25 de agosto de 2017

Volver a vernos.


Falta nada.

En cualquier momento entrarás por la puerta
y desde ese instante en más,
el mundo se silenciará,
escuchándose solamente nuestro latir presuroso.

Treinta y cuatro años han pasado.

La recuerdo bien,
fue esa noche de agosto, 
en Guadalajara,
el cielo se abrió ante mis ojos 
y en ellos, 
sólo hubo espacio para tu imagen, 
inolvidable, única e irrepetible.

La esencia de la primera vez.

Una historia contada en tres tiempos y algo más. 
El ambiente se llena de las Imágenes de peces de colores en un fondo blanco y negro,
de música suave y sensual producto de los repiqueteos de una batería.

He intentado imitarte.

Escucho pasos,
los tuyos, 
con tu particular manera de caminar, 
te acercas a mi.


Tu y yo.

Sonrisas de media boca, 
boca de labios delgados, carnosos, rojos, ojos negros, brillantes, piel blanca.

Solo tú y yo. 

Quería otro escenario,
Guadalajara más bien,
qué hacer, la vida acomodó nuestro destino.

Feliz, nerviosa y expectante.

Sólo quiero verte, 
volver a verte,
volver a escuchar tu voz,
esa sonoridad ronca,
seca, bien modulada.

Escucharte, volver a verte.

¿Te das cuenta?
volver a tocarnos, abrazarnos, escucharnos....
escucharte, abrazarte, volver a tocarte.



De la vida.

Respuestas que no existirán,
sólo ansiamos escapar,
irnos solos los dos,
juntos otra vez, solo tu y yo.



Como aquella noche.

En aquel lugar silencioso, oscuro,
entre la soledad de uno y la compañía de otros,
imágenes, sonidos, palabras, sueños,
llenándonos de ellas, 
tanto por decirnos, por contarnos. 

No existe el tiempo.

Sabemos todo el uno de la otra y yo de ti,
34 años, una vida de historias 
y un lindo amor.

Llega pronto mi bien, que de agonía también se muere!!!!

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