A través de esta hoy "reliquia" tecnológica llamada Blog, hace muchos, pero muchos años atrás, buscando y aprendiendo, además de leer blogs interesantes, conocí un blog, que escribía los mejores comentarios de cine que he encontrado. Se notaba que tenía cultura, sus comentarios no eran sobre si la película era buena o mala, sino que iba más atrás y más adelante. Hacía un análisis interesante, sin usar palabras difíciles ni conceptos rebuscados, era realmente un placer leer y aprender. Después supe que el autor, llevaba por nombre Christian del Moral, que era oriundo de México y que vivía en el gabacho, dígase Estados Unidos. Bastó con una vez que le hice un comentario alabando su pluma (tecla) para que comenzara esto que lleva años y que se llama amistad. Todo partió chuleándonos/piropeándonos nuestros blogs y al rato, pasamos a las epístolas de la modernidad, llamadas email. Con éstos también llevamos años escribiéndonos, conociéndonos, más él a mi porque Chris, es lo enigmático, pero evidentemente, nos queremos. Él amoroso y simpático, siempre dice que soy mexicana, que no lo dude, que él un día irá a conversar con el o la Presidenta de México y exigirá mi nacionalización jajaja, adorable.
Como Esperando Abril....
Nostálgica es mi esencia, todo tiempo pasado fue mejor. Transito en busca del lugar correcto para ser feliz: con amor, amigos, cerca del mar, viajando constantemente, con un cine cerca y siempre, siempre rodeada de Gremnlins, gatitos, perros, pajaritos y árboles.
18 de noviembre de 2024
La Negra........... Tomasa!!!
A través de esta hoy "reliquia" tecnológica llamada Blog, hace muchos, pero muchos años atrás, buscando y aprendiendo, además de leer blogs interesantes, conocí un blog, que escribía los mejores comentarios de cine que he encontrado. Se notaba que tenía cultura, sus comentarios no eran sobre si la película era buena o mala, sino que iba más atrás y más adelante. Hacía un análisis interesante, sin usar palabras difíciles ni conceptos rebuscados, era realmente un placer leer y aprender. Después supe que el autor, llevaba por nombre Christian del Moral, que era oriundo de México y que vivía en el gabacho, dígase Estados Unidos. Bastó con una vez que le hice un comentario alabando su pluma (tecla) para que comenzara esto que lleva años y que se llama amistad. Todo partió chuleándonos/piropeándonos nuestros blogs y al rato, pasamos a las epístolas de la modernidad, llamadas email. Con éstos también llevamos años escribiéndonos, conociéndonos, más él a mi porque Chris, es lo enigmático, pero evidentemente, nos queremos. Él amoroso y simpático, siempre dice que soy mexicana, que no lo dude, que él un día irá a conversar con el o la Presidenta de México y exigirá mi nacionalización jajaja, adorable.
8 de agosto de 2024
Murió el tío Morris!!
El lunes 5 de agosto me enteré por el wasap de mi curso, que el tío Morris había muerto y quedé en silencio. En ese silencio pensativo y evocador que recuerda al tiempo que ha pasado. Y es que hace muchos años perdí contacto con el Morris, mi profesor de castellano en el Latinoamericano de niños desintegrados. De esas situaciones extrañas que pasan en la vida y de las que finalmente muchas veces me pregunto sin encontrar respuesta ¿por qué los seres humanos nos alejamos de personas que nos hacen bien? Hoy que me entero de la triste noticia vuelvo a preguntármelo. Sé que el Profe siguió su camino también, que se fue del Latino e hizo carrera en otras escuelas/colegios, donde seguramente, fue mucho más reconocido y valorado que en el mio. Entonces retomando la memoria por Morris, y mirándolo en perspectiva, considero que fue el mejor profesor que tuve en mi estadía educacional media.
