26 de mayo de 2015

... ¡¡¡ 22 meses ¡¡¡ ....

Y de pronto descubrí que la vida así como la que tengo, 
quedó vacía,
está vacía........... 
miré para todos los rincones y la certeza que no estabas,
que no estarías más,
me heló el alma.
Quizás por eso ahora,
no queda más que la nostalgia,
hasta que el tiempo ordene y el viaje comience.

15 de mayo de 2015

Dejar de ser y estar.

Últimamente he estado más enmierdada que de costumbre
o será más bien que comencé el año con un propósito, positivo por cierto
y las circunstancias externas aplastaron mis esperanzas,
cagándome en lo más hondo y profundo, 
como lo son los buenos deseos de vida,
digamos pues que lamentablemente fui desplomada en el ring
y me ha costado levantar cabeza.

Pensar y pensar, me ha hecho descubrir que he vivido la vida un poquito aferrada a la posibilidad como salvación, de dejar de ser y estar,
una suerte de suicida en potencia,
que todavía no encuentra el momento correcto,
pero que todos los días ocurren situaciones varias,
que aclaran la visión
y le dan razón a mi intención.

Una gran parte de mi,
como diría mi alter ego circunstancial "esta muerta de venganza",
aunque lo mío es más bien "muerta de odio".
Ese odio que no permite ver más allá de nada,
que sientes que el mundo está realmente contra tí
y que no hay poder, fuerza, destino, que pueda detenerlo.

Pero como soy de esencia rejega,
nunca me ha gustado la imposición de otros,
ante la impotencia de no poder hacer nada o de sentir que no puedo hacer nada,
me rebelo y mi única alternativa sin pensarla si quiera es dejar de ser y estar.
Con un poquito más de calma, pienso en que debería probar realmente vivir la vida que tanto predico y que jamás practico: la austeridad, 
pero no la miseria.
austeridad de pensamiento,
de odio,
austeridad en el gasto de energías innecesarias.
Enriquecerse con aquellas pequeñas cosas que me hacían feliz,
en un tiempo lejano del que guardo ya pocos recuerdos,
tan solo la resolana de las nostalgias,
suena tan poético como vivir en el mar, mirando el mar, frente al mar
y no sé quizás por la misma poesía tan imposible, tan ideal como inalcanzable.

No lo sé,
en este instante preciso me inclino con placer hacia la primera opción, la que diría mi papá "la más fácil", la que simplifica todo. 
Y es que tampoco estoy tan energética, 
sentir que el mundo de alguna forma está contra tí agota mucho, 
sentir que cuando pretendiste levantar cabeza y hacer el bien en ti para después desparramarlo
y ser derrotada, debilita, agota.
Odiar tanto a tanta gente, 
a tanta vida, 
a la vida, 
odiar agota terriblemente 
y aunque paso por momentos de álgido sentimiento, 
después baja, 
no olvido pero baja o intento restarle importancia 
y siempre, siempre, siempre, de lo que va de este 2015, pasa algo que lo hace retumbar, volver, crecer, apoderarse de mi y no dejar de odiar. 

Como diría mi suerte ecléctica, debo seguir buscando,
buscando en mi interior,
que en realidad estoy hasta la madre de tanta búsqueda,
porque lo que más he encontrado es decepción,
gente de mierda,
mierda en la gente
y las energías se agotan para continuar otra búsqueda más.

Quizás eso de buscar, es tan solo una excusa magra para no hacer lo que quizás, es realmente verdadero: dejar de ser y estar.