30 de noviembre de 2020

La eternidad con memoria incluída!!!

 


Los pensamientos surgen no creo que por casualidad y así es como desde la semana pasada he pensado y pensado en ti, recordado y vuelto a pensar por qué decidiste irte.
Los años de la vida siguen sumándose, tu familia, la mía, yo y no tu. No dejo de evocar cómo hubiera sido todo si estuvieras, a veces le echo la culpa a tu familia por no haber sabido ver que quizás estabas sumido en una profunda tristeza a pesar de esa sonrisa hermosa, de esa calidez, de ese estar siempre cuando otros te necesitamos.

Andrés, mi querido Andrés, te llevo en la memoria, en la eternidad de los años que han transcurrido, imagino cómo serías hoy tantos, tantos años después, en este mundo político y social, qué hubieras hecho frente a la revuelta social ¿nos habríamos encontrado en la calle? Pienso en lo injusta de la vida, si estuvieras ahora podrías ser el mejor somelier del universo, trabajar en cuanto viñedo quisieras, hasta yo hubiera ido a tocar una y mil puertas para ayudarte a abrirlas y que entraras, tu con tu visión adelantada a los tiempos y quizás estarías casado más de dos o tres veces, con hartos hijos, viviendo en algún campo de uvas, feliz, solidario, hermoso, siempre dispuesto y disponible para aquel que requiera de un amigo, un hombro una oreja.





Primito de mi corazón, quedaste joven por siempre jamás, detenido en la eternidad y al menos en mi caso, estás presente en la memoria, en mi corazón, en la vida, en el aire, en cada detalle de tantos que dejaste presentes para que no te olvidará jamás. Mi primer amigo o quizás el único de verdad, aunque teníamos la misma edad me comportaba y tu lo dejabas, como la pequeña, la hija, la que requería protección y di por hecho que pese a todas las cosas que confiabas decirme, estabas bien ¿cómo no estarlo si eras tan maravilloso? Hermoso, simpático, alegre, dicharachero, extrovertido, guapo, galante, educado, sensible, hermoso, cálido, solidario. Y sin embargo ninguno de esos múltiples atributos influyó para que decidieras mejor quedarte con nosotros.

Quedarán siempre las interrogantes, las dudas, las ganas de haber estado más cerca, de haber servido para algo, haberte escuchado y esta vez sí aconsejarte y no solo mirarte con amor y devoción. Primito, mi amado primito Andrés, mi único primo Andrés, el único que tendió la mano, esa amplia, blanca, delgada, de palma en la que la mía quedaba totalmente tomada, con tu metro 80, con tus ojos grandes y ensoñadores, con tu boca de cereza enorme y bella, tus dientes, ese pelito, el porte, qué porte, que facha, que altura. Te amaba tanto, estaba tan enamorada de ti y al mismo tiempo tan encariñada, tan amigada, eras como  un ángel de la guarda, guapo, simpático, atento conmigo, dispuesto a todo por  mi. El que me dio la mano cuando lo necesité, el que estaba para hablar, con el que compartí la gracia de tirarse flatos, tomar coca cola y tirarse flatos, el cuadro de una ciudad galáctica, hecho con spray, está aquí junto a mi, frente a mí, tengo algo de ti, éste cuadro con ese sol intenso y grande, con esos planetas rojos (marte por supuesto), con esa ciudad protegida por la cúpula verde, que mira a la montaña superior, la ruta para llegar hasta alla y la fecha 1989. Y unos años después nunca más, nunca más verte, nunca más escucharte, pero siempre, por siempre, para siempre, incluida la eternidad, estarás en mi memoria, en mi corazón, en cada latido de él, en cada torrente sanguíneo. Te voy a querer siempre, como también te llevaré a donde vaya.

Nos faltaron tantas  cosas, como tomarnos una foto juntos, como repetir el que me tomaras de la mano, el viajar con rumbo a más horizontes (Argentina siempre estará llena de ti), nos falto volver a vernos más, conversar, nos falto, me faltó, que te quedarás para siempre aquí. 

Hasta siempre primito amado !!!!

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