11 de febrero de 2025

Un día sin Topito!!



Tengo la sensación que estás en algún lugar aquí cerca y que basta con que te vayamos a buscar y todo vuelva a la normalidad. Entonces, cuando esa sensación pasa como lo efímera que es, pienso en que quisiera volviéramos a la normalidad de aquellos días, en los que no tomabas tantos remedios, no habían tantos horarios y tu alimentación solo consistía en las croquetas.

Topito, mi bebé, mi wawita, no he dejado de pensar en ti, desde ayer que llegamos a la casa. Tengo un apachurrón de alma y espíritu.

Me pesa el cuerpo, la cabeza funciona todo el tiempo, se llena de suspiros, de pensamientos sobre ti, de recuerdos contigo. Mirando fotos para escribir lo de ayer, descubrí feliz que tuvimos muchos años en los que nos diste tantas, tantísimas alegrías, en que tus maullidos, tus caritas, tus poses, todas, nos hacían la vida. Te recuerdo sin cesar, lleno las horas que pasan tan lentas y me da lo mismo si pasan o no, quisiera como seguramente sintió la Yeya y yo misma cuando se murió el Gremnling y mi mamá, que el mundo termine, que las rutinas y las cotidianidades terminen. Que el mundo se detenga, que caiga una bomba y nos fulmine. Detente mundo el Topillo ya no está!

Anoche te vi en el cielo, fue especial como tu, hermoso como tu. Aquella estrella o luz celestial que vi, que levanté la mirada, como me gusta tanto hacer en las noches, para mirar el cielo y ver a las amigas lucecitas estrellas o planetas, aquellas las mellizas o las otras, titilando. Y de pronto, una de ellas brillaba más, una de ellas se veía como enviando señas y no dejé de mirarla y le avisé a Manu, que tu sabes es lenta y no muy observadora y entonces, la estrellita luz o lo que fuera desapareció en sí misma. Hoy busqué sobre ella y decía que era un ser querido despidiéndose.... o sea tu.


Me alegra pensar que estás volando/viajando, hacia rumbos maravillosos, desde encontrarte con todos nuestros seres queridos, como por el simple hecho, como dice la Manu, que tu,  un ser hermoso, libre, poético, pueda volar y visitar nubes, cielos, estrellas, planetas. Mi querido pajarito, toda la dicha de volar y viajar, vivir en espacios especiales, es lo mínimo que te mereces por tanto que diste. Ya sabes, aquí quedamos tu mamá y la tía Cuqui, tristes pero contentas de sentir que compartimos tantos años sublimes junto a ti.

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