa luz atravesó desde la cúpula de la capilla del Hospital Salvador, hasta posarse sobre tu cama/ tu cuerpo y cuando el reloj marcó las 6 de la tarde, dejaste de estar. Una escena dramática inimaginable y estábamos/estabas, viviendo/muriendo contemplándote. Contemplar cuando no queda otra cosa que hacer. Observar, acariciarte, hablarte al oído, peinar tu chasquilla (flequillo), prometerte que estaríamos bien, mientras ibas desprendiéndote de la vida y de nosotras. Tu, mi mamita amada, la más buena, infinitamente generosa, mi mamita. 

El acuerdo infantil que tuve con mi diosito, ni bien supe el significado de esa cosa horrible, terrible, que era la muerte, de caer en un agujero negro, muy negro y no volver a salir, era morir antes que ustedes. Porque pensar la vida sin ti, sin mi papá, dolía la guata, la cabeza. No podía pensar en la sola idea de vivir, quedarme sola sin ustedes. Y me quedé sola sin ustedes. Y sigo sola sin ustedes. Sola, de ese vació/ausencia, que sentimos quienes amamos mucho, compartimos historia/años/vidas/sabores con otros y cuando no están, por más que los traigas con el pensamiento/corazón, ellos no volverán y el vació habita ese espacio que en otros tiempos estabas tu. Ahora no hay materia, el aire atraviesa y nada, nada, nada puede volver a llenarlo.

Tu y mi papá dejaron llenos mi corazón, la casa, mi vida, la cabeza/memoria y sin embargo, es un lleno confuso porque no puedo escucharlos, olerles, tocarlos. Los tengo/los recuerdo, les hablo, los pienso, pero no puedo abrazarlos, mirarlos, besarlos.

Mi mamita, Blanca Sánchez Reyes, te he pensado tanto este 2023 desde que comenzó. Te he pensado tal y como te conocí, dígase como mi mamá, pero también como la Blanca María Olga Isabel Margarita Verónica del Perpetuo Socorro Sánchez Reyes, que nació un 19 de octubre de 1933. He jugado a imaginarte de niña, como en esa foto, color sepia, donde apareces con la Alicia -tu hermana, mi tía-, las dos vestidas de blanco, con moños en el pelo. Un pelo rubio y tu, con bucles y las dos sonrientes. O imaginarte cuando eras adolescente e iban de vacaciones familiares a la casa en Zapallar y vivías aventuras con tus hermanos mayores, nadando en el frío mar, subir a las rocas para ver los atardeceres, trepar árboles. Tu, siempre femenina, con tu cintura envidiable, tus pantalones de brinca charcos diseñados y hechos por ti, o las blusas entalladas que combinaban con una mascada al cuello o quizás con alguna de tus faldas con pliegues, de aquellas que el viento levanta cual paraguas, pero sin llegar a mostrar de más.

Blanquita, la hermana menor de cinco hermanos. Protegida por sus hermanos: Jorge "Pino", Jorge Patricio y Jorge Eduardo "cochayuyo". Blanquita, Blanca, aventurera, intrépida, que viajaba las calles citadinas y la carretera, sobre su Vespa. Blanca, la popular, la guapa, la bella, de la que todos estaban enamorados. 

Mi Blanquita, la que Sara Mena de Sánchez, (mi tía), contaba lo sociable que eras, divertida, centro de mesa, en las reuniones en familia o con los amigos en común. Y nosotros que nunca conocimos esa faceta tuya, porque la fuerza Orrego, te silenció y sin embargo, fuiste la mejor amiga, oreja, hombro, consejera de cuanto amigo y estudiante, de mi padre en la Universidad de Guadalajara y seguramente en la U. de Chile. Todos estaban -secretamente-, enamorados de ti, usufructuando de tu compañía como amiga y confidente tanto de heteros como del amadisímo Poncho, del que nos contabas lo mucho que sufría porque en su familia no lo aceptaban, de hecho lo echaron, porque no pudieron reconocer/respetar, su opción sexual.

