Me gustaba más cuando no te conocía. El destello con el que llenaste mis ojos aquella noche, no lo volví a encontrar.
Eres,
pero no más el de aquel momento. Tendría que haberme quedado solo con esa primera sensación, el deleite por lo que en mi interior crecía y no tener que extrañarte.
Colmada
de ti, debí vivir la fascinación, el elixir que provoca descubrir tanta vida alojada en una mirada. Tanto placer, tanta belleza. Aprise el paso ansiosa, obtener más y más, sin reservarme para el disfrute eterno. Quise y quiero. Quise llenaras
mi cuerpo con el tuyo, tu piel con la mía, tu lengua y la mía, tus besos en mi boca. Tu mano en mi mano apretadas y suaves. Pero nada de lo que fuiste,
volvió a ser.
Tu, destello azul de luz
mágica, entraste en mi, despertando libidos dormidos, emociones escondidas, sensaciones nuevas. Te agradezco, pero tengo que dejarte ir.
El aire lleno de aromas dice que tu y yo no seremos.
Tengo que dejarte ir y quizás entonces.... no lo sé.
Tengo que dejarte ir, disculpa la irrupción cual vendaval, también pido disculpas para mi, por estos días sin sueño, agitados, intensos, e interrumpidos.
Dejémonos ir!!!
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