Más allá que haya sido nuestro Profesor Jefe y el de Castellano, hay que destacar que sus clases eran realmente buenas y me gustaban mucho. También aunque no sé por qué o no lo recuerdo del todo ahora, teníamos una cercanía especial. Quizás porque era comunista, quizás también porque vivió el exilio como mis padres, pero teníamos una conexión especial o así lo sentía. Porque por ejemplo cuando mis compañeros se burlaban de mi y uno que otro sacaba su fascilona frase de "y por qué no te regresas si eras tan feliz ahí", el único profesor que paraba de cuajo la disputa y me miraba con cara de solidaridad, era él. Y eso que él estaba muy feliz de haber regresado a su Chile, aunque no viviera en su amado Valparaíso, pero sabía que no era el sentir de todos los que regresábamos y menos si éramos tan jóvenes y habíamos hecho nuestra vida infantil y juvenil en otro país.
Quizás también porque al año y el verano siguiente de haber llegado a Chile (1988) y de entrar al Latino, coincidimos en Isla Negra, el balneario donde mi familia paterna tenía su casa y al menos para mi, encontrarse en ese escenario distante y distinto al colegio y con un profesor de colegio, era sin duda un hecho inusual.
Evidentemente había una confianza entre él y mis padres, supongo que por la pertenencia al P.C. y lo antes dicho, además conocía a otros miembros de mi familia "los más famosos" jajaja. En esa oportunidad supe que tenía hijos y por lo tanto, estaba casado. Ese día de hecho, lo acompañaba su segundo hijo, Pablo, que me llamó mucho la atención porque mientras su padre y los míos conversaban y yo los escuchaba, a él solo le interesaba saber si en algún momento, la palma de sus manos también se tostaría jajaja. Después al volver en marzo al colegio, conocí o distinguí como su hija, a la Eli, la mayor. Que en esos tiempos en que ella cursaba 2do medio, tocaba la guitarra en todos los eventos y peñas que se hacían en el colegio, lo que evidentemente señalaba el rumbo de su profesión. A la hija menor, no la conocí, ni supe de ella hasta muchos años después.
Me gustaban mucho las clases del Morris, creo que era la primera vez después de mis amados 12 años en México, que sentía una conexión con las clases, con la materia, con lo que el profe "o tío" contaba. Aunque fueran las peripecias del Mio Cid. Quizás porque sus clases y él mismo tenían mucho de mi papá. De aquellos hombres cultos e inteligentes de antes, "los viejos", que sabían enseñar sin aburrir, contar historias y hacernos entrar en ellas, a través de la lectura. Que contaba muchas historias de los autores, el contexto histórico. Así como adentrarme aún más, como ya lo hacía mi padre, a la literatura latinoamericana. Me gustaban sus clases, me caía tan bien él. Me agradaba el sonido de su voz, la tranquilidad que proyectaba. Tenía una manera de ser, de moverse, de hablar, sus movimientos eran espontáneos y a la vez tan mesurados. La manera cómo movía sus manos cuando nos explicaba algo en clases, la forma en que tomaba entre sus dedos el gis/tiza. Tenía una elegancia, una pausa, un tiempo para todo, que a una que era y es movediza/inquieta, en vez de aburrir, aquietaba.
Además estaba siempre latente esa complicidad. Porque cuando no estábamos en clases, en mi caso entonces en recreo y él deambulando por la casa y patio, que conformaban nuestro "colegio", nos encontrábamos y echábamos literalmente el tejido jaja. Me encantaba esa capacidad que tenía de comunicarse con las personas jóvenes, con mujeres y hombres. No discriminaba, ni juzgaba, eso sí tenía una lengua tan viperina como la mía. Me encanta chusmear y con el Morris simple y sencillamente me fluía, nos reíamos de las tonteras que más de una vez yo decía. Y así también cuando me pasaba de boca abierta y contaba algún chisme familiar, sabía que ese comentario de más quedaba entre nosotros.
No me pasó, como ahora sé que sí a otros compañeros, que haya infundido en el amor por la escritura y la lectura, o quizás sí lo hizo y no me acuerdo, quizás porque siempre he escrito, quizás también porque tuve un papá que siempre valoró que sus hijas fuéramos lectoras y escritoras. Me alegro de todos esos otros compañeros y compañeras a las que sí invitó a escribir o al menos intentarlo. Porque uno en la vida, en esa época de la vida en que se es joven, atormentado, confuso, adolescente, necesita adultos diferentes a los padres, que nos guíen, que nos conversen, en los cual confiar, nos apañen desde la conversación, el diálogo abierto. Y el Morris cumplía totalmente con ese rol y creo que no era solamente por su ser docente, sino porque tenía esa condición que poseen algunos seres humanos, de mirar al prójimo y querer contribuir, ayudar. Encuentro que ser así es de una generosidad enorme, que no todos tienen. Y cuando una tiene mi edad que es más que la del Morris en los tiempos del colegio y lo piensas porque te enteraste que murió, todos esos detalles regresan fuertes, emotivos y a la vez alegres mezclados con la tristeza por su partida.