Mi mamita Blancha, la más creativa, ingeniosa. Que siempre se las ingenió para ayudar a mi papá a mantener la casa y qué decir en el exilio en Guadalajara. Donde el ingenio y la observación te llevó a crear el negocio inédito de la "falluca" o "pirata" donde grababas de disco a cassette lo más selecto de la música latinoamericana, folclórica, Trova cubana. Hay que decir que gracias a ti, muchos jóvenes tapatíos conocieron/disfrutaron/escucharon lo mejor de sones y canciones de Zitarrosa, Viglieti, Silvio y Pablo, Sara González, Sanampay, Inti Illimani, Quilapayun, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Nacha Guevara, Soledad Bravo y tantas y tantos más. Lograste armar una selecta colección de vinilos, muchos de los cuales viajaron a Chile con nosotros.

Cuando éramos chicas en Guadalajara, hiciste hermosos vestidos, capas, faldas, calzones, para nuestras muñecas. Éramos la envidia -sana-, de nuestras amigas, que creían que "las chilenas", tenían esas muñecas con esas ropas de cuando las compraron, supieran.... Así como los maravillosos chalecos, suéter, que nos tejiste en México con hilos delgados para el verano y qué decir aquí en Santiago. Abrigaste nuestros inviernos con tus diseños de suéter cuello ovalado, redondo. O como el espectacular suéter que era más un abrigo, mi abrigo azul marino, que usé los dos años del colegio. Lo hiciste pensando en esas frías mañanas viajando en  micro hasta el Latino, lo amaba, me sentía abrazada/abrigada por el más cálido de tus abrazos. Hasta que un día dijiste que se le había salido un punto, que lo arreglarías. Entonces lo deshiciste y nunca volviste armarlo (snif). Actualmente conservo/atesoro/amo, un suéter negro y otro café chocolate, ambos cuello ojal y dos gorros para el invierno, uno negro con blanco y otro gris invierno, que no me atrevo a sacar a la calle por temor a perderlos. Ya no tienen tu olor, pero conservan la suavidad de las lanas con los que los tejiste y al ponérmelos, siento un estremecimiento similar, a tenerte a mi lado.

Mi mamita amada, que este 2023 tan "histórico", a lo mejor podrías estar con tus 90 años bien plantados, pero....Me pregunto tantas veces al día ¿Qué significarían para ti estos 50 años del golpe? Tantas historias sumadas a esos maravillosos tres años de la UP- del Presidente Salvador Allende, que viviste junto a mi papá, trabajando duramente, tu en la JAP de Lastarria, mi papá desde el Pedagógico.  

Tengo tantos temas que quisiera conversar contigo, te extraño tanto, siempre. Añoro tu compañía, nuestras cotidianidades, que fueron más alegres y entretenidas -lamentablemente-, después que murió mi papá, porque los sobresaltos cesaron. Y así y todo lo amábamos. 

Abuelita de Batman, extraño nuestros desayunos en el comedor, mientras leías todos los diarios posibles, yo frente a ti, aprendiendo del arte de leer titulares al revés (jajaja). Comentar la vida, algún libro, alguna noticia. Tomar café del bueno, acompañado de galletas Laura R., o postre de helado naranja morena en invierno y verano, o los gajos de naranja bañados de chocolate. Mirar series todas las noches, desde tu pieza, donde descubría el acertijo o al asesino, antes del final y me mirabas con cara de: "¿ya lo descubriste verdad?". Y después comentar las pistas que me llevaron al mismo resultado que la serie. O tomarnos la mano en las escenas que te inquietaban y saltar asustadas -a coro-, para después reírnos.

Si me hubieran advertido que la buena vida era esa, quizás, quizás, entonces sueño/juego a conjugar el verbo improbable e inexistente del "hubiera" y remito mis acciones/visiones, a ese pasado donde vuelvo a estar contigo, disfrutar una y otra vez, todo lo que vivimos juntas.

