3 de diciembre de 2017

Decepción.

Mi parte mentirosa,
decía que no quería verlo,
mis ojos, la piel que se eriza en el contacto,
mis manos, toda yo, 
quería verlo
y al mismo tiempo sumaba la sensación confusa entre desazón y aceleramiento del corazón.

Alargué el momento del encuentro,
mientras los pasos sumaban distancia,
y sin embargo,
los latidos del corazón, decían que volando en el aire estaba.


Demorar el momento,
la parte mentirosa rogaba que no estuviera,
y mi resto, sólo quería volver a verlo.


Los pasos me llevaron a buscarlo,
hasta topar con su espalda, 
su actitud corporal,
recorrí su espalda, como si alguna vez mi pecho hubiera estado pegado a sí,
como si en alguna ocasión, sus brazos me abrazaran,
pero en cambio su aroma, un día quedó impregnado para siempre,
ese aroma tan solo suyo y a la vez evoca, otro tiempo, otro lugar ¿cuál? ¿quién?


Me topé con otras miradas,
sonrisas cálidas y cariñosas,
les sonreí a esos otros,
distrayendo la agitación,
y sin embargo, los pensamientos viajaban buscándolo.


La tensión y mi atención estaban sobre él,
traicionando a mi parte mentirosa,
aceleré el momento que me viera,
el telón se abrió y a su lado la desesperanza....
había pasado tanto tiempo sin verlo 
la parte mentirosa se río,
repitiéndome mil veces la imagen de su apatía chocando con mi intensidad.


Y de pronto el universo pasó a dar lo mismo,
la trivialización se apoderó del ambiente,
ya no era sólo a mí a quién saludaba,
a mi, a ella, a todos, a las marmotas azules,
se evaporó la ilusión aquella,
en donde el tiempo se detiene
y aparentemente yo era importante.



La tarde siguió diluyendo las intensidades,
ese poco de él que habitaba en mi,
la ilusión de amore, amor,
arrancando la alegría,
las ganas de soplar a los dientes de león de la ruta.


Constaté la decepción,
cuando entré al juego de la trivialidad,
dolían las pérdidas,
ilusiones todas, es verdad,
alegrías miles,
ensoñaciones también,
aquella fuerza de viento arrancó todo en un instante.



Recurro a ti, mi guardián presente,
amigo pasado,
enamorado de siempre,
no dejes que el viento me arranque las ilusiones,
déjame seguir ensoñando,
la vida sin colores y brillos no es para vivirla,
no permitas que todo ello se aleje, se marche, vuelen lejos de mi....

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