Como comenté al principio, lamentablemente no volví a ver al Morris. Verlo así como en el colegio, de tomarse el tiempo y conversar. Sí me lo encontré hace muchos años en una heladería de Providencia, pero la ranchera de mi, no se atrevió a levantarse e ir a saludarlo y me quedé con esa bala pasada, porque estoy segura que él sí me reconoció y espero a que yo me acercara, y eso no sucedió. Espero disculpara mi actuar tan ingrato y tonto a la vez, en comparación con su generosidad de siempre.
Pero no quiero quedarme pegada en esa bala que duele, está ahí clavada y cada tanto me recuerda que fui tonta, pero prefiero enfocarme en todo lo bueno que sí tuve al lado del Profe. Del gran y querido Profe Morris. Fernando Morris Barrios.
Fue un honor conocerlo, ser su alumna, aprender junto a usted. Las conversaciones que tuvimos dentro y fuera de la escuela, las veces que coincidimos en el PIDEE, las caminatas rumbo al colegio que hicimos cuando ustedes todavía vivían en Bilbao con Suecia, junto a mi hermana Manuela y yo.
Como le dije por ahí en redes sociales:
!! Hasta siempre Morris, tío Fernando, tío Morris !!
6 de agosto de 2024
"H"
Me gustaría creer que nacimos el mismo día,
y no que solo nos encontramos hace 39 años,
me gustaría creer que nuestro vínculo tiene una edad imposible de calcular,
que fuimos predestinados para encontrarnos hace millones de estrellas fugaces
y el calendario occidental ubicó un 6, 7 de agosto de 1985.
26 de julio de 2024
Once años sin mamita!!
Este julio 2024 se cumplen once años sin mi mamá, la pienso todos los días, la amo siempre, la quiero todos los días. La llevo dentro de mi en sus gestos muchos ahora son míos, la extraño siempre y tanto. Y a medida que pasan los años y voy sumando edad, más todavía porque la entiendo, me pongo tantas veces al día en su lugar y quisiera poder conversar con ella, contárselo y sobre todo, abrazarla.
En este aniversario onceavo, por alguna razón no he entrado en ese estado de desgano, como arrastrando la vida más que vivirla. Supongo que será en parte, a que ha estado tan convulsionada nuestra existencia planetaria, individual y nacional. Pero no he dejado un instante de pensar en este 26 de julio, que cae viernes y no jueves como hace once años. Lo que no quita si no que suma, al hecho de querer ir sola al cementerio a verte, a verlos. A verlos a todos, incluido a mi hermano Andrés. Estar con ustedes a solas, a solas ustedes y yo.
A diferencia de otros años, iré sola en ruta al cementerio, como lo hacía mi papá cuando iba a ver a los abuelos. Como lo hizo algunas veces la Manu. Ahora me toca a mi y me encanta, es una aventura y hacer ese recorrido largo, llevar para sentarse, para limpiar la lápida, música, algo para comer, conversar con ustedes, estarnos. Sin prisa, sin tiempo, dejarnos ir, dejarnos estar, estarnos. Rememorarlos, recordar que nunca los olvido, que los llevo alojados en mi corazón, en el alma, en la sangre que transita por el cuerpo. Te amo siempre y te quiero todos los días!
18 de julio de 2024
La pérdida de lxs hermanxs.
Hoy nos enteramos que el hermano grande de nuestra pequeña (27 años) Daniela, murió. Inevitable pensar y ponerse en ese lugar. Tanto porque Daniela no estaba en el país, como porque el hermano era un ser muy especial, con una existencia sufrida.