Y te sigo pensando Blanquita, Blanca, mi mamita querida. Te pienso tanto de niña, como de joven, adolescente, adulta, antes que Andrés Orrego, eclipsara tu vida. Como las historias en la casa de tu Abuela Ita Blanca, tanto visitas a tomar el té, como para su cumpleaños. Ese caserón de calle El Vergel con Eleodoro Yáñez, que el tio Lucho (su hijo, mi tío abuelo), le construyó, pero por más que pasaban los años, no terminó de instalar la baranda a la escalera que conducía al dormitorio de Ita Blanca. Lo que provocaba que cada visita que iba a la casa, qué decir cumpleaños de nietos o sus hijos, entre varios caballeros, acarrearan sobre una silla, escaleras abajo a la dueña de casa. Así fue como pronto la abuela, no volvió a bajar más. O las historias de la torta cumpleañera hecha en base a harina de chuño (lo celíaco venía de tu familia y lo intolerable al lácteo por los Orrego) y adornada con capas deliciosas de chantilly. 

Me acuerdo que una vez me contaste que la casa de la Ita Blanca, poseía un gran, gran jardín con mucho verdor y árboles, tales como, DeGinkobiloba, DeAlamo, DePeumos, que tu mamá, mi abuela la Ita Alice, pintó en innumerables cuadros. Todas esas historias también están adheridas a mi memoria, como las fotos/imágenes que cuentan sobre tiempos en blanco y negro, donde Blanquita, mi mamá, era la luz de los ojos de todos los comensales. No solo de mi bisabuela, que te dio el nombre, sino también de tu padre, Don Jorge Reyes, que en su  lecho de muerte, espero, espero hasta que llegaste, para mirarte y partir. Así como también la consentida de tus hermanos hombres y de tu cuñada, la Sara Mena. 

¿Cómo no adorarte si eres inolvidable? Lo mismo sucedió con los amigos de Guadalajara, basta que pongamos tema "Blanca" y los suspiros suben a las nubes en un segundo, qué decir tus sobrinas y sobrinos Sánchez Orrego, Sánchez Mena. Quién te conoció, nunca podrá olvidarte, como diría Amado Nervo.

Ay mamita, quisiera me vieras hoy, que soy una persona grande, que usa anteojos, que está cada día más ultra (jajaja), obviamente, más grande que hace 10 años, pero que sigue necesitando a su mamá, a mi mejor amiga, aunque no te contara todo, aunque todo, tu siempre estabas. Eres y fuiste la mejor mamá del mundo, aunque escaparas de algunos temas vitales. La persona que siempre estuvo, que nunca me juzgó, que más de una vez me regañó y agradezco la preocupación/orientación. 

Mamita, fuiste y serás, la única que me quiso. Eres el cariño/amor, más sincero de los años de infancia y adolescencia, lo pienso en este presente en el que no te tengo y si, fuiste, has sido, la única persona que me quiso completa y absolutamente. Mi mamacita linda, la que me ayudaba con las tareas, me retabas porque me escapaba a ver las telenovelas, mientras tu hacías los mapas y yo pensaba "pero si no te puedo ayudar, mejor no estorbar" jajaja. Siempre admiré tu creatividad lógica/matemática, tu orientación en cualquier parte del mundo, saberte la numeración de las calles -sin error-, y por tal, los puntos cardinales. A veces me daba rabia cuando me aconsejabas "no vayas por la tal vereda porque puede ser muy oscura o no vayas por ese lado porque están rotas las veredas", quería que te equivocarás y volver, gloriosa echártelo en cara, pero nunca sucedió, porque por ir de Jalisco nunca pierde, me caí en los baches señalados y tuve que apresurar la chala en las calles oscuras. Era como si conocieras todo Santiago, Guadalajara y Ciudad de México, la pregunta era en ¿qué momento? si todo lo hacíamos juntos. La respuesta correcta era, tu gran capacidad de observación, sumado a tu cabeza lógica y saber/conocer de mapas, entenderlos, el sentido de orientación. 

Modestamente creo que la "creatividad" que puedo tener, la debo a ti, la poca lógica que poseo, matemática ninguna, orientación siempre y cuando el corazón no esté metido en medio. Como cuando fui a Guadalajara después de tu partida, en el 2014 y simplemente no me hallaba, no encontraba las calles, me perdía, me desesperaba. Pero lo de la numeración, a esa no creo vivir para tenerla. Sinceramente creo que sin ti, no habríamos llegado ni a México (jajaja), si no ha sido por la presencia de la copiloto/compañera, del chófer, mi papá. Tan calladita, modosa, como diría mi amigo Rolando Báez, que también le conquistaste el corazón a punta de tu simpatía, conocimientos literarios y qué tal lo deliciosa de tus paellas. 

