Supongo que todavía estoy sumergida en esa ilusión ingenua en donde domino mis acciones. Solo puedo decir que es la inexperiencia en estos temas, lo que me lleva a equivocarme o pegarme piedra con cabeza tantas veces. El querer, humane, querer que te quieran, querer importarle a alguien provoca estas recaídas.
Es fuerte para el ego
constatar que no le importas/interesas y como tengo el síndrome de
Estocolmo latente, no sé cuánto tiempo me demore en hartarme de sus
groserías, cuánto puede soportar una victima del SdeE, no lo sé.
Ojalá
que a mi vida lleguen otros intereses más sólidos y palpables, sin odio y sin rencor, pueda pasar mucho tiempo sin hacer contacto.
Sabemos, esta vez constatamos que le importa un lulo jaja.
Esas
cosas inexplicables, visto en vivo 2 veces, conversado nunca y
el resto por escrito monólogos de mi parte, no puede ser menos real. Mil veces más aburrido y lento y sin alma, que mis añoranzas. My dog, sálvame de este mal. Llena de luz mi vida, llename de todo lo necesario para vaciarse de él.
Tan linda que es la vida y estar abierta a lo que se venga, sin amarras invisibles.
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