El hecho de la pérdida de hermanos, me toca muy de cerca, porque aunque no tenía una buena relación cuando murió, yo también perdí un hermano. Mi hermano Andrés. El hermano mayor, el primo mayor del clan de mi familia paterna. Andrés como mi padre. La vida y sus circunstancias hicieron de él una persona con una existencia difícil que pesaba sobre los hombros de mi padre, el cual reaccionaba de manera muy violenta cuando alguien intentaba hablar sobre el tema. Así fue como en el 2004 murió Andrés y mi pobre padre no aguantó el sufrimiento y partió el 2008.
Mi historia con mi hermano Andrés, no siempre fue lejana, hubo dos momentos. El primero, no recuerdo más que por las historias que mis padres y familiares relatan, en la que él y yo nos amábamos. Debo haber tenido 3 o 4 años y él 20 años más. Él era hermano solo por parte de padre y sin embargo, mi mamá siempre lo quiso como propio. Siempre hubo un lugar para él en nuestra casa, en nuestras vidas. En esa época en la que él y yo éramos muy unidos, vivía con nosotros, parece que fue en Valparaíso o en Santiago, meses antes que iniciara el gobierno de Salvador Allende.
El segundo, fue en unos viajes que mi papá le pagó para que fuera a visitarnos a Guadalajara, Jalisco, México. Después del golpe cívico militar que derrocó el gobierno de Salvador Allende, mi familia fue diseminada por América, Europa y Estados Unidos. Él vivía en La Habana, Cuba, ahí se casó y tuvo su primer hijo y fue desde ahí que mi papá lo trajo una temporada y en ese tiempo, que seguramente era verano, nos reencontramos. Obviamente que él se acordaba de mi a diferencia mía y sin embargo su manera tan suave de ser, su tranquilidad, paz, sumado a lo alto y enorme que era como sus manos, hicieron que la Colomba de 10 o 12 años, fuera acurrucándosele. Fue lindo, atesoro ese recuerdo, esas caminatas por Guadalajara y Ciudad de México, de la mano de mi enorme hermano. Era un hombre amoroso, sufriente, nació sin herramientas para hacerle frente a la vida, tenía demasiadas inseguridades, miedos, terrores y a pesar que siempre fue protegido por mi padre, por su mamá, por mis abuelos paternos, no fue suficiente y no logró salir adelante. Pero igual se casó una vez, tuvo un hijo, se emparejó varias veces y tuvo otra hija. Fue buen padre pero en una pobreza total, fue un buen compañero de sus mujeres, aunque la primera lo abandonó, pero la última y madre de su hija, estuvo con él hasta el final. Triste la historia de mi hermano y más como fue echándose a perder con los años, no solo en lo físico si no que en lo emocional, en sus relaciones con nosotros, conmigo. Pero hoy, quiero quedarme tan solo con los buenos recuerdos. Aquellos que me recuerdan que yo también tuve un hermano, el hermano mayor, el primo mayor de la familia, el primer nieto, el primer hijo, mi hermano Andrés.
Y es que la muerte de los hermanos y por lo tanto de los hijos, es una constante en mi familia. Por el lado de mi madre, Blanca, su amor más grande era su hermano Eduardo y éste murió en la década de los 60´s en un accidente de auto. Creo que si no hubiera existido mi padre, que le prestó presencia, mi mamá no habría sobrevivido, porque el amor que se tenían era infinito. Eduardo era todo para mi mamá Blanca y Blanca era todo, era la hermanita pequeña, su consentida, para Eduardo. Y así debe haber sido la terrible tragedia para mi abuela materna, Alice, perder a uno de sus hijos. Además que Eduardo era muy especial, todos quienes lo conocieron tienen una historia linda, divertida, emocionante, para contar sobre él.