Mi mamacita, tan calladita y no se te iba una, siempre observando/escuchando, aunque el pesado de mi papá dijera que tenías una parabólica en las orejas, gracias a esa escucha, lograste salvar nuestro pellejo varias veces, así como vigilar que no rodara más de la cuenta, como cuando me pillabas intentando entrar a la cocina o abrir la puerta del refrigerador, aunque estuvieras a dos o tres habitaciones de distancia. Qué oído espectacular, hoy, con Don Tope, tu y yo, podríamos tener la agencia "Detectives Sánchez Orrego y asociados". Y sin embargo ese oído prodigioso ¿qué tal para perder todo? Eso se lo heredaste a la Manuela, que por suerte me tiene en casa para encontrarle la carpeta, los anteojos, el celular. Esas prácticas investigativas domésticas, han hecho de mi, la Colomba Sherlock, espero algún día servir para algo afuera de casa.

Ay mamita, mamacita, madrecita, mamá, te escribo/recuerdo y me siento llenita de ti, tengo la mente repleta de imágenes, así como las letras/palabras, creo que soñaré contigo. Este repasar tu vida ya sea entre historias vividas creadas, otras reales, tuyas es revitalizador. Es como estar en un cine viendo la película que más quiero y extraño. Pero sé que esto de visitarte en distintos momentos de tu vida, traerte con el pensamiento/imágenes, es una felicidad efímera, porque sigues sin estar. Y sin embargo, sigo haciendo memoria de ti, mi Blanca hija, hermana, tía, polola, amiga, madre, esposa, amiga, compañera. Todo eso que fuiste y serás para mi. 

Me pregunto si será por eso que desde que comenzó 2023, a sabiendas de tu décimo aniversario, comencé a viajar/imaginar/jugar contigo, en todas tus épocas, donde fuiste haciéndote la mujer maravillosa que antes y después de conocer a mi padre y tenernos a nosotras, tus tres gracias. Recordar las historias que la Sara Mena me contó, las que aportó el Pino, sus hijas mis primas. Es hermoso saber cómo disfrutaron tu presencia, tu creatividad, tu cariño. Así como las cuñadas y cuñados de ellos, todos tienen palabras de amor para ti. Y saber todas estas historias, fue configurando la idea de recordarte en tu décimo aniversario de ausencia, como la mujer, de nombre Blanca, que además de mi mamá, fue una mujeraza.  Te amo, admiro, quiero, extraño, en todas las versiones que hacen de ti mi mamita linda, Blanca, Blanquita, Blanch.

Me hubiera gustado conocerte/verte en tu infancia, de joven amiga de tus hermanos, observar ese vínculo/amistad/amor, tan lindo que tenías con tu hermano Eduardo, que pienso se parece un poquito al mío con Antonio. Haber conocido a la Ita Blanca, su casa, esos árboles. Así como a las otras seis mujeres que sumaron la pila de nombres que tienes y que siempre pensamos, cuando nos los recistaste, que nos estabas bromeando. Porque en el pasaporte sólo salía Blanca María, en el RUT sale Blanca María Olga. Pero al ver tu acta de nacimiento surgió la verdad: Blanca por la Ita tu abuela, María por una princesa, Olga por una tía solterona, Isabel por la reina de Inglaterra, Verónica otra tía y del Perpetuo Socorro, porque se estilaba que tuvieran un nombre de santo/santa como protección. El abuelo Titin, era Héctor María del Carmelo. Tan buena eras que no quisiste sumar más nombres a la pila, solo dos por hija: Blanca Pascuala, Ximena Colomba y Marta Manuela. No te negaré que con lo que me molestaron en la primaria en Guadalajara por "Colomba" por la semejanza con aquella tienda de muebles ubicada en "Colon 710", cinco posibilidades más me habrían servido de alguna forma. De todas maneras, alguna vez jugué a imaginar ¿qué nombres me gustaría haber tenido? Y el resultado fue: Ximena y Colomba por las primas de las que mi papá estuvo enamorado, Lenina por Lenin, Jenny por la esposa de Carlos Marx y Eduardiña en honor a Brasil o Eduarda por tu querido hermano. 

