4 de septiembre de 2018

Antes de irme.

He vuelto a pensar en la muerte,
en aquella que llega y con la fuerza que siento no tener,
termina con cualquier sufrimiento.

La pienso, me he dado cuenta, cada que los externos entrometiéndose en mi vida, vuelven hacerme daño.
Pero aunque la tentación de pensar muerte, llama, atrae,
la liberación de dejar el sufrimiento por aquellos otros que nunca me han visto,
va apoderándose de todo.

Antes de irme,
antes de dejar que la muerte solucione todos mis pesares,
debo dar la lucha
y en ella,
alejar lo que hace daño,
las contataciones más y más concretas que la gente que no te quiere, no debe estar a tu lado.

No es el ego de ser el centro del cariño,
pero sí el cuidado y el respeto que para mi, la amistad entrega.

No estoy pidiendo imposibles,
sí para los egoísmos e individualismos,
no para quienes conocen las reglas de la amistad,
aquello del respeto por ti y por mi.

Quizás el día que logre limpiarme de todos y todas y todes, 
los que no me han visto,
nunca existido,
entendido, comprendido,
apreciado, valorado, respetado,
quizás ese día me convierta en la Colomba más feliz del universo,
que logro lo que más o menos buscaba,
al menos y sobre todo el respeto,
rodeada de quienes me tu, tu me,
quizás ese día,
de tanta felicidad, de tanta alegría,
explote y termine en tus brazos mi querida muerte....

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