Así también, un primo amado mío, decidió partir. No están muy claras las razones pero todo indica que se sucido. También llevaba por nombre Andrés, era mi primo en segundo grado, hijo de una prima hermana de mi padre, tenía a penas 30 años. Andrés, era un príncipe hermoso, alto, delgado, con unas manos largas, anchas de dedos delgados, la sonrisa de boca más hermosa, unos ojos almendrados. Evidentemente estaba enamorada de él pero solo éramos amigos. Fue mi primer amigo hombre, teníamos la misma edad y mucha conexión, era muy amoroso conmigo, me apoyaba, estuvo ahí dándome su cariño inmenso cuando murió mi abuela Marta, era un maravilloso amigo que la vida me regalo aunque no por tanto tiempo. Su muerte fue devastadora, me hizo replantearme tantas veces por qué no estuve para conversar con él y así evitar lo ocurrido y un sin fin de ideas que cruzaron por mi mente, interrogantes que uno se hace cuando ya es inevitable. Si yo quedé devastada por su partida, imagínense a su madre, su padre, hermanos.
De los lazos familiares extendidos, está la de mi hermano mexicano, Antonio. Él cuando era chico tuvo una media hermana, Teresa, la cual en la más romántico y terrible, murió cuando era muy chiquita. De hecho, esta triste historia de la infancia de Antonio, nos la contó muchos años después de conocerlo. Evidentemente guardaba un trauma, una tristeza honda. Y fue en ese momento que nos presentó a su mamá, Vicky y ella me regaló un peluche con forma de conejo que era de su hija Teresa, todavía lo conservo. También Antonio comenzó a desenterrar fotos de él con Teresa. Siempre esa historia sobre la muerte de esta pequeña niña, estuvo cubierta por un manto meláncolico o así lo quise ver. Quizás también a causa de la ausencia de su hermanita, es que Antonio, nos adoptó a mi hermana Manuela y a mi.
Otra muerte terrible fue la del hijo de mi hermanita de la vida, Claudia, hace dos años. Una muerte terrible porque dejó tan mal a mi hermanita y a su familia y a su hermano Diego. Matías era el nombre de este joven de 26 años que tampoco pudo más con la vida. Era increíblemente inteligente, todos sus primos solo tienen palabras hermosas para él, qué decir su mamá Claudia, su tía Marcela. Yo no lo conocí tanto, me tocaron un par de años antes de su partida y sí, era especial. Quizás por eso tomó la decisión que tomó, porque era demasiado especial para este mundo, venía como mi hermano Andrés, sin las herramientas suficientes para hacer frente a la vida ¿quién las tiene? Y un día de marzo decidió dejar de sufrir y luchar. Su muerte evidentemente hasta el día de hoy, ha dejado una estela de tristeza, mi hermanita Claudia, no volvió a ser la misma, sus ojitos tienen siempre una mirada triste, ya no sonrié, pocas veces se ríe. Ella que era toda alegría, el alma de las fiestas, la más loca, la más divertida. Y es que el Mati era el complemento de Claudia, eran tan parecidos. La Claudia realmente pensó que su vida la haría al lado de su Mati. Dejó devastados a todos quienes lo conocimos.
Y en este siglo XXI, 2024, sumamos un hermano, hijo, primo, sobrino, nieto, que ha muerto. Diego, aunque no sea un primo directo, ni sobrino, era el medio hermano de mi sobrina y con eso basta. Era un lindo joven, amoroso, lleno de vida. Diego sinceramente estaba lleno de vida y gracias a eso pese a todo pudo sobrevivir todos estos años, ya que desde que le diagnosticaron una terrible condición y le dijeron a sus padres, que no viviría demasiado, lo hizo. No toda su vida como seguramente él hubiera querido, pero logró vencer a todos los pronósticos médicos y sumar al menos 3 décadas y algo más. Abrazo infinito para Daniela y un beso para todos los hermanos, hermanas, sobrinos, sobrinas, primos, primas, hijos, hijas, nietos, nietas, que un día dejaron de compartir la vida con sus familias y dejaron ese espacio vació, que nunca nada lo podrá llenar.
7 de julio de 2024
Atila!!
Otra vez me sucedió, confundí el 7 que correspondía al tuyo, perdóname querido mío. Fue confusión, jamás olvido. Llevo desde el 7 de junio tu día, pensando si era en el sexto mes o en el séptimo.
Discúlpame amorcito. Mi gatito Atila, con su moño en el cuello, el gatito negro de los colmillos filudos, mi gatito negro hermoso, cariñoso, que maullaba y ronroneaba. Tu mi Atila, hijo del Cuchi y de Escobita.