Puchis, podría pasar la tarde, días, años, meses, enteros escribiendo sobre ti, para ti, atrayéndote hasta mi, pero ¿qué crees?, tengo hambre jajaja. 

Te quiero mamita,

te quiero siempre,

desde que nací,

toda la vida,

hoy, ayer, mañana, siempre y en una intensidad que aumenta con la respiración.

Te extraño!!

8 de junio de 2023

Joven crisálida.


El martes pasado, a eso de las 10 u 11 de la noche, tocaron a la puerta y sin abrir pregunté ¿quién era? Y la voz de un hombre joven me contestó: disculpe señora, puedo dormir en "su" ante jardín? Es que lo estaba haciendo en la esquina, donde está la pizzería, pero me echaron. Me quedé muda, no supe qué decir, no porque no quisiera, si no más bien porque pensé ¿quién soy yo para "dar permiso"? (para eso está la inservible municipalidad de Providencia que te hace responsable si no riegas "tu" ante jardín y te multa si podas "su" ante jardín). Entonces entre balbuceos le dije que sí, que por supuesto, que lo usará, mientras la voz interior replicaba -claro, como es tremenda la ganga que ofreces-, y el joven me responde: no se preocupe que no hago ruido. Me salió una torpe risa interior. Y se despidió con un "gracias" y "buenas noches", que yo también le di.

No sé si tuvo buena noche, yo no. Sé que tosió, era él porqué la tos de mi hermana la reconozco. Mi dormir fue intranquilo, porque no pude pensar más que en ese joven, de voz joven, que vive en la calle. A su joven existencia, ya está en la calle, acurrucado sobre el suelo, rodeado de un maguey, suculentas con y sin espinas, el farol Led de la municipalidad, el poste sobre el cual pende esa luz fría de morgue que enciende a penas la luz solar se va. Cuando recién la instalaron, los pobres pajaritos anidados en las cercanías, piaban sin tregua porque, si luz había, de día era, así como el cactus que da y da flores dirigidas a esa luz divina. Escondido tras un trozo de tronco yermo de algún árbol que botó un vecino y lo encontré tan lindo, que lo puse por ahí entre medio de tanto verdor. Y enrollado cuál crisálida en un plástico semi transparente, esperando alguna vez ser mariposa, ¿será?

Mi primera reacción tras darnos las buenas noches fue abrir la puerta y abrazarlo, pedirle perdón por esta vida, me sentí horrendamente burguesa en mi casa, dentro de mi cama, protegida, bajo techo, sin peligros ni ruidos, menos el farol interrogando su sueño. Pensé en él toda la noche, soñé con historias de muchas, muchas, personas necesitadas, que llegaban a nuestra casa a pedir ayuda y abríamos la puerta a todes y los recibíamos en la galería, compartíamos el comedor que de pronto la mesa se multiplicaba en varias más y todos felices degustaban la comida y al final, la Manu, dictaba un seminario con elles de público.
Cuando desperté ya no quedaba rastro del joven crisálida, me pregunté si habría dormido bien, ¿qué será cómodo e incómodo para una persona que a tan corta edad duerme en esas condiciones?

Durante el día mi cabeza no paró de pensarlo y preguntarme ¿qué lo llevaría a tener esa vida? ¿Sería un joven SENAME? ¿Uno de la primera línea de la revuelta del 18/0 que libró la cárcel? También soñé despierta que era un trotamundos, un vagabundo como la canción de Nicola Di Bari: -Vagabundo vagabundo, algún santo me guiará, he vendido mis zapatos, por un poco de libertad-, que pasaba el día haciendo monedas como malabarista en los semáforos, o lavando platos, quizás paseando perros o tocando la guitarra en algún café o bar, como sucedió en el verano, cuando un otro joven en bici, guitarra en la espalda, nos preguntó a mi hermana y a mí si arrendábamos piezas y como la respuesta, en este caso, fue negativa, encontró cama en la casa de los narcos (si, leyó bien, mi barrio es tan graneado que tenemos jóvenes en situación de calle, media cuadra habitada por bautistas, otro habitante que es cineasta, una casa a bien maltraer donde están los narcos y gente común, como nosotras). Pero mi hermana, que es la que sale temprano, dijo no ver ninguna guitarra, sí, a él enrollado en este plástico, y ocupando su bolso como almohada.

