Haré mi último comentario sobre las elecciones en México, porque tampoco se trata de estar rallando la papa. Asunto es que el domingo, cuando estaba en pleno apogeo las elecciones, recibí un mensaje por el watsap de mis compañeros de la primaria de Guadalajara. Era la foto de uno de ellos, mostrando su dedo en tinta, demostrando que ya había votado y cual si alguien le preguntara sumó el hashtag #QuemueraMorena.
La verdad que al grupo de mi primaria, hace rato que no lo visito, los leo a veces, me río en algunas ocasiones y en otras, junto tanta rabia que vuelvo a repetirme "pa qué chuchas los lees". Y me entristece porque pienso ¿qué hice para merecer gente tan facinerosa, tendenciosa, fascista, ignorante como amigos? Porque cuando éramos chicos y estábamos en la escuela, exceptuando un compañero que tenía una historia, que después supe era más bien una chapa, era el abiertamente facho, porque su papá era alemán y él con orgullo decía que nazi (no sé si pecaba de ignorante). Pero de todas formas, aunque lo miraba escandalizada, éramos chicos y yo lo consideraba mi amigo. Pero nadie era abiertamente tan marcado con un color, bueno, en realidad nadie era nada de marcado porque en México o en el México que yo viví, la gente no hablaba de política y menos nosotros que teníamos entre 6 y 12 años.
Los amigos y compañeros de trabajo de mis papás sí lo eran, casi todos pertenecían al PCmexicano, se decían de izquierda, no faltaban los "ultras", como los llamaba mi papá (que era un poco amarillo), o simplemente de ideas progres y que apoyaban al vendaval de extranjeros, chilenos y argentinos, uruguayos, exiliados, que les llegamos.
Asunto es que en el chat del watsap, se generó una escalada de violencia escrita contra MORENA y contra todo aquel, aquella, que manifestara apoyar esa causa. Yo no dije nunca nada y todavía no lo hago, ya que no soy mexicana, pero de serlo hubiera, sin duda, votado por MORENA, pero lamentablemente no lo soy y sé que las políticas de cada país, se definen, discuten en cada país (aunque aquí no lo estoy cumpliendo, pero bueno, soy humana y erro día por medio).
Entonces sucedio algo que cambio el agüite en la que estaba..... un compañero de mi primaria, por el que la verdad no daba ni un peso, tras dar los buenos días, mostraba un sticker de MORENA y por lo tanto asumí que había votado por ellos, se lo pregunté en privado y me lo confirmó. Entonces por supuesto, se lo comieron a balazos letristicos, comieron es mucho decir, porque el único que profería caca por la boca era uno, casualmente el gestor de ese chat, pero eso no le daba derecho alguno a comportarse de esa manera. Y es que le dijo de todo: ignorante, tonto, iletrado, que como era tonto lo había convencido el lado opuesto de la verdad, que él no leía más que caricaturas, que si no tenían dibujos no se interesaba.
Para mi era abiertamente el descargo de alguien muy histérico, entonces pensé y recordé a las viejas fachas de mierda caceroleras de los tiempos de la UP, que desesperadas y con miedo, actuaban con una violencia desatada (me contaron, porque tenía un año de edad). Entonces, decidí abrir contacto por chat con mi amigo, ahora Morenista y le dije que lo felicitaba, que me emocionaba no se imaginaba cuánto esta situación, que así estaría por los siglos de los siglos y que no le hiciera caso a ese que lo maltrataba, porque era un ignorante y solo estaba demostrando su terror a perder las elecciones.
Lo curioso es que el que profería los insultos en el chat, vendría siendo el letrado del grupo, el que de joven leyó de Lenin, de Marx, de la URSS, porque supuestamente como me comentó hace mucho tiempo, le llamaron la atención y sus ideas, pero cuando profundizó la idea que le quitaran a las guaguas y se las comieran (eso en terminología chilena mía porque guagua para ellos no tiene ningún significado jajaja), ahí no le gustó tanto la cosa. Aunque lo que no me confesó, porque se vería mal, es que lo que no le gustó fue la idea de tener que "compartir" los beneficios, ya sean dinero, alimentación, confort de vida y en fin, todas esas cosas que dicen perderían en una nación socialista, cuando en realidad están refiriendose a una comunista, que en ningún lugar del mundo se ha implementado pero, él es el inteligente, culto y letrado, además del estribillo que ya deberían hacerlo canción y el país mentado cobrar derechos de autor, con que se convertirían en MexiZuela.
Final de cuentas, tanto mi amigo Morenista como yo, dejamos de leer los improperios del gestor del chat, que se sumaron nada menos, que a los del profesor del curso de esos años, quien tiene unos delirios mesiánicos impotentes, de creer que al escribir lo están leyendo sus siervos, no seres humanxs y siempre con un tono engañador y afable de "esto no es para molestar a nadie, solo si lo quieren leer, pero es interesante que se documenten". Lo que se dice vulgarmente "bajar cartilla". Una vergüenza, como bien dice mi sisterna Manucita, porque o sea por suerte que es la persona adulta del grupo.
Pero me quedo con ese amigo y su opción, que es aquella que viene del pueblo mismo mexicano, del cual no ha salido, continúa viviendo en su mismo barrio de hace 52 años, heredó el trabajo de su papá. Digamos, un orgulloso representante del pueblo mexicano que tiene como aspiraciones hacer feliz a su familia y que votando con MORENA, se sigan cumpliendo todos los beneficios que nunca antes tuvieron. Tuvieron, no "tuve", mi compañero habló todo el tiempo en plural, "nosotros". A diferencia del violento letristico que todo era desde su ombligo de desclazado, porque a pesar que siempre habla que su mamá los sacó adelante a punta de vender jericallas (flanes), tan orgulloso no se siente porque en el fondo de su corazón, se avergüenza de haber sido pobre y ahora lucha 24/7 para pertenecer no a la clase popular, sino que a la media. Y todo indica que en esa posición trabajando todo el día, dejó de leer, actualizar sus lecturas y por tanto, sus ideas.
Final de cuentas, me siento muy feliz, tanto porque el resultado nacional no fue malo, como por mi amigo Morenista y por el futuro de ese chat, quizás no lo vuelva a leer, porque éste amigo siempre me insiste que le de unas vueltas al chat, que salude, que de señales de vida pero ¿cómo explicarle que me desmotivan? Pero para devolverle la mano, porque estoy feliz que existan esperanzas en mi amado país, lo saludaré a él todos los días que pueda, sin tener que juntarme con tanta chusma individualista.
Como comentábamos con mi sisterna, fue como un viaje intenso a mi México amado y a su situación sociopolítica, porque en ese chat estaba concentrado toda la variedad de ciudadanxs: los y la facha, el apolítico o más bien flojo o decepcionado y el que nadie podría pensar que votaría por el partido del Presidente mexicano. Todo lo cual me hace muy feliz, por él, por mi amado México, a quienes les deseo que tengan la mejor vida, porque la merecen, vaya que la merecen. Eso.
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