Mi amado gatito negrito. Disculpa este olvido. Prendí el compu para escribirte en este siete del séptimo mes, pensando jurando que era el tuyo. El aniversario de tu ausencia, un domingo cayó y ese día era de semana.
Mi Atila amado, no tengo ninguna foto de ti, quizás por eso estás tan clavado en mi memoria. Miro las fotos de la Escobita y es como verte, ella no tenía tu mechón blanco en el cuello, seguro, herencia del Cuchi. Mi bebecito miau miau.
Junio o Julio, el siete está asociado a ti, discúlpame por favor, reitero otra vez. Estás en mi memoria, en el corazón, hoy séptimo mes y en el sexto también. Mira, encontré una fotografía de un gatito pequeño negro como tu, con una manchita en el pecho como la tuya. Él no es tan negro azulado como tu, obvio, pero es un semejante.
Te quiero!!!
3 de julio de 2024
Para Rita!
Y como cuando las emociones quedan contenidas, más no en suspenso, apago el sonido del mundo, para tan solo quedarme con tu voz, contigo. Las sensaciones/emociones nostalgias, Rita mi querida Rita, tu fuerza sigue presente, fuerte como el sol, tu energía nos/me conecta nuevamente, invitando a viajar hasta los recuerdos, a mis nostalgias
Acabo de terminar de ver el documental donde hablan tan lindo de ti. Me pasaron tatas cosas, se me enchino la piel tantas veces, sentí que eras tú la que me contabas con detalle, tu vida y experiencias, tantas, tantísimas, cuando decides marcharte de Guadalajara y comienzas tu vida en el teatro, hasta terminar en Santa. Entonces pongo pausa y ejerzo el play de la memoria que nos vuelve a reunir, surgen los tiempos del EZLN y toda tu lucha firme y consecuente a por ellxs. Me emociono, llega tan hondo, supongo porque mezclo mis tiempos con los tuyos. Acelero la memoria y recuerdo una y otra vez esas pocas tardes en Gregorio Dávila
cuando sacabas la guitarra y cantabas tan bonito a Silvio, siempre con tu risa de sonrisas, esa carita de Betty Boop, ese cuerpito menudo y hermoso, luminoso por tu sonrisa, recuerdo tu rostro blanco contrastando con el rojo cereza de tu boca, nos, me tenías embelesada, eras tan simpática, tan cercana aunque fueras mayor que nosotras.
Entonces viajo a 1993, cuando vuelvo nuevamente a México, después de 5 años de ausencia, reencontrarnos de casualidad. La casualidad es una constante en m vida, los sucesos más marcadores llegaron de esa manera. Y tú siempre tan generosa, me invitas a quedarme unos días en tu depto. Aquel que estaba cerca de los Estudios Churrubuscos, al lado de esa autopista. En aquella vecindad, donde habitabas el segundo piso, que asomándose desde la sala/comedor mirábamos esa avenida tan sin árboles, con tanto cemento y autos. Con ese reencuentro y otros sucesos que no vienen al caso, es que en 1997 decido regresar a vivir a México, -definitivamente-, según yo. Gracias a tus consejos y generosidades, vuelves a recibirme durante varios meses, en el departamento de Márquez Esterling, aquel edificio antiguo sin ascensor y tú viviendo en el último piso. El edificio en cuestión quedaba casi esquina con Avenida Balderas, cerca del metro del mismo nombre, que Rockdrigo González, hiciera tan famoso.
Aquel barrio que era mejor no caminarlo a profundidad de noche, pero sí detenerse en el puesto de quecas, en el de los elotes, arrendar en el videoclub, pasear por La Ciudadela, cuando todavía no se convertía en tianguis. Tantos recuerdos, memoria de imágenes viajan hasta mi. Como los puestos de tacos de la Avenida Articulo 123, que me regañaste por probarlos y asombraste porque no morí de indigestión. Sigo agarrada a esos recuerdos que me trae el documental y como si la proyección atravesara mi memoria, veo retazos de mi historia en Ciudad de México, hilvanándose con la tuya. Esos meses en tu depto. De Avenida Balderas, fue la oportunidad para conocerte, aunque me miraras eternamente como una niña, conversabas conmigo, de tu vida, tus dolores y amores. Mientras te miraba admirada, admirándote ya no solo como actriz de teatro, sino que ahora además como la vocalista de una banda que comenzaba a pisaba el acelerador escribiendo una gran historia. Rita, mi querida Rita, siempre calidad, atenta, la chicoca preocupada de la gigantona, tan dulce, directa y sincera. Soy de lxs que piensa que Santa Sabina, no existiría a no ser por tu energía, fuerza, coraje.