Las interrogantes regresan, ¿por qué elije nuestro barrio? ¿hará algún trabajo miserable, por horas, que no le alcanza para arrendar una cama bajo techo? ¿Pedirá comida en los restaurantes? ¿Por qué un joven educado, que pide permiso para dormir en la vía pública -ese martes quise contarle que no pidiera permiso, que para eso era público-, que avisa que no molesta ni hace ruidos, que da las buenas noches y que ayer miércoles, cuando volvió como a las 22:30, y volvió a tocar la puerta para avisar que estaría ahí, para no asustarme, también contó que se fumaria un cigarrillo, pero que la colilla la tiraría en un frasco, vive en esas condiciones? Sé que es obvia mi pregunta, que es cosa de mirar las calles aunque les alcaldes, escondan vagabundos o personas en situación de calle, como la familia que vivía detrás de la estatua de Balmaceda, o a lo largo de la vereda sur en Santa María, desde Plaza Dignidad, hasta que le pierdes la mirada al horizonte.

Me duele la sangre pensar en este joven, joven que tiene esta vida. Ya habíamos tenido experiencias con personas de calle o vagabundos, linyeras como les llaman los argentinos, sobre todo uno "el teporocho", que lo bautizamos, porque atiende en una galaxia desconocida por tanto tomar alcohol y que tras la parranda, usaba el ante jardín para "cagar". Pero este joven no es borracho, quizás tampoco sea drogadicto, o todavía no, porque no se puede tanta coherencia, la rutina de doblar el plástico cada mañana y desdoblar en las noches, guardarlo en el bolso. Ese bolso me lo pillé hace tiempo, en un supermercado nuevo que hay a una cuadra de mi casa, pensé que era de alguna de las cajeras, ahora sé que lo deja ahí para andar más liviano. Es decir, no debe tener una apariencia "amenazadora" o de "teporocho", dígase tambaleante y hablando con el amigo imaginario. Este joven se le escucha educado, pide dormir no se arrima, avisa que no hace ruidos, que después de fumar guardará la colilla. Ser joven y con sentido común, solo remite a conciencia que da la educación familiar, escolar, los libros. Por la chucha por qué el estado no le otorga educación, casa y trabajo!!

E insisto ¿qué debe hacer una burguesa como yo, además de sensibilizarme? ¿puedo dar conversa, comida? Lo pregunto porque nunca me tocó una cosa así. Coopere con ropa y comida para los primera línea y los abracé en el fulgor de las circunstancias, para las víctimas de incendios varios en el país, para las ollas comunes en pandemia, pero no sé cómo actuar en un caso así. En el caso que tengo un habitante, mientras el frío y la lluvia no dispongan otra cosa, en el ante jardín, que quizás sea su morada "Ad Eternum", que me da las buenas noches y siento, cómo espera mi respuesta con ansias, para que realmente lo sea. Aunque el desvelo, en mi caso, llegue para quedarse ya que no puedo caer como lirón sobre mi cama, sabiendo que tengo un inquilino en la intemperie y para colmo joven. Si, la juventud, la vejez, la humanidad en esta situación me supera. Y no quiero que solo quede en la inspiración de una escritora frustrada, quisiera saber ¿qué hacer? ¿cómo ayudar? Ayudar no como dama de beneficencia, si no como ser humana.

Recién escucho al joven detrás de mi ventana desarmando campamento. Son las 10 am, el mundo sigue funcionando y yo debo sumarme también, hasta dentro de 12 horas en que él regrese y yo le dé las buenas noches nuevamente. 

17 de abril de 2023

Cumple de Titin y partida de Marta!!


Ayer domingo, 16 de abril, mi abuelo Hector Orrego Puelma, Titin ♥️, cumpliría 125 años de edad.

Mi abuelo Titin, fue de esas personas inolvidables, maravillosas, generosas, simpáticas, ocurrentes, divertidas, ingeniosas, que la vida nos entrega, a veces.
Él fue el primer ariano/abril, de la familia OrregoMatte y sus derivados ampliados, Sánchez, Silva, Cereceda.

