22 de julio de 2022

A mi primo Pablo!


Que rotunda que es la muerte, con la absoluta certeza del espacio vacío que deja. Así me comencé a sentir desde que mi prima Claudia, me llamó para contarme que el primo Pablo, del ala Sánchez de la familia, había muerto. Pensé también en aquel día que contaron que estaba enfermo, padeciendo un cáncer que lo traía muy a mal, me cala hondo su partida porque no alcancé a llamar a ninguna de sus hermanas para preguntar por él. Aquellas cosas que no hicimos, son las que más marcan nuestra existencia. Entonces decido modificar esa situación y pensar en lo que sí haré..... 
Como escribirte por ejemplo. 


Si pongo a trabajar la memoria, recuerdo aquel día en la casa del tío Lucho Reyes, en que recientemente fallecido la familia Sánchez Reyes y consecuencias, estaba desarmando su hábitat. Con mis padres, habíamos vuelto a Chile ese mismo año en enero, por lo que muchas de las personas congregadas esa mañana de sábado, no las conocía, entre ellas Pablo Sánchez Mena, mi primo. El más guapo de los concurrentes, con un tostado de piel que pensé "este viene de la playa", pero a los segundos mi madre me lo presentó y aclaró "él es idéntico a Eduardo". 



Entonces supe que ese maravilloso color de piel, venía de familia. Evidentemente quedé eclipsada porque más allá del tostado, era guapísimo, o al menos como me gustan a mi, es decir, guapos, rubio y crespo, cara linda, bonitos rasgos, alto o más alto que yo y para acabar de desparramar chantilly, encantador. Me acuerdo que se reía y reía de cosas y yo simplemente lo miraba embobada, tenía esas sonrisas amplias, con bonitos dientes, que no se miden en la risa/sonrisa, que simplemente carcajean si hay que hacerlo. Y por supuesto no lo olvidé nunca más, aunque en los 35 años que llevo en Chile, creo que lo volví a ver tres veces más.


Sé que soy de esas personas azotadas, intensas y tales y quizás por eso es que Pablo, quedó impregnado en mi memoria. También porque años después de esa ocasión que lo conocí, establecí un vínculo muy estrecho con su madre, Sara Mena, mi tía, una mujer realmente excepcional. A veces creo que los, las, les, seres de ese calibre, nacieron para irse pronto. Porque mi tía también murió de cáncer y también lo hizo joven. Y si bien en esos años de complicidad con la Sara Mena, cuando ella con mi tío Pino, vivían en Reñaca y después en Ritoque, me tocó más convivir con su hijo menor, Tomás, siempre en las conversaciones sobre Pablo, aunque él no estaba presente, había un no sé qué especial, único e irrepetible que cubría ese momento y lo transformaba en un ser extremadamente mítico y especial, para mí. Obviamente que para la Sara Mena también, caía de maduro la preferencia, babosería que sentía por su Pablo ¿quién no? Había que ser de otra especie para no sentirse sublimada por conocerle.

Y creo que la siguiente vez que lo volví a ver, fue cuando se murió el tío Pino, en el hospital de la católica como él también y si bien los momentos no estaban para socializar, de todas formas en ese recinto hospitalario y en compañía de mi mamá (que todavía estaba viva), pasamos muchas, muchas, horas de nostalgias por Pino, Zapallar, los Sánchez Reyes, los Sánchez Mena y asociados.


Entonces ahora que me entero que en la madrugada de hoy partiste, no puedo dejar de sentir un remezón en mi interior. Me consuela el pensar que estuviste de cumpleaños el 17 de julio y decidiste partir el 22, cuatro días antes que mi  mamá, que como sabrás, te quería con devoción. Soy especialista en buscar semejanzas en todo lo que habito, como el hecho que Pino y tu fallecieran en la clínica de la UC, que entraras con neumonía como él y que compartas mes de  nostalgia con mi madre.


Fue justamente mirando esta foto que descubrí que eres, eras, muy absolutamente Sánchez. Tienes la misma pera de mi mamá, de la Claudia, del Pino, mía. Tu perfil con esos ojos tan lindos y esas cejas, supongo que lo sacaste de la Sara Mena. El pelo crespo, una mezcla de ambas familias. Miro y miro esta fotografía y me sorprende más que agradablemente, constatar lo fuerte de los rasgos, de los rasgos de nuestra familia Sánchez. Me alegra tanto, me conmueve, constatarlo es como poner en valor una y mil veces más a nuestra familia, la que nos une, la que nos vincula sanguíneamente.

Mañana iré acompañar a tus hermanas y hermanos al Parque del Recuerdo, donde te despediremos con cantos, risas, conversas, abrazos, nostalgias y ten por seguro, que seguirás latiendo en el corazón/memoria/nostalgia, de tus hijos, tu mujer, tus hermanas y hermanos y en el mío también!!!

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