Santa Sabina, eras tú, la voz, la ideóloga, la creadora, la que no dejaba un detalle sin checar, todos esos adjetivos calificativos, eran peros para esa bola de pelotudos, irresponsables, con voluntad para fumar mota y hacer relajo, incapaces de darse cuenta que cuando SS desapareció, se los llevo a ellos, no pudieron retomar con fuerza ningún proyecto musical, hasta hoy, porque faltaba la dadora de energía: Rita. Si bien me enojó escuchar a Valero y a Patricio, está bien que quede constancia de sus ingratitudes, quién los conoce como México adoró a Rita, nadie.
Y sin embargo no puedo dejar de enojarme al recordar el blabla de PValero, mala gente, nada sorprende pero no por ello molesta menos y PatoI basura, que tu boca se haga chicharrón ya que la nariz la dejaste inutilizada, mala gente, mal agradecido, culpar a Rita de tus adicciones, hay que tener bien poca ¿eh?
Dejo atrás a los necios y mejor continúo viajando hasta mis días con meses junto a Rita, todo lo que aprendí con y de ella, la gente que conocí a través suyo, sus historias, la ciudad, sus parajes y parejas. No puedo quedarme en la idea que no volvimos a sabernos y sin embargo no recuerdo por qué dejamos de escribirnos, por qué no supe que nació Claudio, que te emparejaste con Aldo Max. No puedo cargar esa interrogante que se transforma en una angustia innecesaria, y aunque no estuve cuando partiste, al igual que Adri, siento que esa
Parte de mi se quedó a tu lado cuando nos dejaste. Iluminaste mi vida cuando te conocí en Guadalajara a mediados de los 80 y además, abriste mi cabeza en 1993 y en 1998. Gracias a ti y al mundo que compartiste conmigo, conocí a un buen amigo que a veces va y otras viene, pero sé que está. También me advertiste de no caer con PatoI, pero no te escuché y así lo pagué. Todavía recuerdo la receta de jugo de nopal para bajar de peso, era asqueroso, pero me lo tomé tantas veces lo preparaste. El aroma de canela evoca a tu cocina, los tallos largos abrazados con un cordel, esperando los tomaras con agua hervida pero no hirviendo, tips para cuidar la garganta y la voz. Este documental ha reavivado esas imágenes y momentos que estaban un poco atesorados/dormidos, nunca olvidados. Nunca te voy a olvidar, no lo hice antes, menos ahora que las nostalgias ebullicionan queriendo salir del baúl, con mayor razón atesoraré los conocimientos y lecturas de vampiros, las tardes de Lovecraff, tu, Adri y yo leyendo diarios, recostadas en tu cama, la de los encajes aleja mosquitos, dónde estará Fabiola, por qué no la entrevistaron, ni a Rodrigo Garibay.
Siento que un pelín nos parecíamos, porque también tengo un credo/dios particular, una espiritualidad, un estado de contemplación que crece cuando devoción por los árboles, la tuya es más humana por eso lo del EZLN, los campesinos, la gente pobre, los niños de la calle. Me quedé sin conocer a Sergio Hernández, Rita, pensé que lo vería en el docu, pero partió antes que tu. Tú que buscabas la paz sobre el mal
Rita mi querida Rita, eterna gratitud, eres sol, fuente de energía, consecuencia, te quiero y te admiro. Me quedo con tu sonrisa de risa, tu carita linda, tu sencillez, humanidad, Rita, mi querida Rita, formas parte de la escasa felicidad que he tenido, estás dentro de la burbuja de cristal donde atesoro/guardo/acaricio, los recuerdos de esos 12 años, de mis días luminosos de horizontes y esperanzas, a los que sumo los meses, quizás un año, que pasé contigo. Gracias, infinitas gracias!!!