Pienso en mi abuelo, veo fotos suyas y las ideas fijas son que era y fue hermoso, cariñoso, encantador. Desde que partió, no he dejado de pensarlo y extrañarlo.
Nuestros paseos a retirar su jubilación al banco, al correo en el Pasaje Madrid, comprar su número de lotería y terminar comiendo ave palta con cocacola, descansando la larga caminata, eran momentos únicos.
Y nuestras conversaciones donde aprovechaba de preguntar por mi vida, cómo estaba, cómo iba el colegio, los amigos.

Mi abuelo Titin, fue de las pocas personas adultas, en mi regreso a Chile, que se preocupaba, sinceramente, de saber cómo estaba. Con él sentía tal confianza que le contaba y le preguntaba de diversos temas. Era un placer de bálsamo para mi intensa juventud, escucharlo y bajar mis revoluciones, porque lo hacía desde el amor más profundo, al respeto y a la individualización de mi como Colomba, Colombita, Coli, Colito, su "Chincolito". Te extraño tanto abueluco ❣️.
Cuando nací, ocho días después, mi abuelo cumplió 71 años, es decir, mis recuerdos son los de un hombre que siempre tuvo su pelo canoso, al igual que mi abuela Marta. Durante muchos años pensé que solo a ellos, les ocurría, porque eran especiales, únicos e irrepetibles, porque eran mis abuelos ❣️.
Mi prima Paulita, cuando fue mi cumple (hace ocho días atrás), me mandó por wasap, la foto 2, diciéndome que la encontró y le llamó la atención "el parecido entre Titin y yo". O seaaaa manso, enorme, piropo me aventó.

Parecerme de cualquier forma, ángulo, posibilidad, a mi amado abuelo, abueluco, ariano, abril, es pura poesía en movimiento para mí. Ojalá algún día peine sus canas, llegue a ser tan simpática, divertida, encantadora, generosa, guapa, como él, mi inolvidable, amado 💕 Titin. Para ti siempre Feliz cumpleaños!!!

Y para que la inmortalidad de la memoria y las nostalgias quedaran intactas, sucedio que en la decada de los 90 del siglo XX, murio el mismo dia del cumple de mi abuelo Titin, su señora compañera de toda una vida, mi abuela Marta. En el corazon los llevamos siempre, a los dos  🎼🐞🌺❤️♥️❣!!

13 de abril de 2023

Feliz cumple primo Ricardo!!


No podía dejar pasar este día,
el día de mi primito, amor infantil y adolescente. Tu, mi compañero de paseos, de fantasías, de viajes en automóvil, contando estrellas, compitiendo por quién sumaba más estrellas. Amiguito de mi corazón, de esos que no existen, de los que uno ansía tanto tener. Yo fui afortunada. Conocerte, entablar este vínculo que ha trascendido a tiempos y territorios. Mi primo querido, mi Ricardo Twain Orrego, nunca me dijiste que eras un año menor que yo. Siempre pensé que no solo éramos arianos de abril, sino que también teníamos la misma edad. ¿Viste? Siempre dije que por algo eras más pequeño que yo, no solo porque de niños eras el más bajito de los dos, sino porque eras menor que yo. Mmm debes disculparte por un trillar de veces que te pusiste majadero con tus mayores jajaja.

No quería y no podía dejar pasar este tu día, este 13 de abril, ese día que nos unió para siempre. Mi primito del alma, junto a mi abuelo Titin, son mis arianos de abril, consentidos.

Hubo un tiempo en el que me leías el pensamiento ¿te acuerdas? Que como hoy, no necesitaría decirte que estoy apachurrada, porque lo sabrías de mirarme, de observar que no estoy contentísima, que no saco sonrisa a cada rato, ni que escucho música mientras la canto, que no hago las cosas exaltada de alegría. Pero bueno, todos tenemos nuestros días de bajón, que pensando en tu cumpleaños y que quizás estás festejando en familia, me animo enseguida ¿eh? De hecho, animaste a mi espíritu apachurrado, porque prendí el computador única y exclusivamente para escribirte unas letras y desearte !Feliz cumpleaños!

Mentiría si te digo que no extraño nuestros días, de tardes, escapándome de la casa para salir a pasear contigo por Avenida Vallarta y fisgar por entre medio de los barrotes, de las rejas, de los muros altos, aquellas mansiones en las que soñábamos que tu eras el propietario de una y yo de la de junto. Extraño esos días. Extraño te, extraño tanto te. Extraño nuestras escapadas para tomar tejuino, echo tanto de menos sentarme en el Parque Revolución contigo y contarnos historias, muchas de las cuales eran inventadas, pero nos gustaba escucharnos, nos gustaba saber que sabíamos que la mitad de las historias eran inventadas, pero nos reíamos. Los dos gozábamos de una imaginación a borbotones y los dos la utilizábamos para contarnos esas historias inverosímiles que solo tu y yo, le halagábamos al otro y viceversa y que solo tu y yo sabíamos que la mitad no era cierto. Extraño te. Extraño mi infancia, mi juventud y adolescencia donde tenía tantos amigos como tu, como Mario, como Gerardo, como el Chino, el Chato, Guillermo, mis amigos, con los que compartíamos tonteras en clases, a quienes defendía en los recreos. Los extraño. Te extraño. Extraño te.

Supongo que será la madurez y esa maldita cosa que ocurre cuando eres muy de principios y no puedes, no soportas quedarte con gente que consideras sin principios. No me quejo de mi soledad actual, siento pena por la falta de amistad, la ausencia de aquella real amistad, como la nuestra, como la de mis compañeros de la primaria. Esa complicidad, saberse que el otro hará por ti, lo mismo que yo por ellos. Amistad la que parte en dos el lonche, la galleta, el pan, que comparte la bebida, comprando otra o bebiendo de la misma. Extraño a mi otro primo, el chileno, Andrés, el príncipe hermoso, de manos grandes con dedos alargados, que me abrazaba con esos también larguísimos brazos, que me tomaba de la mano y la mía se perdía entre su palma de dedos largos. Lo extraño, como cuando tomábamos coca cola y jugábamos riéndonos, a tirarnos el eructo más largo. Frente a mi computador, tengo el cuadro hecho con spray que me compró en la calle a fines de los 80, que muestra una ciudad futurista que mira, desde una alta montaña a otra, resguardada como en una cúpula de vidrio color verde. Extraño esa amistad de silencios no incómodos, de esa amistad donde una sabía que cabía no solo en el corazón del amigo, sino que entre sus brazos, su mano entre la mía. La amistad siempre tendrá un poco mucho de amor, de enamoramiento, de adoración, de admiración.

Hubo un tiempo en el que me enamoré de ti ni bien de conocerte, en el que te amé, después nos hicimos amigos, seguía enamorada de ti y finalmente nos convertimos en los mejores amigos. Así también hubo un tiempo en el que estuve enamorada de Mario y de Guillermo, pero la amistad pudo más que ninguna otra cosa. También quedé flechada al conocer a mi primo Andrés, con su porte de príncipe de casi dos metros, con su sonrisa de labios gruesos rojos y sus dientes blancos, esos ojos almendrados que cerraban y abrían al unisono de su risa. Me enamoré profundamente de él, pero nuestra amistad era más fuerte y fue mi mejor amigo/amado.

También sé que hubo un tiempo en el que tu te enamoraste de mi, quizás fue al mismo tiempo que yo de ti, y quizás también, al mismo ritmo nos amamos, pero preferimos ser amigos/primos, que ninguna otra cosa o con todo junto, porque no queríamos que nada en el mundo derribara ese amor/amigo, que un día nació y del cual podemos contar varias décadas, casi tantas como nuestra edad.

Cuando estoy triste o atribulada, le escribo a Ana y entre líneas llenas de palabras con frases que dicen ideas/reflexiones, voy calmando el espíritu que está agitado. Hoy me pasó lo mismo contigo, con la intención sincera de desearte el mejor de los felices cumpleaños, primito de mi corazón. Te echo tanto de menos, te extraño, extraño te. Gracias por este espacio en el que volvimos a estar juntos, aunque la distancia de kilómetros terrestres y aéreos, nos tengan tan lejanos el uno de la otra. Te quiero mucho, siempre te voy a querer, siempre vas a ser mi primito querido, mi amigo/amor. Gracias por este espacio de memoria y nostalgias!!!